Unas 500 hectáreas restan a Villa Clara para culminar la siembra de caña prevista en el 2018, y de manera simultánea los agrícolas del sector continúan las atenciones culturales en las plantaciones recién contadas y preparan suelos para llegar a un 11% de crecimiento de materia prima disponible en la zafra del próximo año.
La central provincia, mayor productora de crudo del país, prevé cerrar diciembre con unas 15 047 ha sembradas, cifra inferior en unas 6000 del plan inicial reajustado aquí tras los estragos que ocasionaron el huracán Irma y la tormenta subtropical Alberto a su paso por el territorio. No obstante, el volumen de superficie resulta significativo en el propósito de elaborar por contienda mayor cantidad de azúcar y obtener volúmenes altos de derivados, precisó Andrés Durán Fundora.
El director de la Empresa Azucarera Villa Clara resaltó que en la costa norte se labora en la roturación y adecuación de unas 5900 hectáreas que sembrarán entre enero y abril, y que al disponer de riego de agua y de tiempo suficiente para el crecimiento vegetativo de la gramínea, también se incluirán en el programa de cosecha de la zafra entrante, con lo cual se garantizará parte de la materia prima requerida por los centrales del territorio.
Añadió que junto a la actual zafra, en la cual ya arrancaron seis de los nueve ingenios planificados, existe un programa de mejoramiento de caminos a partir de apoyo cooperado entre empresas de diferentes organismos y brigadas del ramo.
También precisó que consolidan las labores culturales en terrenos recién liberados de caña y continúan la siembra de otras superficies, acciones avaladas con calidad para apuntalar los rendimientos y la población por campo, vitales en el propósito de crecimiento azucarero y, de esa manera, terminar el año con el importante programa cumplido.