¡A disfrutar Corralillo!

Miles de vacacionistas de Villa Clara, Cienfuegos, Matanzas y Sancti Spí­ritus llegan cada verano a los campismos El Salto, Ganuza y Sierra Morena, situados en el litoral norte de nuestra provincia.

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Campismo Corralillo
La poca profundidad y el escaso oleaje de las playas de Corralillo ofrecen mayor seguridad a los pequeños. (Foto: Mónica Sardiña Molina, estudiante de Periodismo)
Mónica Sardiña Molina (estudiante de Periodismo)
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07 Agosto 2018

Hoy, cuando los salarios de la mayorí­a de los cubanos no se corresponden con los precios de los productos y servicios turí­sticos, los campismos constituyen un salvavidas, si de recreación se trata.

Aunque gran parte de las familias no tiene la oportunidad de disfrutar sus vacaciones en un hotel, muchas aprovechan el tiempo de ocio en instalaciones más modestas, pero que no las privan del disfrute del entorno natural del archipiélago.

De ahí­ que miles de vacacionistas de Villa Clara, Cienfuegos, Matanzas y Sancti Spí­ritus lleguen cada verano a los campismos El Salto, Ganuza y Sierra Morena, situados en el litoral norte de nuestra provincia.

Los ancianos de la Casa de Abuelos Villa Alegre, en Sagua la Grande, no resistieron la tentación y montaron sus mesas de dominó bajo la sombra de los árboles de uva caleta, mientras los atletas de los equipos femenino y masculino de baloncesto de primera división de Villa Clara combinaron el entrenamiento en la arena con el reconfortante baño en la playa.

Verano en cifras

Campismo Corralillo
Las playas de Corralillo ofrecen una recreación sana para toda la familia. (Foto: Mónica Sardiña Molina, estudiante de Periodismo)

El campismo El Salto sobrepasa ya los 16 000 campistas/dí­as. «De las 185 cabañas con que contamos, estamos prestando servicio con 162. En las próximas jornadas debemos terminar las labores de mantenimiento en las restantes para ponerlas a disposición de los visitantes », apuntó Juan Carlos O'Reilly Arrechavaleta, subdirector de la instalación.

Por su parte, Ganuza ha recibido hasta la fecha más de 17 000 campistas/dí­as. «Actualmente, funcionan 153 cabañas de un total de 168. De las restantes 15, algunas reciben mantenimiento y otras aún presentan dificultades con el abasto de agua », explicó su director, Jorge L. Cabello Guillén.

Yaimara Sánchez Rodrí­guez, carpetera del campismo Sierra Morena, informó que, hasta el momento, más de 12 000 campistas/dí­as han pasado por la instalación, alojados en 130 cabañas. Otras ocho todaví­a no prestan servicios por problemas en la carpinterí­a.

¿Y qué tú crees?

A punto de regresar a Manicaragua, Estrella Pérez confesó que luego de varios años sin bañarse en el mar, no pudo resistirse a las playas de Corralillo. Entre risas señaló dos incomodidades: los mosquitos y las ranas.

Arisleidy y Arianna Pérez vinieron en familia desde este municipio montañoso y se despidieron complacidas con las ofertas gastronómicas y recreativas en Ganuza; asimismo, reconocieron las mejoras de las cabañas luego de un proceso de reparación.

Desde Santo Domingo, Odalia López López viene cada año a El Salto, pero esta temporada encontró el campismo mucho mejor que las anteriores. «Recibimos un servicio excelente. El campismo está limpio, no tenemos dificultades con el agua, la playa está riquí­sima y las ofertas son muy variadas. Aunque lo más impresionante es la atención del enfermero ».

Halagado, Henry Delvis Santos Ponce, enfermero del policlí­nico Mártires del 11 de Abril, respondió: «A pesar de la escasez de medicamentos en el paí­s y la ausencia de un médico en la instalación, yo hago todo lo posible por preservar vidas, que es lo más importante para todo ser humano ».

Tan irregulares como los bordes del litoral son las opiniones de los visitantes. Los campistas advierten el mantenimiento, las reparaciones de cubiertas y carpinterí­a, así­ como las labores de pintura e higienización. Al mismo tiempo, identifican algunas debilidades que opacan el disfrute.

«A partir de la recaudación podrí­an mejorar las condiciones de las cabañas. También se necesitan técnicos que reparen los ventiladores y los televisores; pero esas decisiones corresponden a la Empresa de Campismo Popular, porque los trabajadores de aquí­ tienen las manos atadas. Deberí­an adecuar el servicio que brindan a los precios que pagamos, pues lo más importante es responder a las necesidades del pueblo », expuso Daimí­ González Granela, de Santa Clara.

Otra campista que prefirió no revelar su nombre insistió en buscar soluciones al alcance de la mano. «Algunas cabañas están muy deterioradas y muchos problemas se resuelven fácilmente: tomacorrientes que faltan, llaves que hay que ajustar, ventiladores que necesitan grasa. Para eso no hay que esperar recursos de ninguna parte ».

Campismo Corralillo
En el verano nunca está de más protegerse de los dañinos rayos solares. (Foto: Mónica Sardiña Molina, estudiante de Periodismo)

Aunque la limpieza del área de playa corresponde a la Dirección Municipal de Servicios Comunales, los campistas de Ganuza se quejan de la entrada pedregosa de la playa. En Sierra Morena la situación se torna aun peor, porque a diferencia de las otras dos playas, no cuenta con un muelle para garantizar una entrada más segura a los bañistas.

Los ranchones y tiendas por divisa recientemente incorporados en los tres campismos garantizan nuevos servicios a los vacacionistas, pero no cubren todas sus necesidades.

En Ganuza y El Salto, la escasez de golosinas y la poca variedad de lí­quidos reflejan el deprimido surtido de las tiendas en divisa. Por otro lado, el menú de los restaurantes se compone de pollo, salchicha, huevo y, en menor medida, pescado. Pero el cerdo, rey de la cocina criolla,sigue ausente en la mesa.

Contrastes por cuenta propia

Durante los meses estivales un mar de visitantes hace frente a las aguas saladas de Corralillo. Sedientos y deseosos de un almuerzo cerca de la playa, no se conforman con los establecimientos estatales y recurren a otras ofertas con precios superiores y mayor variedad. Y es que en el debate sobre gastronomí­a no quedan fuera los trabajadores por cuenta propia.

«Deberí­an permitir la entrada de los cuentapropistas a todos los campismos para variar las opciones, porque ofrecen productos que en la instalación no encontramos. A fin de cuentas, ellos tienen una patente, pueden pagar el lugar de venta, como en los carnavales, y así­, le resuelven un problema a la población », sugirió un campista que prefiere el anonimato.

Sin embargo, Erick Escobar Mederos, de Quemado de Gí¼ines, apuesta por el protagonismo de la instalación para asegurar la satisfacción de los vacacionistas. «Los recursos son insuficientes, pero si se varí­an las propuestas en el campismo nos evitamos los precios excesivos de los particulares ».

Aida Fundora Ventura, de Santo Domingo, visita con regularidad el litoral y recurre necesariamente a la comparación, al reconocer que en la playa de Ganuza la gastronomí­a se reduce al complejo El Caracol, que no siempre complace a los bañistas, mientras que en El Salto las opciones para consumir resultan más diversas, incluso con los servicios de trabajadores por cuenta propia.

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Para muchos campistas la despedida es solo hasta el próximo verano. (Foto: Mónica Sardiña Molina, estudiante de Periodismo)

Al respecto Yamiry Ibáñez Alfonso, secretaria del Consejo de la Administración en Corralillo, explicó que el Estado dispone de ofertas atrayentes en Ganuza para intencionar una mayor afluencia de público, pero la playa El Salto continúa en la preferencia de corralillenses y visitantes.

«Hacemos todo lo posible para que los bañistas se sientan satisfechos en Ganuza. De hecho, tenemos planificada una actividad recreativa en esa playa para el cierre del verano. Respecto a los cuentapropistas no podemos hacer nada, porque ellos solicitan a Planificación Fí­sica la ubicación en la playa El Salto, siempre más concurrida », detalló Ibáñez Alfonso.

Los trabajadores de las tres instalaciones conocen sus debilidades y hacen lo posible por resolver los contratiempos en plena temporada, pero muchas decisiones escapan de sus manos. Aun así­, miles de personas eligen estos campismos e insisten en repetir el viaje el año siguiente.

Con satisfacciones, cuestiones pendientes y mucho calor, marcha el verano en Corralillo. Tres playas limpias, poco profundas y muy salobres esperan a todo visitante dispuesto ¡a disfrutar Cuba!

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