Nueva campaña de calumnias de los EE. UU. contra Cuba

La impulsa frente al fracaso polí­tico de intentar rendir a los cubanos con el fortalecimiento del bloqueo económico y las medidas para privarnos de combustible.

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Artículo del periódico Granma sobre calumnias de Estados Unidos contra Cuba.
Tomado de la edición digital del periódico Granma
1518
20 Noviembre 2019

Desde hace varias semanas, el Gobierno de Estados Unidos viene dirigiendo desde Washington una nueva campaña de calumnias y descrédito contra Cuba como parte de su polí­tica de creciente hostilidad contra nuestro paí­s. La impulsa frente al fracaso polí­tico de intentar rendir a los cubanos con el fortalecimiento del bloqueo económico y las medidas para privarnos de combustible, y ante la demostrada capacidad de resistencia de nuestro pueblo, que celebra con optimismo el 500 aniversario de la capital.

Utiliza como pretexto la detención del contrarrevolucionario José Daniel Ferrer, agente asalariado al servicio de Estados Unidos, con una larga trayectoria de acciones de provocación contra el orden público y contra la legalidad.

La Embajada de los Estados Unidos en Cuba ha sido el vehí­culo fundamental de atención, orientación y financiamiento de la conducta de José Daniel Ferrer, en clara manifestación de intromisión en los asuntos internos de Cuba y de abierta instigación a la violencia, a la perturbación del orden y al desacato de las fuerzas del orden por parte de este ciudadano. La jefa de la misión diplomática conduce personalmente este desempeño.

Es conocido que, lejos de dedicarse a la promoción de los ví­nculos bilaterales, a velar por los intereses del pueblo estadounidense y de su Gobierno, y al impulso de las relaciones pací­ficas entre los Estados, la Misión Diplomática de ese paí­s en Cuba y particularmente su Encargada de Negocios se han concentrado en los últimos meses en el fallido propósito de reclutar mercenarios, de promover la división y la confusión en nuestro pueblo, de identificar las áreas de la economí­a contra las cuales dirigir las medidas coercitivas, y en tratar de calumniar y desacreditar la gestión del Gobierno cubano y a la Revolución.

Como suele ser la práctica, la mentira en la boca de los funcionarios del Gobierno estadounidense es ingrediente fundamental de la campaña.

José Daniel Ferrer fue detenido por la policí­a el pasado 1.o de octubre en respuesta a la denuncia presentada por un ciudadano cubano, quien acusa a Ferrer y a otros tres individuos de haberlo secuestrado durante toda una noche y propinado una severa golpiza que lo dejó en condiciones de ingreso hospitalario.

Ferrer se encuentra pendiente de juicio. Ha recibido visita de su esposa y de sus hijos, como corresponde según las normas para su situación legal. Todas las referencias a su desaparición fí­sica, al supuesto maltrato fí­sico, a la tortura o a que recibe insuficientes alimentos son puras mentiras deliberadamente concebidas y orientadas por el Gobierno de Estados Unidos y su Embajada en La Habana. Ha contado con la debida atención médica, realiza ejercicios fí­sicos regulares y, ante solicitud realizada, se le facilita asistencia religiosa.

Debe conocerse que antes de su actividad al servicio del Gobierno de Estados Unidos, José Daniel Ferrer tení­a una trayectoria delincuencial y de conducta violenta totalmente ausente de motivaciones polí­ticas. Tiene antecedentes registrados que datan de 1993. Estos incluyen agresiones con violencia fí­sica a otros ciudadanos, incluyendo mujeres, y desorden público, comportamiento que se incrementó en años recientes.

Sobre todo esto existen pruebas suficientes.

No es nuevo que el Gobierno de Estados Unidos utilice a personas de estas caracterí­sticas para su actividad polí­tica subversiva contra Cuba y para campañas de descrédito con el apoyo inescrupuloso de los grandes medios de difusión.  

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