
Uno de los mejores resultados incluidos en el Programa de Atención Materno-Infantil (PAMI) de Villa Clara es el referido a la Retinopatía de la Prematuridad (ROP), gracias al cual ningún niño sometido a tratamiento oportuno experimenta ceguera total.
Considerada la primera causa de esta afección en edades tempranas en el mundo, muchos de los casos presentados están asociados al bajo peso extremo al nacer, unido a las pocas semanas de edad gestacional de las madres para enfrentar el nacimiento, con estimados que rondan las 27 semanas y unos 900 gramos de peso en la criatura, lo que abre las posibilidades de padecer una ROP agresiva.
La Dra. C. Zoila Fariñas Falcón, experta de II grado en Oftalmología y quien conduce el proceso desde hace más de dos décadas, considera que el crecimiento anormal de los vasos sanguíneos en la retina provoca el padecimiento, que de no atenderse a tiempo, conduce a la pérdida total de la visión.
Gracias al programa de detección precoz de la ROP, se han podido consolidar los resultados con la participación efectiva de un equipo multidisciplinario y la interrelación estrecha con neonatólogos, a pesar de las limitaciones de recursos e insumos. Aun así, el programa no se detuvo ni en la etapa aguda de la pandemia de COVID-19.
Al repasar las estadísticas trasciende que más de 1335 recién nacidos en la provincia han recibido el tratamiento desde el inicio del programa, incluidos residentes en otros territorios, como Cienfuegos.
La experiencia de la Dra. C. Fariñas Falcón fue incluida en un congreso internacional efectuado en los Estados Unidos a fines del pasado año.
Una visión global refleja el incremento del padecimiento, con 150 millones de niños prematuros registrados; de ellos, la tercera parte vive en Latinoamérica.