
A pesar de las lluvias registradas en los últimos días, Villa Clara continúa padeciendo las consecuencias de la sequía que desde el 2015 afecta al territorio.
Al cierre de este viernes, los 12 embalses de la provincia solo acumulaban el 26 % de su capacidad total de llenado. Al respecto, José Luis Nápoles Guerra, vicepresidente del Consejo de la Administración Provincial al frente del Grupo Temporal de Enfrentamiento a la Sequía, informó que los embalses Palma Sola, La Quinta, Agabama y Gramal están deprimidos ante los pobres acumulados; mientras Minerva, Hanabanilla y Manicaragua presentan restricciones en cuanto al uso de sus aguas, para asegurar la distribución a los habitantes que reciben el servicio del acueducto a través de estos sistemas de abasto.
Las mayores afectaciones se centran en las actividades de hidroenergía por los bajos niveles en Hanabanilla, y en el riego de arroz y caña, vinculado a embalses a los que se subordinan sistemas de regadío de la llanura costera.
Los municipios de Cifuentes, Manicaragua, Santo Domingo, Encrucijada y Camajuaní, y los asentamientos montañosos de Gí¼inía de Miranda y Jibacoa resultan los más críticos.
Nápoles Guerra también se refirió a la alarmante situación que exhiben las cuencas subterráneas Cayo Bejuco y Bermejal ambas de Santo Domingo, y Caguagua y La Chinchila, en Sagua la Grande.
Hasta la fecha están afectadas 225 comunidades y más de 170 000 personas. En estos casos existe un cronograma de entrega de agua por pipas, que se monitorea semanalmente. También, la Empresa de Investigaciones y Proyectos Hidráulicos busca nuevas fuentes alternativas en asentamientos afectados, como Santo Domingo y Ranchuelo.