¿Las intermitencias de la muerte o el elíxir de la vida?

La longevidad es la consagración del ciclo de la vida. La presencia de centenarios en la familia constituye el premio a una vida estable y de hábitos saludables.

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Vanguardia - Villa Clara - Cuba
(Foto: Tomada de Internet)
Niurys Castillo Hernández
Niurys Castillo Hernández
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18 Mayo 2025

Dice un refrán popular que viejo es aquel que se lo cree porque, pese a la edad, podemos seguir siendo jóvenes y niños. Si me preguntan, a modo personal, coincido con el dicho y añado a la sazón lo siguiente: longevo será aquel que, habiendo completado el tiempo establecido para el ciclo biológico, permanece entre nosotros como memoria viva y espíritu de infante.

Al conversar sobre longevidad, muchos son los ejemplos que vienen a nuestra mente. Varios hemos utilizado como sinónimos el nombre de abuelos o personas cercanas al ámbito familiar. Entre las frases del argot cotidiano afloran «¡Ojalá lleguemos a esa edad!» o «¡Quisiéramos nosotros llegar ahí!». Los misterios de una edad prolongada han sido, y serán, deseos primigenios del ser. Gracias a los avances científicos y las investigaciones sobre el tema se otorgaron algunas luces sobre la etapa más cercana al elíxir de la vida, aunque, afirman los estudioso que la genética sigue siendo la sustancia primaria en estos asuntos.

En octubre de 2024, especialistas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicaron en la página oficial de la institución el artículo Envejecimiento y salud, investigación que conceptualiza el envejecimiento como resultado de la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, que conlleva a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales, a un mayor riesgo de enfermedad y, en última instancia, a la muerte. Destaca, además, que los cambios no son lineales ni uniformes, y su vinculación con la edad de una persona es relativa.

Más allá de los cambios biológicos, el ancianidad suele asociarse con transiciones vitales (la jubilación, el traslado a viviendas más apropiadas y el fallecimiento de amigos y parejas) que calan, profundamente, en las capacidades emocionales y psicológicas de quien los experimentas. Datos actualizados de la OMS, aseguran que para 2030 una de cada seis personas tendrán 60 años o más, por lo que, el 22% de la población mundial (1400 millones) para esa fecha, estaría entrando al club de la tercera edad.

Según las estadísticas, este cambio en la distribución poblacional hacia edades más avanzadas comenzó en los países de ingresos altos, sin embargo, las transformaciones más importantes hoy día tienen lugar en los países de ingresos bajos y medianos. Entonces ¿Cómo logramos cerrar el ciclo de la vida siendo más longevos e independientes?

La mayor parte de la población mundial tiene una esperanza de vida igual o superior a los 60 años. Todos los países del mundo están experimentando un incremento tanto de la cantidad como de la proporción de personas mayores en la población, afirma el documento de la institución sanitaria global.

El desarrollo del hombre como ser social, el descenso de la mortalidad infantil, la eliminación de múltiples infecciones en las edades más avanzadas de la vida, y el mejoramiento del diagnóstico y de la terapéutica propiciaron que científicos y especialistas en el cuidado al adulto mayor estimasen que la prolongación de la vida está en estrecho vínculo con el perfeccionamiento del medio socioeconómico y científico- técnico por lo que, en un futuro cercano, la aproximación sería a los 80 años.

Envejecer trae consigo cambios sustanciales. Con la edad llegan los dolores, las pérdidas, los cambios de rol. Es, entonces, cuando el amor y los cuidados son más necesarios y curativos. Mantener una dieta equilibrada, realizar actividad física con regularidad y abstenerse de consumir tabaco, contribuye a reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles, mejorar la capacidad física y mental y retrasar la dependencia de los cuidados.

Para la cotidianidad del cubano, las andanzas de nuestros abuelos no pasan desapercibidas. Vivir entre tantas generaciones filiales hace de la convivencia una experiencia única. No todos tienen la oportunidad de escuchar sobre el pasado en voz de sus habitantes.

La tarea científica, concreta y práctica, debe hondar las capacidades de vida en un nivel estable, ampliar los lapsos de la vida individual y retrasar la aparición de las incapacidades en la ancianidad. 

El quinto mes del año convierte al Consejo Popular Vueltas en una metáfora criolla del país donde un día la muerte dejó de caminar entre los vivos. Dos seres especiales fueron incluidos en el club de los elegidos, de aquellos que han burlado al tiempo. Al igual que la Francisca del escritor cubano Onelio Jorge Cardoso, Elena González y Luis Pérez Rodríguez aún tienen algo que hacer.

El centenario de uno y los 104 de la otra son motivos suficientes para celebrar la vida. Ante la incógnita de ¿Cómo llegar ahí? un movimiento de hombros y la sonrisa tímida sirven de respuesta. Quizás, no hemos encontrado el elíxir de la vida, pero, entre intermitencias y amor, la eternidad se rehúsa a ceder su espacio.

 

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