
El desfile por el Día Internacional de los Trabajadores transcurrió en Camajuaní a paso de conga. Chivos y Sapos (parciales de cada uno de los barrios de la parranda) arrollaron por la calle Maceo luciendo orgullosos los colores de la bandera cubana, en representación de los sectores en que laboran.

«Unidad, compromiso y victoria » fue la consigna de la movilización encabezada por los centros educacionales del territorio. Con variadas y coloridas iniciativas; los jóvenes tuvieron en cada frente la voz de mando.
«Somos el futuro y tenemos que hacernos sentir para que nuestra dirección histórica y el mundo entero esté seguro de que hay Revolución para rato, de que los jóvenes no fallaremos y estaremos siempre cuesta arriba, atentos a cada tarea encomendada », asegura Elisabeth Carvajal Rodríguez, educadora del círculo infantil Flores de la vida.
Comenta, además, que llegan a la fiesta de la clase obrera «con el compromiso de sembrar en los infantes la semilla combativa, trabajadora, y comprometida. En cada uno de nuestros pequeños crece un Fidel, un Almeida, una Vilma o una Celia ».
Por su parte los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) aglutinaron al Destacamento Juvenil Noveno Congreso, para demostrar en esta jornada cómo revitalizan la organización. «Felicitamos a los trabajadores, y en este bloque unimos a obreros de todos los sectores del municipio. Queremos que el pueblo camajuanense que nos nutre vea que los CDR están alertas y comprometidos, que con el apoyo de cada cederista acabaremos con la apatía y mejoraremos nuestro funcionamiento con inteligentes y novedosos modos de hacer », expone Nieve de la Caridad Hernández Caso, funcionaria de los CDR.
Por su parte Edel Crespo Feitó, de la UEB Matadero Salamina, en representación de los trabajadores de la Industria Alimentaria expresó el compromiso de todos sus compañeros para con el pueblo. «Ser cada día más productivos y eficientes es el reto. Nos toca desde cada puesto contribuir a la economía del país, trabajar contra las ilegalidades y la corrupción. Somos Fidel y lo decimos de corazón; por eso nos toca desfilar conscientes, horondos y con la eficiencia como premisa ».

«Que suenen los tambores », grita a viva voz el joven Lesmi Solano Medina, estudiante de la secundaria básica Juan Verdecida Hernández. Confiesa que no sabe si será médico, ingeniero o campesino, mas desfila contento. «Puedo en un futuro elegir una carrera y trabajo de mi agrado con una educación gratuita, un regalo de nuestro líder histórico para todo el pueblo cubano », dice.
Y es que este Primero de Mayo Cuba vibra, pues todos los trabajadores disfrutan y agradecen el privilegio de las conquistas alcanzadas y el poder contar con derechos inviolables.


Bajo la guía de la Central de Trabajadores de Cuba, su organización en congreso, hoy hay fiesta y alegría, no existe rivalidad alguna entre Chivos y Sapos, porque el jolgorio popular celebra la continuidad de un proceso revolucionario por y para el pueblo.