
En un bastón apoya ya sus pasos. El tiempo puede causar desventajas físicas, mas nunca resta al temperamento y a las ganas de imponerse para aportar a la vida.

Es el caso de Esther Castillo Rodríguez, una mujer popular en ese Corralillo que ama y el que solo abandonará cuando llegue el día final. Ella es líder en el municipio y prosigue la historia iniciada hace décadas en la Federación de Mujeres Cubanas.
¿Quién no la conoce? Aun con su bastón sube y baja los cuatro pisos de su edificio multifamiliar en ayuda del necesitado y de su propia organización, que para ella resulta la vida misma y que corre por sus venas independientemente de la edad.
De dónde saca tantas fuerzas a pesar de las marcas muy difíciles que le dejó la pérdida de sus hijos muy joven , y de haber tenido que batallar con el padecimiento de su otra hija, sin perder un rasgo de humanidad ni el deseo de seguir haciendo.
Sencilla, muy humilde como es su familia, guarda un pulóver de Vilma y ha pedido que el día final la vistan con esa prenda para emprender su camino hacia la eternidad.
Y desde allá seguirá dando lecciones a las actuales y futuras generaciones, como en aquella etapa del período especial en que el bloque femenino nunca decayó, o en la etapa de la COVID-19, cuando, en vez de resguardarse por sus años, no dejó de batallar como activista de farmacia, atendiendo los casos en cuarentena, o tocando a la puerta de algún enfermo sin violar los protocolos.
Mayelín Díaz Rodríguez, quien hoy guía la FMC desde la provincia, la considera su inspiradora y maestra. Recuerda cuando Esther la visitaba a diario en el bloque establecido en Playa Ganuza como precursora del trabajo comunitario, y realizaba las actividades en el círculo social.
«Aquello me motivó —confiesa hoy— y desde entonces me cautivó. Sus enseñanzas me curtieron para desplegar mi vida en la organización. Era un aprendizaje diario. A tal punto que al vivir ya en la cabecera municipal y arribar a los 14 años quería ser como ella».
Luego del paso del huracán Michelle por el entorno corralillense Esther retornó y siguió siendo la secretaria del bloque. Era y es incansable

La propia Mayelín recuerda su etapa de muchos años en la dirección de la FMC en esa tierra, y Esther sigue siendo puntera entre todos. Posee reconocimientos como dirigente de base destacada desde los cinco hasta los cuarenta años de ejercicio, a lo que suma el hecho de resultar la primera en entregar donaciones, y aun con su bastón participa en trabajos voluntarios y hace labor social con las personas que lo necesitan.
En la nómina del Comité Municipal de la FMC es casi un miembro de honor. No solo enfrenta la cotidianidad en su área de acción, sino que asume otras tareas en su Corralillo querido, y al revisar avales, ya ostenta la Distinción 23 de Agosto, la Orden Ana Betancourt, al tiempo que es reconocida como mejor secretaria de bloque en Villa Clara, y recientemente fue condecorada con el Sello 65 Aniversario de la FMC.
Hay mucha Esher Castillo para inspirarse y proseguir. Tenga presente a esta mujer que desafía el tiempo con sus adversidades y, bastón en mano, demuestra que es preciso soñar, y, sobre todo, creer en esos sueños.