
Ya no podemos hablar únicamente de enfermeras, porque están también ellos, quienes se sumaron al sagrado camino de hacer el bien. Digamos, entonces, personal de enfermería, unos y otras, compartiendo un noble oficio por las distintas instituciones tras los pasos de la vida.
Hoy es el Día Internacional de la especialidad, de quienes curan y ayudan, mientras desafían vendavales difíciles, hombres y mujeres que cuidan los sueños, valientes que sobresalen por su obra.
Un recordatorio para quienes no podrán compartir la fecha con sus seres queridos porque andan cumpliendo misión, ayudando a mitigar el dolor en tierras lejanas.
También, a quienes arribarán tarde a casa ante el cumplimiento de las responsabilidades en la coincidencia del turno de labor, mientras el pequeño aguarda intranquilo para decirle: ¡Felicidades mamá! Llegarán cansadas, tras una jornada compleja, mas habrá ese beso que inunda el alma.
Este es un día para rememorar a Florence Nightingale, la enfermera nacida en Italia y fallecida en el Reino Unido, que sentó cátedra universal por sus acciones benéficas e inspiradora de este día. Aquí están ustedes, los consagrados y los formadores de tantas generaciones que dejaron huellas para inculcar las buenas prácticas a partir de sus saberes.
A todos, estén donde estén, en otras latitudes, ya jubilados, o en su sitio eterno, que llegue el homenaje.
Este 12 de Mayo el reconocimiento para aquellos que no desisten en la humana obra de cuidar a otros.