Salir adelante

A pesar de los daños la agricultura en Villa Clara trabaja con intensidad para recuperarse en el menor plazo posible. 

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Procesando plátanos fruta en Lutgardita, Quemado de Güines, Villa Clara.
Los platanales de Lutgardita se recuperan luego de las afectaciones del huracán Irma, y las lluvias recientes favorecen el crecimiento y lozanía de los racimos. (Foto: Ramón Barreras Valdés)
Narciso Fernández Ramí­rez
Narciso Fernández Ramí­rez
@narfernandez
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04 Junio 2018

Daños cuantificados en la agricultura hasta el 30 de mayo

♦ Afectadas 6289.4 ha de cultivos temporales; de ellos, totalmente 886.3 ha y parcial 5403.1 ha. Los daños más significativos estuvieron en la yuca, boniato, malanga y ñame. De las hortalizas, los cultivos con mayores afectaciones fueron: tomate (89.6 ha),   pepino (133.5 ha) y calabaza (424.4 ha).

♦  En los cultivos permanentes sufrieron daños 763.0 ha de plátano, 14 ha son totales y 749.3 parciales. Del plátano en producción fueron afectadas 100,5 ha; de ellas, 85,5 ha totalmente.

♦  En granos, las afectaciones más significativas se encuentran en el cultivo del maí­z (1556.6 ha), 246.7 ha de frijol y 3123.8 ha de arroz en la zona de Encrucijada.

♦  Afectaciones por humedad en más de 53 690 cujes de tabaco: 19 300 en Camajuaní­, 30 390 en Manicaragua y 300 en Cifuentes.

♦  En el ganado vacuno, fundamentalmente en las categorí­as menores, se han podido cuantificar 244 muertes; los municipios de más incidencia son Corralillo y Santo Domingo, con 134 y 66, respectivamente. Hay, además, 95 muertes de vacuno en producción.

♦  En la unidad Las Maderas, en Manacas, hubo 1176 gallinas muertas.

♦  Se reportan 180 767 litros de leche dejados de acopiar.

♦  En la Apicultura se habí­an podido visitar 86 apiarios, con 2316 colmenas. De ellas, 240 destruidas, para el 10 %.  

Entre el 2017 y lo que va de 2018 la agricultura villaclareña se ha visto sometida a tres eventos extremos de naturaleza diversa, todos a consecuencia del cambio climático.

Hasta septiembre de 2017 una intensa sequí­a impedí­a, incluso, la siembra del arroz en ese polo de la costa norte. Luego vendrí­a «Irma », el catastrófico huracán que causó daños por encima de los 110 millones de pesos y creó una situación alimentaria complicada en la provincia.

Y ahora, cuando en ese sentido existí­an ligeros atisbos de mejorí­a, sobrevienen las inundaciones de los últimos dí­as, con perjuicios sin cuantificar totalmente pero de consideración en varias producciones, pues hay lugares que permanecen incomunicados.

La situación obliga a repensar la estrategia de trabajo y a buscar la siembra de los socorridos cultivos de ciclo corto que den respuesta alimentaria rápida a la población y minimicen en lo posible la carencia de otros destruidos por las aguas.

Son cuantiosos los daños, y se ha perdido prácticamente el último mes y medio de trabajo, pues lo sembrado de abril a la fecha se malogró en su inmensa mayorí­a. El golpe de la naturaleza volvió a ser duro, pero de nada valen los lamentos.

Por eso, como dijo Héctor Luis Torna Martí­nez, delegado de la Agricultura en Villa Clara, que nos acompañó en el recorrido por Sagua la Grande y Quemado de Gí¼ines, «solo el trabajo abnegado de los hombres y mujeres del sector y su compromiso con la Revolución harán que salgamos adelante ».  

Donde reina el plátano fruta  

Llegar este martes 29 de mayo, aún en medio del temporal, hasta el polo platanero de Lutgardita, perteneciente a la UEB Agrí­cola Integral de Quemado de Gí¼ines, fue como arribar a un oasis de tranquilidad y sosiego.

Allí­ el agua caí­da en abundancia benefició al plátano en su crecimiento y lozaní­a.

Por Pedro Audel Plasencia Santos, director de la empresa quemadense, supimos que los niveles de producción del plátano fruta irán aumentando de manera paulatina, y se calculan 270 toneladas para el mes de junio, 300 para julio y unas 400 en agosto, momento pico de la cosecha.

Procesamiento de plátano en Lutgardita, Quemado de Gí¼ines, Villa Clara.
Procesamiento de plátano en Lutgardita, Quemado de Gí¼ines, Villa Clara.
 
Procesamiento de plátano en Lutgardita, Quemado de Gí¼ines, Villa Clara.
Proceso de beneficio del plátano fruta Cavendish, gran enano, en la granja Margarita, que incluye una nave de desverdización capaz de madurar de manera natural, en solo 72 horas, hasta 500 cajas a la vez, unas 10 toneladas.  (Fotos: Ramón Barreras Valdés)

En la granja Margarita, ubicada camino hacia el poblado de Carahatas, observamos el ajetreo en el beneficio del plátano. Dos veces por semana son enviadas hacia la capital provincial unas 10 toneladas. Todos los plátanos en sus respectivas cajas plásticas, desmanados y maduros.

Por lo que, poco a poco, el socorrido alimento comienza a verse en Santa Clara, especí­ficamente en el Mercado Buen Viaje, el mayor de la provincia, y en el MAE especializado El Mamey, aunque realmente es todaví­a la clásica gota de agua en el desierto.

Plátanos fruta de Lutgardita, Quemado de Gí¼ines, Villa Clara.
(Foto: Ramón Barreras Valdés)

En la cooperativa Grito de Yara, de la propia empresa, los racimos también crecen hermosos.

Según su administrador, Lázaro López López, disponen de 57 hectáreas en fase de explotación y otras 35 en fomento. «Tenemos el compromiso de hacer llegar a Santa Clara unas 60 toneladas de plátano fruta en el mes de junio, 98 en julio y 112 en agosto », informó.  

El ganado de Macún  

Todo en demasí­a es perjudicial, incluso el agua para los pastizales, pues los pastos viejos suelen podrirse. Mas, para los ganaderos, la lluvia resulta providencial: les surte del alimento necesario para su ganado y les quita de encima la preocupación mayor de la intensa sequí­a.

UEB Panchito Pérez, de la empresa ganadera Macún.
La zona de la UEB Panchito Pérez fue una de las más afectadas por las inundaciones. (Foto: Ramón Barreras Valdés)

En la Empresa Pecuaria Macún, donde hay más de 10 900 cabezas de ganado mayor desperdigadas por los extensos potreros, el temporal puso a correr a los trabajadores. A la cabeza, Diosnel Garcí­a Fernández, el director general, quien ha dormido poco en las últimas horas.

Lecherí­a bufalina Santa Ana II, empresa ganadera Macún, Sagua la Grande, Villa Clara.
Inundaciones en la lechererí­a Santa Ana II. (Foto: Ramón Barreras Valdés)

«Logramos subir a las zonas altas todo el ganado y sacamos de las vaquerí­as todas las vacas y búfalas en ordeño. No tuvimos que lamentar ninguna catástrofe, aunque de las 12 000 hectáreas hay 7000 bajo agua.

«La zona más complicada es Pancho Pérez y la vaquerí­a de búfalos Santa Ana II, donde nos encontramos. Hasta ahora solo hemos perdido cinco animales, aunque para el veredicto final hay que esperar que bajen las aguas.

«Acá tenemos capacidad para continuar incrementando el número de cabezas hasta las 13 000, pues comida y condiciones de atención tenemos. Aprovechamos muy bien los forrajes proteicos, como la morera y la tithonia una idea impulsada por Fidel, que aportan una excelente nutrición al ganado ».

Orientaciones para recuperarse de los daños    

♦ Priorizar la agricultura urbana mediante la siembra de todas las cámaras existentes.
♦ Intensificar la atención a los platanales.
♦  Cosecharlo todo, y Acopio como primer destino.
♦  Cosechar toda la yuca con riesgo de pudrición y preservar el cangre como semilla.
♦  Preparar y sembrar todas las áreas con cultivos de ciclo corto: boniato, calabaza, pepino, habichuela, maí­z.
♦  Cumplir todas las medidas fitosanitarias para evitar los brotes de plagas y enfermedades.
♦  Acopiar toda la leche posible. Prestar ayuda en aquellos lugares adonde el carro del Lácteo no pueda llegar.

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