
Una novedad presenta este año la Semana Mundial de la Lactancia Materna, al destacar el papel principal que desempeña el padre en función del bienestar de la madre y la criatura.
Según los expertos, las responsabilidades compartidas en ese período en el cuidado del recién nacido y en los quehaceres del hogar le facilitan a la madre el tiempo necesario para dedicárselo al bebé y a su propio cuidado después del alumbramiento.
Se insiste en que la leche materna constituye el alimento ideal durante los primeros seis meses de vida o más; sin embargo, es lamentable que más del 40 % de las madres de todo el mundo obvien los beneficios y retiren la lactancia, al alegar diversas hipótesis que algunas carecen de fundamento científico.
El hecho de lactar evitaría la muerte de 1,3 millones de niños cada año, y está demostrado que resulta la mejor fuente nutritiva desde la primera hora de nacer y a libre demanda.
Con ella no es necesario suministrar agua ni otro tipo de alimentos, porque contiene los nutrientes vitales, además de fortalecer el sistema inmunológico ante diarreas y neumonías frecuentes en los primeros tiempos posteriores al nacimiento.
«Empoderémonos, hagamos posible la lactancia ¡ahora y en el futuro! », rige como lema de esta jornada, prolongada hasta el 7 de agosto, y cuya aspiración es que el acto de lactar alcance hasta los dos años o más, combinada con una dieta balanceada a medida que transcurre el tiempo y orientada por los galenos.
Además de sus ventajas nutritivas, la leche materna influye en el aspecto emocional, pues el vínculo establecido entre la progenitora y su hijo ofrece una experiencia de intensa afinidad.
Contiene, además, los anticuerpos para proteger al infante de enfermedades infecciosas como catarros, otitis, neumonías y diarreas, entre otras, e incluso de futuros padecimientos como la obesidad, el asma o los estados alérgicos.
A las madres les posibilita menor riesgo de sufrir depresiones posparto y anemias, a la vez que facilita la pérdida de peso adquirida durante la gestación y reduce el riesgo de padecer cáncer de mama o de ovario en un futuro.
Esta semana la celebran 170 naciones a instancias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). Cuba se incluye entre los países que la desarrollan en busca de incrementar la calidad de vida de la madre y su criatura.