
El Hospital Pediátrico Universitario Docente José Luis Miranda comenzó su historia hace 58 años. Y lo que inició con apenas 12 médicos e igual cifra de enfermeras para atender 109 camas, hoy realza como la principal institución de Salud destinada a la infancia villaclareña y a las de provincias cercanas.
Arriba a este cumpleaños con 273 camas y la laboriosidad de sus más de 1200 trabajadores; de ellos, 180 especialistas, además de los residentes en los distintos niveles, estomatólogos y sicólogos.
Se suma una cifra superior a los 300 en la nómina de enfermería, sin descartar los tecnólogos de la Salud y los indispensables trabajadores de servicios, entre otros.

Todo el esfuerzo permite una supervivencia general de 95,65 con marcada influencia de la Unidad de Cuidados Intensivos, unida a la Terapia Intermedia y la Neonatología, y del 93,9 de los pacientes acoplados a mecanismos de ventilación artificial. Además, cuenta con servicios territoriales de loables resultados como la Oncohematología, Nefrología, Cirugía Neonatal, Fibrosis Quística, Sistema Ultramicroanalítico, y Neurocirugía.
La institución ha disminuido los estadios avanzados de las sepsis (infecciones), y en los últimos tiempos registra récord de pacientes atendidos en Cuerpo de Guardia ante incidencias que no resultan verdaderas urgencias y que están llamadas a recibir tratamientos en la atención primaria.
Meritoria labor del Proyecto Para una Sonrisa que en sus casi dos décadas de existencia hace más grata la estancia de los menores hospitalizados con acciones culturales y recreativas.


En sus primeros años, la dependencia era denominada de manera errónea ONDI, pues Marta Fernández Miranda, esposa de Fulgencio Batista Zaldívar, asumía la dirección de la Organización Nacional de Dispensarios Infantiles y cedió el terreno destinado a un futuro hospital.
Escasamente construyeron dos paredes de lo que sería la esperada edificación, pero no avanzó más, hasta que el triunfo revolucionario asumió el proyecto para dejarlo inaugurado el 25 de junio de 1960 por el doctor José Ramón Machado Ventura, entonces Ministro de Salud.