Un tesoro en Sabanas de Manacas

El carbón vegetal artesanal producido en Espinal, municipio de  Santo Domingo, aporta importantes dividendos a la provincia y al paí­s con su venta en el mercado externo.

Compartir

Carbonero cuida horno de carbón en Sabanas de Manacas, Villa Clara, Cuba.
El horno requiere de un cuidado permanente. A los siete días, en dependencia de los metros cúbicos de leña, se obtiene un carbón vegetal de calidad. (Foto: Ramón Barreras Valdés)
Idalia Vázquez Zerquera
Idalia Vázquez Zerquera
@IdaliaVzquez
1916
25 Diciembre 2018

En Villa Clara se potencia la producción de carbón vegetal artesanal ante los dividendos que reporta la exportación de este combustible vegetal, altamente demandado en Europa y otros paí­ses.

La Empresa Forestal Integral tiene a su cargo parte de estas producciones que se fomentan en todos los municipios de la provincia; sin embargo, la UEB Espinal, perteneciente a la Unidad Silví­cola de Santo Domingo, situada en la Carretera a Corralillo, despunta en esta labor que antaño constituí­a el sostén de familias, convertida ahora en un importante oficio.

Tuneros en Villa Clara

La tradición de hacer carbón vegetal no ha prendido en Villa Clara, y aunque algunos campesinos incursionan en la actividad, son los tuneros quienes llevan las riendas de este quehacer en la provincia, ante los altos ingresos que reporta al bolsillo. Entre los que se han aventurado en esta misión, se encuentra Ricardo Castillo López, quien desde hace ocho años llegó al territorio central para unirse a los carboneros de Espinal.

Ricardo Castillo, carbonero de Las Tunas que labora en Sabanas de Manacas, Villa Clara.
Los altos ingresos que reciben los carboneros de la UEB Espinal animaron al tunero Ricardo Castillo López a incursionar en esta labor. (Foto: Ramón Barreras Valdés)

«Cuando me incorporé a la tarea, recibí­ una capacitación por parte de especialistas de la Empresa Forestal Integral. La pega es dura, porque hay que levantar el horno y cuidar de él todo el tiempo sin perderlo de vista, aun cuando todos colaboramos. Si es preciso, vamos al monte en busca de marabú; aunque una brigada se dedica a cortarlo con motosierras y trasladarlo en carretas, lo que humaniza el trabajo.

«En un mes percibimos entre 2800 y 3000 pesos en moneda nacional, en dependencia de lo que hacemos, y en divisas, 20,00 CUC por cada tonelada de carbón.

«Mire, los tuneros no le tenemos miedo a este trabajo y estaremos por acá hasta que las fuerzas nos acompañen ».

Carbón vegetal

♦ El carbón vegetal es el producto que se obtiene de la carbonización de la madera en condiciones controladas en un horno. ♦  Durante el proceso de carbonización, se controla la entrada del aire para que la madera no se queme, sino que se descomponga quí­micamente para formar el carbón vegetal.
♦  Una vez iniciado el proceso, este continúa por sí­ solo y libera una gran cantidad de calor.
♦  La madera comienza a carbonizarse cuando llega a una temperatura de alrededor de 300 °C. El residuo sólido resultante es el carbón vegetal.

Refiere Ricardo que conoció sobre el empleo a través de otros coterráneos de Majibacoa y Jobabo, y sin pensarlo dos veces encaminó sus pasos hacia Villa Clara como lo hicieron sus compañeros Adael, Norge, Alfredo y Mauro.

«Voy a la casa cada dos o tres meses. El tren que sale de Santa Clara hasta Santiago de Cuba me resulta cómodo para viajar. A pesar de la distancia, mi esposa, Yanilis, me apoya porque lo que hago ayuda a pagar los gastos de la casa ».

Andrés Garcí­a Martí­nez, al frente del área de manejo integral de la UEB Espinal, expresó que aquí­ los carboneros velan por que el artí­culo destinado a la exportación cumpla con los parámetros de calidad exigidos.

«La producción que no reúne las condiciones requeridas dijo se oferta en moneda nacional, fuera de plan, a unidades de la Gastronomí­a de Santo Domingo, Quemado de Gí¼ines, Corralillo y Cruces. También, luego del paso del huracán Irma y ante la falta de electricidad, vendimos algunos volúmenes a la población ».

Los carboneros de Espinal están a punto de cumplir lo planificado para el año, equivalente a 400 toneladas de carbón vegetal. En estos momentos emplean solo el marabú como materia prima, pues cada tonelada elaborada con esta madera tiene un costo de 315,00 pesos en divisas; sin embargo, la de eucalipto y de mezclas alcanza solo 285,00 pesos en esa moneda. La comercialización hacia el exterior está a cargo de la Empresa Alcona S.A., del Grupo Empresarial Flora y Fauna.

Para reponer el Bosque Modelo

A pocos metros de las humeantes chimeneas, seis féminas procedentes de las comunidades de Espinal y Bermejo preparan los viveros con el empleo de la técnica del tubete, para renovar el Bosque Modelo de Sabanas de Manacas.

Se trata de Diana, Mayra, Naibi, Mailí­n, Iliana y Nardelis, quienes comparten las labores hogareñas con su condición de trabajadoras.

Desde temprano llegan en carretas y, sin importarles las altas temperaturas, se dedican a la siembra, el relleno o el saque de posturas para reponer el Bosque Modelo.

Meira Morejón González, directora de la Unidad Silví­cola de Santo Domingo una de las diez con que cuenta la provincia, manifestó que en ocasiones, cuando es necesario, las mujeres tienen que extender la jornada del dí­a. Ello obliga a las campesinas a un esfuerzo superior, pero lo hacen con mucho empeño.

Trabajadoras del vivero de Espinal, en Villa Clara, Cuba.
El vivero natural renovable, devenido rubro exportable. de Espinal resulta indispensable para la reforestación del Bosque Modelo único de su tipo en Cuba, además de constituir una fuente de empleo para la mujer campesina. (Foto: Ramón Barreras Valdés)

En un área de 171 000 hectáreas que abarca desde Santo Domingo hasta Corralillo crecen eucaliptos, bambúes, acacias, tecas y majaguas, así­ como las caobas africana y hondureña. Actualmente, el í­ndice de boscosidad alcanza el 19,4 %, y en una década prevén lograr el 32 %, aun cuando tras el paso de «Irma » fueron afectadas 539 hectáreas, de las cuales 272 han sido recuperadas.

Sabanas de Manacas constituye el único Bosque Modelo de Cuba privilegio que solo comparten 16 paí­ses del orbe, donde se encuentra la Reserva Florí­stica Monte Ramonal. En este ecosistema, desde el 2008 no se reportan incendios de altas proporciones, gracias al cuidado de los vecinos de las comunidades aledañas, que protegen el bosque, convertido en fuente de empleo e ingresos para sus habitantes.

De ahí­ que desde edades tempranas se potencie en las escuelas la creación de cí­rculos de interés para el cuidado de la flora y la fauna. Durante el perí­odo seco los niños, de conjunto con los guardabosques, promueven campañas divulgativas para proteger el área de posibles siniestros.

Conrado Martí­nez Rodrí­guez, director general de la Empresa Forestal Integral de Villa Clara, precisó que el plan del año en la provincia asciende a 1010 toneladas de carbón, monto a punto de alcanzarse.

En Villa Clara continúa el programa de reforestación con fines productivos, protectores del medioambiente y energéticos, que en Espinal avanza sin tropiezos con la estabilidad en la elaboración del carbón vegetal, un recurso natural renovable, devenido rubro exportable.  

Comentar