Para que la reina de las viandas llegue a los mercados, primero hay que cosecharla. Así que lo que se pide no es siquiera cambiar la mentalidad de consumidores por la de productores, sino por la de recolectores.
La papa regresa esta semana a la red de mercados de Villa Clara. La ausencia temporal estaba en los planes, en correspondencia con los días que separaron la siembra de semilla nacional en Quemado de Gí¼ines y el Valle del Yabú, de la importada. O sea, ahora viene la papa de mayor calidad y calibre.
Según confirmó Ramón Rosas Martín, director provincial de Acopio, hasta el jueves se completarán las cuatros libras per cápita en los diferentes municipios, y el fin de semana comenzará la venta de cuatro libras por consumidor en Santa Clara.
Hoy está más justificado que nunca llamarle reina de las viandas, y no solo por la preferencia que goza en la cocina, sino también porque la papa pudiera mirar por encima del hombro al resto de los tubérculos y raíces ya que es la única que recibe un paquete tecnológico de insumos importados.
Pero esa prioridad reclama el mayor rigor en todo lo que se le debe hacer para obtener rendimientos acorde con los gastos.
Afortunadamente a pesar del clima caluroso que la ha perseguido durante febrero y marzo, los especialistas aseguran que el tubérculo viene bien y debe cumplirse con la producción planificada para garantizar las once libras previstas por consumidor y conservar una parte en frigorífico para posibles contingencias.
Lo que no puede repetirse bajo ningún concepto es que se pierda papa en la etapa final de cosecha, cuando ya se hizo el gasto principal y en el Yabú la situación se ha puesto tensa.
Se está pagando bien el saco de papa cosechado pero aún así falta fuerza de trabajo dispuesta a contratarse diariamente y es preciso revitalizar las movilizaciones diarias para que no se pierda ni un quintal.
Como la papa se siembra en pocos días, en pocos días también hay que recolectarla, de lo contrario suele cobrarlo muy caro.
Todavía está en el recuerdo de la gente aquella papa mojada en los mercados del año pasado.
Podría afirmarse que con las altas temperaturas que han acompañado esta campaña, la lluvia sería mortal y hay que adelantarse a cualquier zancadilla de la naturaleza.
La papa siempre ha sido recibida con amor por los consumidores, por esta misma época del pasado año resultó una bendición después de la debacle productiva resultante del huracán Irma y hoy viven de nuevo los mercados una situación difícil lo cual significa un valor agregado para la papa.
Pero para que la reina de las viandas llegue a los mercados, primero hay que cosecharla. Así que lo que se pide no es siquiera cambiar la mentalidad de consumidores por la de productores, sino por la de recolectores.