
Los largos pasillos del Centro de Bioactivos Químicos (CBQ), adscrito a la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas (UCLV), son testigos de múltiples historias. Sus trabajadores, enfrascados en investigaciones nunca dejan de apostar por la innovación en aras de potenciar el desarrollo del país.
La génesis del Centro se remota a finales de 1990. Primero fue el Dr. C. Nilo Ramón Castañedo Cancio quien inició el camino. Luego, prosiguió la Dra, C. Zenaida Rodríguez Negrín, y en este 2025 asumió la Dra. C. María Isabel Díaz Molina las riendas de una institución Vanguardia Nacional por más de una década, agasajo que ratificó el pasado año, para situarse entre los cuatro colectivos galardonados de la UCLV.
La MSc. Raquel Hernández González, directora de comercialización y extensión universitaria en el CBQ, repasa aspectos importantes. Se detiene en el Vitrofural, el inhibidor de la contaminación microbiana en los medios de cultivos destinados a la producción masiva de plantas in vitro para incidir en la vigorosidad vegetal.
«El cliente fundamental, en este caso, es la Empresa Productora y Comercializadora de Semillas del Ministerio de la Agricultura, quien la emplea en sus biofábricas. Aunque también la se produce para entidades de Ciego de Ávila, Granma, Villa Clara, y en centros de investigaciones como el IBP, el INICA y el INIVIT, entre otros», argumenta Hernández González.
No menos importante resulta el extracto blando de propóleos, y la tintura hidroalcohólica de esa mezcla resinosa con propiedades antibacterianas, antivíricas y antifúngicas que sustituyen importaciones a Suchel Camacho y LabioFam; así como el CBQ –VTC, plastificante para la construcción, como algunos de los productos básicos.

«En 2024 sobrecumplimos el plan de exportaciones al 143 %, se firmaron seis contratos de envíos, e incorporamos a la India como nuevo mercado».
En este marco cubrieron las demandas nacionales del Vitrofural, de la tintura hidroalcohólica de propóleos al 12 %, y del CBQ—AgroG® , del cual se dispone de su registro comercial como bioproducto de origen microbiano con acción en el desarrollo de las plantaciones con el incremento de los rendimientos en las cosechas.
«Las pruebas de utilidad fueron evidentes durante el pasado año, al utilizarse en cultivos de maíz, papa y frijol con excelentes resultados, por lo que se incluye y potencia su empleo».
Estos productos forman parte del aval del CBQ en materia de exportación y sustitución de importaciones junto con cuatro servicios. En tanto, las modalidades científico-técnicas cubrieron las solicitudes del ensayo toxicológico a un bioproducto del grupo empresarial LABIOFAM de La Habana, al tiempo que evaluaron otros de tipo microbiológicos y químico-físicos de aguas residuales y las provenientes del mar, por intereses de determinados organismos.
En el ámbito de los proyectos y programas de Salud están vinculados al desarrollo de nuevas formas terminadas de uso tópico, a partir de la Furvina, y están inmersos en el ensayo clínico Fase III del Dermofural en el tratamiento de la infección bacteriana leve presente en úlceras de pie diabético.
«En otros campos se obtuvo la licencia sanitaria destinada a la producción farmacéutica de la Furvina, y la de extractos naturales de la planta de producción de nuestro centro, así como el registro del biofertilizante CBQ-AGROG», argumenta Hernández González.
En la cartera de opciones
El colectivo del CBQ innova y no se detiene en sus propósitos, por ello firmaron convenios con la Unidad Empresarial de Base (UEB) Labiofam para el desarrollo de investigaciones y consultas, y otro dirigido a la comercialización de las producciones.
«Este último mejora las presentaciones al salir los productos en sus respectivos envases, debido a que nuestro Centro tiene que recurrir a ventas a granel al no poseer las facilidades de empaque con la debida estética».
Por su parte, Yaidel Quiñones García, investigador en el CBQ y al frente de la labor sindical, refiere que la plantilla de 78 trabajadores está afiliada a los perfiles del movimiento obrero.
Y si de retos se trata, la Dra. C. María Isabel Díaz Molina, al frente de la institución, subraya la importancia de mantener las licencias sanitarias, obtener buenos resultados en la supervisión del ensayo clínico fase III del Dermofural®, que recién comienza, y permitiría demostrar la doble acción del producto con la ampliación del registro más allá de sus potencialidades antifúngicas para desplegar la antibacteriana.
Entre los propósitos figuran, a la vez, el avance en la producción sistémica de la Furvina, obtener el financiamiento por el proyecto de Desarrollo Local a fin de adelantar en el cumplimiento de las no conformidades establecidas por la Autoridad Reguladora de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos de la República de Cuba. (CECMED), y lograr el desarrollo de otros productos que tiene el Centro, sin olvidar los servicios científico-técnicos, así como las ventas de los renglones a escala nacional y en mercados extranjeros que mantienen la sostenibilidad del Centro.
También figura la captación de personal para el logro de todo lo que se encuentra en la cartera de las aspiraciones. Ello resultará vital con vistas a la consolidación de la funcionabilidad.

La institución por dentro
— EL CBQ investiga, desarrolla, produce y comercializa productos con acción biológica y utilidad en humanos, en la veterinaria y en la esfera agrícola e industrial.
— Ofrece servicios científico-técnicos de alto valor agregado bajo un sistema integrado de gestión.
— Las exigencias del cliente son cumplidas en su totalidad.
— Posibilita la formación académica de pre y postgrado.
— Sus producciones impactan en procesos de innovación que tributan a los principales ejes del país.
— Portador del Reconocimiento Ambiental Territorial.
— Se mantiene la visibilidad científica y publicaciones en revistas de alto impacto con artículos internacionales publicados. También la participación en eventos y obtención de premios, distinciones y reconocimientos de manera individual y colectiva.