Varadero.–La apertura oficial este 14 de septiembre del nuevo Hotel Meliá Internacional de Varadero, a la cual asistió el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, constituye uno de los sucesos más esperados en el ámbito turístico cubano.
A despecho de los enemigos de la Revolución, la flamante instalación revela, a fin de cuentas, la vitalidad del país y confirma la certeza de que, a pesar de la incómoda situación económica derivada del cerco imperial estamos vivos, como reafirmó el ministro de Turismo de Cuba, Manuel Marrero Cruz, en la ceremonia de inauguración, según el sitio de la Presidencia.
Con un total de 946 habitaciones, la villa de categoría cinco estrellas dispone de varios restaurantes y piscinas, cafeterías, así como de un cabaré (el emblemático Continental), un moderno Centro de Convenciones y el reconocido espacio The Level, diseñado por Meliá para sus establecimientos.
Alguien que se entusiasmó particularmente con esta noticia fue Gabriel Escarrer Juliá, presidente de Meliá Hotels International, quien en señal muy clara de su confianza en Cuba dijo que nunca se arrepintió de apostar por nosotros tras recordar, además, la presencia del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en ocasión del estreno del hotel Sol Palmeras.
En actitud de correspondencia, el Titular cubano de Turismo enalteció el papel desempeñado por la cadena Meliá en Cuba desde 1990, en lo que sería la primera empresa mixta turística, y que posteriormente se extendió hasta contar en estos momentos con 35 hoteles y aproximadamente 15 000 habitaciones.
Según expertos, una de las mayores fortunas de este hotel de alto estándar y dotado de la más alta tecnología, es su ubicación algo distante de la duna de playa, distintivo que lo hace amigable con la naturaleza, pues no pone en riesgo la protección del medioambiente.
Hubo personas que no vieron con simpatía la demolición del viejo Hotel Internacional de Varadero, orgullo del principal balneario cubano y testigo de múltiples sucesos vinculados con la cultural y épica de Cuba.
Este nuevo hotel hereda de su predecesor su historia y reputación. Alojarse allí resultó una verdadera fortuna, y figura entre los mejores recuerdos de no pocos cubanos. Fue el lugar favorito de artistas de renombre, quienes solían presentarse en el cabaré Continental.
Pero estaba destinado a renacer. Aunque quizá todavía podía valerse por sí mismo, más que los requerimientos de su infraestructura, las exigencias medioambientales marcaron su destino.
Ahora resplandece en un sector de playa también privilegiado, más moderno y con mayor capacidad, pero alejado de la duna y con una estrategia vital de diseño, inclusive más seductora. Es más bello y con mayor confort, que nadie lo dude.
