
Cursa el duodécimo grado en el Colegio de Preparatoria de la sede pedagógica de la Universidad Central «Marta Abreu » de Las Villas. Aspira a matricular la carrera de Marxismo e Historia y acaba de ser elegido delegado directo al IX Congreso de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR).

Vive en Manicaragua y desde hace cinco meses es el presidente del CDR 4, en la zona 15 de ese municipio. Con solo 17 años de edad, Javier Polanco Pérez se considera a sí mismo un cederista convencido. Por influencia familiar, específicamente de su tío Rogelio Pacheco, a quien suplió en el cargo, este joven se ha convertido en líder de la comunidad.
Este chico de hablar locuaz, es además el presidente del Destacamento Juvenil IX Congreso de los CDR en la provincia de Villa Clara. La responsabilidad le satisface, sobre todo porque ha logrado aglutinar a otros jóvenes de varios sectores sociales que como él creen que la vida de la organización se puede mejorar.
«A los jóvenes hay que orientarlos. La mejor idea que ha surgido resulta precisamente la creación de estos Destacamentos. Hemos realizado varias acciones positivas. Me satisfizo mucho que después del paso del huracán Irma por el territorio, todos acudimos a la sede de los CDR, sin que nos convocaran, sino por voluntad propia. Sin pensar en que nosotros también teníamos afectaciones en nuestras viviendas, fuimos a contribuir en lo que hacía falta en aquellos momentos. Y de esta manera, hemos realizado trabajos voluntarios para ayudar a los damnificados del ciclón. En estos momentos el colectivo juvenil se encuentra inmerso en las tareas de convocatoria para los procesos que se avecinan a apropósito del IX Congreso. Una de las acciones realizadas es la donación de sangre ».
Respecto a su elección como delegado directo al cónclave cederista señala que constituye un compromiso con las responsabilidades actuales y futuras.
«Seré profesor de Marxismo e Historia, materia que me fascina. Sobre todo la relacionada con mi municipio. Aquí existe un déficit de maestros y mi gran sueño es estar frente a un aula explicando a los alumnos las tradiciones aborígenes de Manicaragua, sus implicaciones en las guerras por la independencia de Cuba y todo lo concerniente a la historia local. Contribuir a la formación de las futuras generaciones es mi mayor anhelo ».
Javier también espera que del IX Congreso de los CDR, la organización salga más fortalecida. Piensa que los dirigentes cederistas deben ganar en credibilidad, sostener un mayor vínculo con las masas y retomar la viveza de años atrás.
«Me quedé con el deseo de conocer personalmente a Fidel. Estuve a punto de realizar ese sueño mientras pertenecí al secretariado nacional de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM), pero al final no pudo ser. No obstante, llevo en mi accionar sus ideas. Me gustaría que los CDR, en lo adelante hagan más veraces sus palabras pronunciadas aquel 28 de septiembre de 1960 cuando convocó al pueblo a crear los comités para la vigilancia revolucionaria ».