
Ciento veinte minutos no fueron suficientes para romper el empate (2-2) en la final de Múnich. Cristiano y Lamine Yamal, junto a la imagen de Pedri contra Vithina, fueron los pósteres promocionales de la gran final de la UEFA Nations League 2025, disputada en el Alianz Arena. Duelo generacional que a todas luces arrojó talento y magia en las 11 posiciones sobre el campo.
Los 45 de alante figuraron en paridad y toques ofensivos. El ataque español y las respuestas de los rivales mostraron un dominio del balón dividido sin claridad numérica en el centro del campo. Pese a ello, los de Luis de la Fuente abrieron el marcador al 21' gracias a un rebote aprovechado por Zubimendi tras el despeje de un centro peligroso, colgado al área por Lamine Yamal. El voltaje aumentaría a partir de este primer grito revisado en el VAR, al igual que el resto de los goles anotados en tiempo reglamentario.
Otra vuelta a la cancha y Nuno Mendes iniciaba su puesta en escena. Sin oponentes en banda y luego de una jugada colectiva de los rojiverdes, un disparo raso dejó tendido a Unai Simon y el empate subía a la pizarra de la casa del Bayer. En solo media hora la igualdad anunciaba que los últimos resultados entre ambos elencos no son casualidad.
Al centro, los magos del medio campo ejercieron profesión. De mano de Vitinha, el lateral derecho de los portugueses logró diversidad de llegadas; pero, de cara a puerta, faltó una mayor precisión. La defensa española tuvo claro el objetivo y solo dos genialidades hicieron mella dentro de los tres palos de los campeones de la Eurocopa.
Cuando todo parecía ideal para el abrazo en el entretiempo, Mikel Oyarzabal definió en el área, mandando a los vestidores con el juego favorable a la Roja. Los de la verdad traerían nostalgia y encanto. Como un encuentro de épocas y sucesión de roles, el partido nos recordó que cuando existe talento y amor a la camiseta, los años no tienen incidencia en el rendimiento emocional.
La sensación del último gol en tiempo reglamentario llegó con el mejor jugador europeo de los últimos tiempos. CR7 igualó las acciones al minuto 61, y tras el pitazo final llegó a su tercer título con la selección.
Con 30 de agregados, ambos 11 intentaron romper el hechizo. En los primeros 15 Portugal asumió el control del encuentro, y logró llegar con peligro a la portería de los campeones del Mundo 2010 en reiteradas ocasiones. Dosis de la propia medicina recibieron los dueños de la Euro 2016 en el segundo cuarto de hora, cuando Isco Alarcón y compañía recuperaron el dominio del balón. Entre posicionamientos frontales y defensas en bloque, los penales sellarían el nombre de campeón.
Las cábalas tenían su propia historia. Diogo Costa se vestiría de héroe, mientras al capitán español Álvaro Morata le tocaría el papel de villano. Tras tres rondas perfectas, el nueve ibérico cobraría rasante y sin potencia, directo a las manos del guardamenta portugués.
Sería Neves quien culminara el remate final. Con engaño al portero y grito de gol, Portugal llegó a su bicampeonato de Nations League. Lesionado y con cuatro décadas vividas, el Bicho conquistó su tercer título con la selección, y queda solo una cuenta pendiente: el trofeo del Mundial.
El podio europeo cerró con Francia en la tercera posición, al ganarle 2-0 al conjunto alemán en el encuentro por la tercera plaza.
Gracias al título de la Nations League, Portugal clasifica vía directa al Mundial de Fútbol 2026, por lo que quedan fuera de las eliminatorias continentales. Con un 11 plagado de estrellas, CR7 y los suyos hicieron historia en Múnich.