Los cosecheros de papa en Villa Clara ordenan la disposición de suelos y aseguramientos técnico-estratégicos para comenzar la siembra del tubérculo, uno de los más costosos del país por los precios en adquisición de semillas importadas, componentes químicos inherentes al cultivo y piezas de repuesto para la maquinaria agrícola. La superficie asignada es de 375 hectáreas, inferior a la temporada anterior en 37 ha, y se ubicará otra vez en los territorios de Santa Clara, Quemado de Gí¼ines, Santo Domingo y Remedios.
Unas 75 ha se plantarán con simiente nacional obtenida en la Agropecuaria de Santo Domingo. Esa entidad asumirá este año otras 20 ha, de las 300 restantes que llevarán 9 variedades de semillas compradas en mercados foráneos, con la finalidad de garantizar campañas venideras, dijo Adalberto Machado Naves, jefe del cultivo en la provincia.
La contienda exigirá disciplina tecnológica para alcanzar las 7855 toneladas, y se vaticina un rendimiento promedio de 20.9 t/ha, según el tipo de semilla empleada, indicó.
En la campaña precedente se consiguieron unas 9 195,9 t en unas 394 ha cosechadas, cuantía que situó los rendimientos entre los más elevados del país, y avaló a la provincia con rango de Destacada en comparación con las homólogas cubanas. El plan técnico económico se rebasó y vendieron el 98% de la producción total, sintetizó el informe de Machado Naves.
Agrícolas, técnicos y directivos del sector, luego de revisar deficiencias observadas en ese período, puntualizaron en atrasos de preparación de tierra, debido a lluvias y enyerbamientos, y precisaron aspectos del programa de reparación, mantenimiento y certificación de la maquinaria que emplearán las diferentes entidades del ramo.
Añadieron que, a pesar de los resultados conseguidos en la campaña anterior, el cultivo, por lo que representa como alimento estratégico para el pueblo, demandará las acciones planificadas en la eliminación de incumplimientos en los programas de defensa con medios biológicos que, de lo ejecutarse de manera correcta, atentan después contra los pronósticos de cosecha.