
Si una mujer es violada, puede que ella tenga la «culpa ». Al menos eso es lo que intenta demostrar sutilmente la gente con sus porqués insulsos y provocadores. « ¿Por qué andaba sola a esas horas de la noche? ». « ¿Por qué usaba un vestido tan ceñido al cuerpo, como regalándose a los hombres? ». « ¿Por qué debió coger “Caperucita†por el camino intrincado del bosque? ».
De mitos de cuentos folclóricos, los comentarios devienen comprensiones cavernícolas de nuestra realidad insultante. ¡Basta! El violador es el verdugo, la especie que quedó al camino de la evolución humana: no hay otro culpable.
Porque si un desconocido nos acosa en la calle no es coquetería viril. Porque nadie tiene derecho a opinar sobre nuestro cuerpo. Porque no necesitamos que los hombres eleven nuestra autoestima con sus palabras. Porque las mujeres no estamos hechas, como obra de arte, para ser admiradas en voz alta.
Evoluciona: un reto social
Del 25 de noviembre al 10 de diciembre se celebra la Jornada por la No Violencia hacia Mujeres y Niñas, un momento idóneo para visibilizar la campaña nacional Evoluciona. Este loable empeño del Centro Oscar Arnulfo Romero (OAR), en alianza con la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), los centros Nacional de Educación Sexual (Cenesex) y de Estudios de la Juventud, promueve las actitudes de cambios en los discursos de machismo hegemónico.
«Evoluciona » surge a partir de un estudio del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) y la organización no gubernamental Oxfam sobre imaginarios sociales de las juventudes en torno a la violencia hacia las mujeres, donde estuvo involucrado nuestro país. Los resultados constataron la necesidad de transformar las creencias asociadas a la violencia de género a través de lemas de apoyo en tres direcciones: el acoso te atrasa, el control te atrasa y el machismo te atrasa.

«Por ello decimos que la campaña, por primera vez, hable directamente a los hombres entre 18 y 24 años de edad, aunque no renuncia al público femenino ¿Por qué tomar como foco la juventud cubana, cuando gran parte del acoso y la violencia provienen de generaciones mayores? Las respuestas apuntan hacia la posibilidad de un cambio de mentalidad, pues es durante estas edades que, desde la reflexión y el pensamiento crítico, se pueden deconstruir este tipo de imaginarios », explica Juan Carlos Gutiérrez Pérez, profesor de la UCLV y colaborador de la campaña.
«También, porque los jóvenes hemos recibido una herencia que legitima la superioridad masculina y dicta normas sociales opresivas, culturalmente aceptadas. Creemos necesario visibilizar la violencia que se ejerce hacia las mujeres jóvenes y, sobre todo, porque son los jóvenes los que pueden multiplicar mensajes, convidar a otras personas a ser parte de ese cambio ».
«Evoluciona » utiliza como concepto gráfico un cromañón prehistórico, que piensa que en el siglo xxi se extinguieron las prácticas machistas. Sin embargo, al enfrentarse a la realidad, propone al hombre contemporáneo el reto de evolucionar y no quedarse en el pasado.
No es la primera vez que en Cuba se les hace frente a estas problemáticas: preceden experiencias como Eres Más (2014-2018), que focalizó la violencia psicológica; Súmate, proyecto que reúne a artistas y activistas por la no violencia, y íšnete, lanzada en 2008 por el entonces secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Sin embargo, es en la actual campaña donde se vislumbra un panorama de trabajo conjunto, en la cual disímiles actores sociales, ONGs, instituciones y gobierno comienzan a trabajar articuladamente por un mismo objetivo. Vuelve, entonces, la comunicación social como principal herramienta para incidir sobre la educación y la cultura de las diferentes comunidades de intereses.
En este sentido, «Evoluciona » promueve mensajes sobre masculinidades y feminidades no hegemónicas y libres de violencia en los más diversos formatos. Experimentos sociales convertidos en audiovisuales, videoclips, temas musicales y demás productos comunicativos, entre ellos sueltos, mapas y tabloides, son distribuidos por diversos canales, entre los que sobresalen las redes sociales como principales plataformas de interacción.
Bajo los hashtags #Evoluciona, #EvolucionaPorLaNoViolencia y #SeBuscaCromañón, artistas y activistas aglutinan sus publicaciones sobre el tema y buscan viralizar los mensajes de cambio en Twitter, Instagram y Facebook.
https://twitter.com/Evoluciona018
https://www.facebook.com/EvolucionaporlaNoViolencia/
https://www.instagram.com/evolucionaporlanoviolencia/?hl=es

Articulación juvenil: juntos podemos más
Desde 2011, paralelamente a las acciones sociales en contra de la violencia de género, el proyecto de Articulación Juvenil por la equidad social ha fungido como un espacio de trabajo común, de socialización y activismo, que aúna iniciativas con y para jóvenes, en aras de contribuir a la transformación de la realidad social cubana.
En la Jornada por la No Violencia hacia las mujeres y las niñas, la articulación juvenil villaclareña ha incluido presentaciones de la campaña en diferentes espacios, talleres y paneles académicos, entrevistas en los medios de comunicación provinciales, convocatoria a concursos, entre otras actividades que intentan analizar el fenómeno desde una visión crítica.
Con sus proyecciones, «Evoluciona » pone el dedo sobre una llaga de la sociedad. Como un grito irreverente a los idearios machistas, esta campaña invoca a la civilidad y la equidad social, que es la evolución verdadera.
¿Por qué enfocarse en los hombres?
La mayoría de los hombres justifican más la violencia que las mujeres.
41 % de los hombres considera que la violencia hacia las mujeres es producto de las desigualdades entre hombres y mujeres.
71 % de los hombres cree que algunas muchachas se visten provocativamente o andan solas hasta tarde.
21 % de los hombres piensa que no deben meterse en problemas de violencia doméstica.
75 % de los hombres sostiene en mayor medida creencias y prejuicios sobre la violencia.
53,8 % de los hombres considera que existe poca violencia contra la mujer en Cuba.
Fuente: Resultados de las encuestas realizadas en Cuba como parte del estudio de CLACSO y Oxfam (2017).