Una reunión de participación popular

Entrevista al joven Chéster Danilo Chaviano Valdés, delegado de la circunscripción 15 del Consejo Popular Condado Norte de Santa Clara, a propósito del Primer Proceso de Rendición de Cuenta.

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Chéster Danilo Chaviano Valdés
Chéster Danilo Chaviano Valdés, delegado de la circunscripción 15 del Consejo Popular Condado Norte de Santa Clara. (Foto: Ramón Barreras Valdés))
Enrique Moreno Gimeranez
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14 Noviembre 2018

El Primer Proceso de Rendición de Cuenta del delegado a sus electores correspondiente al XVII Perí­odo de Mandato se desarrollará en Villa Clara del 15 de noviembre al 30 de diciembre de 2018. El Reglamento de las Asambleas Municipales del Poder Popular establece como obligaciones de estos representantes populares: rendir cuenta periódicamente de sus funciones a sus electores, gestionar las soluciones y respuestas de lo referente a los planteamientos y atender a los electores en despachos programados periódicamente.

Pero, ¿qué caracterí­stica debe tener esta reunión? ¿Cuáles son algunos de sus aspectos organizativos? ¿Cómo lograr que sea un verdadero diálogo delegado-elector? Sobre estas y otras cuestiones, conversamos con el joven Chéster Danilo Chaviano Valdés, delegado de la circunscripción 15 del Consejo Popular Condado Norte de Santa Clara. Un aspecto nos sirvió como punto de partida para la plática: precisar qué entendemos como reunión de rendición de cuenta…

«Es uno de los momentos más importantes para la comunidad, la ocasión donde los electores participan en el ejercicio de gobierno y donde se discuten las principales problemáticas y preocupaciones en el barrio. El delegado, como representante de sus electores, rinde cuenta de su gestión e informa de polí­ticas públicas que tengan relación con la demarcación ».

¿Cómo se prepara un delegado para la reunión de rendición de cuenta?

La preparación hay que verla como un proceso, a partir de que los delegados tienen que ser capaces de tener una visión general de las problemáticas que pueden afectar a la comunidad, no esperar a ese momento de rendición de cuenta para enterarse de estas cuestiones.

«El delegado debe trabajar de forma sistemática con su diagnóstico, tener conocimiento general de cuáles son las preocupaciones de la población que puede discutir de manera priorizada a la hora del debate y los análisis. Es un espacio para reflexionar, para actualizar sobre las estrategias del paí­s, de la provincia y del municipio, para compartir polí­ticas públicas que tengan relación con la demarcación, así­ como de los resultados económicos y sociales del territorio.

«Debe implicar a la comunidad para que sea protagonista en la solución de sus mismos problemas. Si hacemos un análisis de estos temas los microvertederos los genera la comunidad, la yerba en los frentes de las casas y en los lugares públicos y la falta de limpieza e higienización resultan una responsabilidad de la comunidad, entre otras problemáticas. Entonces, ese puede ser el espacio para crear las comisiones de prevención y los consejos de vecinos en busca de soluciones a dichas afectaciones, para que el grupo de trabajo comunitario integrado se haga visible en toda su dimensión en la comunidad.    

«En el propio informe deben reflejarse con anterioridad por el delegado los problemas, a partir de su ví­nculo sistemático de trabajo y de su carácter previsor. Así­ demostramos a la población que sus planteamientos resultan conocidos, que se han gestionado y que se encuentran en un proceso de respuesta ».    

¿Qué elementos deben tenerse en cuenta para el desarrollo de la reunión?

En primer lugar, los delegados deben conocer sus deberes, los cuales no solo incluyen la gestión de los planteamientos, sino también la participación en las sesiones de las Asambleas Municipales del Poder Popular, la preparación para las reuniones del Consejo Popular, donde se discuten problemas concernientes a las diferentes demarcaciones. De esta forma, debe informar cómo ha cumplido con todos estos elementos.

«Según establece el Manual de Funcionamiento de las Asambleas Municipales del Poder Popular, el delegado no solo debe trabajar y gestionar las soluciones de los planteamientos materiales que afectan a la población, también debe preocuparse por los problemas sociales, familiares y las vulnerabilidades presentes en la comunidad. Debe tener una visión holí­stica del barrio para nutrir el informe de rendición de cuenta, donde no refleje solo aspectos administrativos. Debe implicar realmente al barrio y tener presente que, si un planteamiento no encuentra solución por la ví­a administrativa, está también la ví­a comunitaria.  

«El delegado valida las respuestas a planteamientos anteriores en la reunión de preparación, vuelve a visitar a los electores que hicieron planteamientos en otros procesos, analiza el diagnóstico de la circunscripción y los posibles planteamientos o aquellos envejecidos, y si lo estima, solicita la presencia de directores. No obstante, es importante precisar que el delegado rinde cuenta de su gestión, con independencia de la presencia del directivo y sus explicaciones pertinentes. Este último no puede suplantar la función del delegado. Debe actuar con astucia y demostrar que se encuentra preparado para el proceso de rendición de cuenta ».

¿Cómo lograr un verdadero diálogo delegado-elector?

Es un elemento importante y difí­cil como parte de la participación popular. Depende en gran medida de las caracterí­sticas de la demarcación. Puede lograrse llevando a la reunión temas de interés e información actualizada. El delegado debe ser un constante “celoso” del barrio, o sea, de sus preocupaciones e inquietudes, debe estar en permanente intercambio con las masas. Cuando decimos Proceso de Rendición de Cuenta del delegado a sus electores hablamos de un resultado final.

«Se logra un diálogo cuando el representante popular está constantemente vinculado con la población, en los despachos individuales, en visitas y recorridos comunitarios, cuando no se aleja del barrio. Entonces, cuando llega este proceso de intercambio, los pobladores pueden afirmar “el delegado estuvo” o “el delegado me visitó y conoce mi preocupación”. Pero el diálogo, más allá de las problemáticas, puede establecerse en función de las potencialidades de la propia comunidad y sobre las acciones para transformar el barrio.

«Además, en ese debate franco y abierto, podemos expresar qué no hemos logrado, mantener un intercambio crí­tico y autocrí­tico, con una visión también hacia lo que se puede hacer. En todo momento, debemos proyectarnos en continuar defendiendo los principios de la Revolución, demostrar que nos encontramos trabajando en función de las problemáticas del barrio y exhortar a la participación popular en cada tarea ».  

Tu llamado a los delegados villaclareños en vista de este Primer Proceso de Rendición de Cuenta…

Debemos enfrentar preparados este proceso y sin ningún temor al intercambio. Transmitiremos confianza a nuestros electores, reafirmaremos que todos juntos podemos vencer los obstáculos y dificultades de nuestras comunidades, paso a paso, poco a poco, sin prisa pero sin pausa, como ha dicho el General de Ejército Raúl Castro Ruz. Siempre que el delegado esté en función de su comunidad, tendremos la satisfacción de obtener mejores resultados.  

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