Gamers: La comunidad

Un reportaje, sin prejuicios, que hace visible la comunidad de videojugadores en Cuba.

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Gamers Cuba
(Imagen: Erick Flores Herrera)
Yinet Jiménez Hernández y Miriam Elisa Peña López
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04 Marzo 2020

Richard Tyler Ninja Blevins nació en Estados Unidos como el basquetbolista Michael Jordan. Hace más de dos décadas comenzó a ser jugador profesional como el pelotero Derek Jeter. Por el «lejano » 2009 retransmitió en directo sus partidas y miles de personas lo aclamaban desde sus casas, como a Lionel Messi.

Ninja fue contratado por emporios publicitarios, al igual que la estrella de los íngeles Lakers, Lebron James. Primero con la cadena online Justin, luego con las plataformas para transmisión de partidas de videojuegos en streaming: Twitch, de Amazon, y Mixer, de Microsoft.

Ninja posee una influencia superlativa en el mundo de los fans: el honor de haber sumado millones de seguidores. Nominado en dos categorí­as a los Esports Awards, este ciberdeportista aspira a ser, categóricamente, sin modestias, el mejor jugador profesional del mundo.

Sí­, deportivos y electrónicos, los videojuegos mantienen increí­bles similitudes con el resto de las disciplinas tradicionales (fútbol, baloncesto, béisbol), más allá de las tres categorí­as básicas: estrategia, preparación fí­sica y tiempo de reacción. Hay jugadores profesionales y amateurs, ligas y torneos, instituciones que regulan, códigos antidopaje, patrocinadores, derechos de transmisión por streaming, miles de millones de dólares subastándose en el mercado…

Aunque la industria de los esports esté entre las de mayor crecimiento en los últimos diez años, el mundo continúa dudando de su matiz deportivo. La Federación Internacional de Esports (IESF) y la World Esports Association (WESA) ofrecen a los deportes electrónicos una connotación oficial, pero el tema en sí­ genera un amplio debate a favor y en contra.

Entonces, ¿son los esports un deporte?

Daniel Garcí­a, presentador del programa +Deportes de Telecubanacán, se decanta por el no: «Es cierto que en los videojuegos se genera una competencia entre el usuario y la consola, o entre varios usuarios a través de la red. En este aspecto, son los esports similares a los deportes convencionales.

«Pero no está incluida en su práctica la actividad fí­sica. Solo los gamers profesionales tienen en cuenta el entrenamiento sujeto a alguna competición.

«De hecho, los videojuegos fomentan el sedentarismo total, que no conduce a una mejor calidad de vida. Nada como practicar un deporte tradicional para sentir el espí­ritu competitivo real, en vivo y en directo ».

Tampoco el Comite Olí­mpico Internacional (COI) está muy convencido del asunto, aunque en 2017 reconoció a los esports en un comunicado especial como actividad deportiva. Y declaró que, para llegar a unas olimpiadas, los juegos electrónicos deberí­an versar sobre deportes y no sobre entretenimiento.

(Foto: Tomada de Internet)

«Yo sí­ los considero un deporte polemiza Andy Luis Leal Cerdá, periodista y comentarista deportivo del Sistema Informativo. Toda la actividad que genere competitividad la considero como tal, a pesar de que no haya gasto de energí­a, como en el ajedrez.

«El Inder en Cuba no los reconoce, es una institución muy conservadora... Incluso, otros, como el skate olí­mpico, tampoco los contempla en su programa de deportes ».

Lázaro Marí­n, periodista y comentarista deportivo en Villa Clara, también tensa la soga hacia el sí­:

«El deporte es sinónimo de actividad fí­sica y, en el caso de los esports, los grandes jugadores se preparan desde el punto de vista fí­sico y psicológico para sus competencias. Aunque en ellas no haya actividad fí­sica, sí­ hay mucho intelecto e imaginación ».

Lo que demorarán en conciliar las instituciones rectoras del deporte mundial, son las reglas que les permitan acoger todas las clasificaciones de estos «nuevos juegos ». El deporte como disciplina educa, desde edades tempranas, para erradicar la violencia; mientras que los videojuegos (acción, arcade, estrategia) enseñan a sus jugadores las habilidades para matar enemigos con el fin de conseguir la victoria.

En Cuba, la pandemia de los gamers se inició con un incipiente movimiento de juegos en red, inspirados por Age Of Empires o StarCraft. Sin saberlo, grupos de jugadores en todo el paí­s comenzaron a organizarse, con mayores o menores perspectivas.

Muchos de ellos realizaron competiciones de limitados alcances, con sus propios recursos. La ola de pasión continuó expandiéndose hasta que en 2007 fue celebrado el primer torneo de StarCraft de convocatoria abierta y masiva. Quizás, ese acontecimiento marcó el primer hito de los gamers cubanos y el impulso necesario para que, meses después, naciera la Agrupación de Deportes Electrónicos Cubanos (ADEC).

(Foto: Tomada de Play Off)

«El movimiento de los deportes electrónicos empezó hace 12 años, con “la agrupación”, cuando vimos que era necesario tener una entidad que nos organizara. Eso fue la semilla de lo que somos hoy. Ahora es más visible gracias a Internet y las redes sociales », declaró Alejandro Ferrera, vicepresidente de la agrupación cubana, en entrevista online.

Desde sus comienzos, la ADEC tuvo grandes aspiraciones, enfocadas en consolidar sus disciplinas y potenciar otras. Según los propios fundadores, en 2012, la inclusión de WarCraft, unido a la masificación de la convocatoria para nuevas membresí­as, maduró considerablemente la asociación ciberdeportista.

Pero no fue hasta la «democratización » del Internet, que la atmósfera se calienta. «Antes de la llegada de los datos móviles, cuando hací­amos torneos presenciales, eran muy restrictivos; solo competí­amos entre nosotros mismos. Con el uso de datos, hemos desarrollado una escena real de los deportes electrónicos en nuestro paí­s.

Top de los 5 mejores jugadores cubanos de StarCraft en el año 2019, según la ADEC en su cuenta de Twitter:

  1. @YoYi_SC2  Campeón de tres de las ligas cubanas en el 2019, campeón del Qualifier #4 para la Primus Cup Latam Norte y 5o. lugar en los playoffs de la Primus Cup.
  2. Dari  Campeón en varias Ligas Cubanas. Es también subcampeón del Qualifier #4 para la Primus Cup Latam Norte y 6o. en los playoffs de la Primus Cup.
  3. Light  1o., 2o. y 3o. lugares en la Liga Cubana de StarCraft.
  4. @EstevzJavi  Campeón de la Liga Cubana, regresa tras su época de gloria en 2017.
  5. Rider  Siempre en el Top 4 de las ligas cubanas, obteniendo dos tí­tulos de subcampeón y dos terceros lugares.

«Los videojuegos que tienen poco consumo de datos (Hearthstone, Clash Royale, Auto Chess, Call of Duty Mobile) son los que nos han permitido generalizar el acceso y competir más. Ahora, al fin, estamos enfrentándonos a jugadores de otros paí­ses, especialmente del área de Latinoamérica, obteniendo resultados en los eventos online semanales y participando en las clasificatorias », explicó Ferrera.

El pasado año, la ADEC pudo saborear victorias, con el crecimiento en el número de eventos y seguidores. En 2020, el panorama parece estar a su favor: el pasado 4 de febrero la agrupación anunció que ya pertenece, oficialmente, a la Unión de Informáticos de Cuba (UIC). Esta alianza le permitirá fortalecer su infraestructura legal y material para el cumplimiento de nuevas metas.

«Aún no hemos logrado llegar a un evento de alto nivel que nos permita competir, presencialmente, en alguna LAN Party. Pero existe la esperanza de hacerlo algún dí­a porque es el sueño de cualquier deportista electrónico ».

Con las nuevas regulaciones, puestas en vigor en mayo de 2019, que permiten a las personas naturales poseer redes privadas de transmisión de datos, los gamers vieron a través de los Joven Club de Computación una posibilidad de interconectarse con Cuba entera.

Ricardo César Garcí­a Gutiérrez, especialista general de la dirección provincial de Joven Club, explicó que el proyecto está en modo de prueba. Para comenzar, han contado con la colaboración de los propios jóvenes interesados que han puesto sus equipos al servicio de la institución.

Los datos confirman en Villa Clara, hasta el cierre de febrero, 485 cuentas habilitadas para acceder a la red de Joven Club, denominada TinoRed. Garcí­a Gutiérrez informó que el servicio que brindan cuenta con 15 productos informáticos, encabezado por el producto cultural Mochila, el portal de videojuegos Ludox, la enciclopedia colaborativa Ecured y el Servicio de mensajerí­a por voz IP TeamSpeak.

En el taller de videojuegos Naxos, donde trabaja  César Rubén, son varios los jugadores; y a su vez, en casa, ellos preparan el futuro de los gamers cubanos.  (Foto: Cortesí­a del entrevistado)

Pudiéramos decir que los gamers nacieron en los barrios, de casa en casa, con la consola al hombro y la búsqueda de una sala amplia donde alguna madre o abuela permisiva dejaran implantar la Gran Liga y el bullicio.

La historia de César no fue diferente. «Los gamers cubanos pasan incomodidades sentándose en el piso o donde encuentres, a veces con mucho calor o sin nada que comer. No sé cómo, pero el cubano se las arregla y arma su liga para jugar con sus amigos cada vez que pueda », a pesar de las limitaciones del Internet y el costo de los datos móviles.

Muchos no conocen sobre la ADEC. Otros, han participado en algún torneo en provincias cercanas y algunos, como César, tienen la grata experiencia de haber participado en algún torneo nacional de Dota, donde la provincia sede se haya lucido.

Sin embargo, el ecosistema de videojuegos en Cuba es mucho más lúdico y amateur.

Diana Yunet y  Adrián son pareja en el amor y en el juego.(Foto: Cortesí­a de los entrevistados)

Diana Yunet Pérez Morales tiene 24 años y es doctora. Adrián Ruiz Quiroga, diseñador y artista 3D, tiene 33 años. Son pareja en el amor y en el juego. Aunque Diana disfruta los juegos de crafteo y Adrián los de Dark Fantasy (fantasí­a oscura), siempre encuentran gustos comunes en el Dark Souls.

« ¿Rivales? Nunca rivales. Siempre compañeros de equipo. Es divertido jugar en pareja y ahí­ dentro, incluso, tenemos otro espacio más de comunicación entre nosotros. Hasta resolvemos problemas », revela Adrián, quién encontró a su media naranja en el panorama de los ciberdeportes.

Diana no conoce a muchas mujeres como ella. «No dudo que haya, pero no debe ser comparable con el sexo masculino, pienso que por cuestiones socioculturales ». Su esposo explica que esta ausencia de féminas se debe a «la manera de vivir del cubano y la mente cerrada que abunda. Pero no creo que fueran discriminadas por ser gamers. Yo juego bastante con chicas cubanas ».

El bebé me lleva más tiempo, pero si te organizas bien creo que siempre sacas tiempito y puedes jugar », comenta César Rubén. (Foto: Cortesí­a del entrevistado)

César Rubén Aguiar Guzmán, quien trabaja como cuentapropia en el taller de videojuegos Naxos, tampoco cree que en nuestro paí­s predominen las jugadoras. «A mi taller por cada 100 hombres que van a buscar videojuegos, dos o tres son mujeres. A veces el juego que compran es para regalárselo al novio ».

Pero cuando la novia se convierte en esposa y nace un nuevo miembro en la familia, el partido se complica sobremanera. «Papá-Esposo-Gamer: un tema complicado. No sé ni por dónde empezar. Hasta ahora, llevo diez años con mi esposa y nunca he dejado de atenderla, de salir a pasear con ella o de ayudarla en lo que haga falta. El bebé me lleva más tiempo, pero si te organizas bien creo que siempre sacas tiempito y puedes jugar », comenta César.

Ni César ni Adrián temen a las ciberadicciones. Ellos coinciden en que prefieren la cordura ante el juego, al igual que otras tentaciones en la vida. «Lidio con las ciberadicciones de la misma forma en que lo hace un ajedrecista al que le gusta mucho jugar al ajedrez o como un pelotero que disfrute el béisbol », explica César.

Y aunque el peligro acecha y a todos nos preocupa la magnitud de las adicciones tecnológicas, los gamers cubanos necesitan más espacios que hagan visible, sin prejuicios, su comunidad. Desde Vanguardia web, nos sumamos al «juego ».

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