«Contamos con nuestro pueblo […] », afirma primera secretaria del PCC en Villa Clara

Entrevista a Yudí­ Mercedes Rodrí­guez Hernández, elegida para dar continuidad a la labor del Partido en la provincia.

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José Ramón Machado Ventura junto a Yudí Rodríguez Hernández, en Plano Extraordinario del PCC en Villa Clara.
José Ramón Machado Ventura presidió el Pleno en el que Yudí Rodríguez Hernández fue elegida primera secretario del Comité Provincial del Partido en Villa Clara. (Foto: Carlos Rodríguez Torres)
Narciso Fernández Ramí­rez y Enrique Moreno Gimeranez
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09 Junio 2019

El pasado 31 de mayo el Pleno Extraordinario del Comité Provincial del Partido en Villa Clara eligió como primera secretaria en la provincia a Yudí­ Mercedes Rodrí­guez Hernández, de 51 años de edad,  licenciada en Marxismo-Leninismo e Historia, y con una amplia trayectoria polí­tica.

Vanguardia conversó con esta flor de la montaña, quien combina ternura y rectitud de carácter, voluntad y disciplina; con esta cubana de sonrisa franca y palabra elocuente; con la sensible mujer, la primera en ocupar esta responsabilidad en nuestro territorio. Y ella, como quien habla a un amigo, nos cuenta de sus orí­genes y de su familia...

«Manicaragua es mi tierra natal. Mi papá fue dirigente del Partido durante 20 años. Hoy preside la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana en este municipio. En mi formación desde niña tengo que agradecerles mucho a mis abuelos, a mis tí­as y, por supuesto, a mis padres. Tengo una familia unida y a ellos les debo todo lo que soy ».

Tus recuerdos de la etapa de estudiante universitaria…

Yudí­ Rodrí­guez Hernández, primera secretaria del PCC en Villa Clara.
Yudí­ Rodrí­guez Hernández, primera secretaria del PCC en Villa Clara. (Foto: Carlos Rodrí­guez Torres)

En primer lugar, recuerdo que tuve excelentes profesores, que me prepararon para la vida, al igual que las exigencias de mis padres para ser una buena estudiante y mantener una adecuada conducta. También, la labor en las organizaciones juveniles, en los trabajos voluntarios en el café, jornadas de recogida de la papa, y en la construcción de la Plaza de la Revolución. Todos esos momentos me aportaron mucho.

En el posterior trabajo como cuadro polí­tico, ¿qué quedó de esa formación como maestra?

Todaví­a la tengo, nunca la voy a dejar ir. Conocer el rigor del proceso docente y la disciplina laboral que se vive en una escuela, ayuda mucho a forjar determinadas cualidades de dirección: respeto, organización, disciplina, entre otras.

«Además, contribuye a mantener el hábito de estudio, a prepararse constantemente y yo disfruto estudiar. He buscado la forma de superarme a través de diferentes cursos en el Partido ».

Los inicios como dirigente polí­tica…

Desde mi condición de profesora era miembro del Comité Municipal de la UJC. Habí­a terminado mi servicio social y comencé de instructora en la UJC en 1992. Trabajé en el área educacional de Manicaragua al Hanabanilla. Los cuadros juveniles tení­amos una bicicleta para andar por el territorio. Iba hasta La Campana dando pedales y visitaba los comités de base y las escuelas de la zona. Otras veces me trasladaba “en botella”. Trabajé con los pioneros y con los jóvenes, con el movimiento de los Pioneros Exploradores y en la organización de las acampadas, entre otras actividades.

«Después me promovieron a miembro del Buró Polí­tico-Ideológico de la UJC en Manicaragua y, más tarde, como primera secretaria de la organización en el municipio. En el trabajo en el Partido comencé con 27 años. Estuve como funcionaria, me fueron preparando mis compañeros hasta ocupar la esfera polí­tico-ideológica y, posteriormente, como primera secretaria del municipio, la primera mujer en ocupar esa responsabilidad ».

¿Cómo asumiste ese reto?

Me entregué a mi labor y me vinculé al sector campesino. Le dedicaba muchas horas de trabajo al campo, a conversar con los agricultores y a recorrer los centros productivos. Recuerdo que viví­ también momentos muy difí­ciles en esos cinco años como primera secretaria, especialmente tres perí­odos de situación meteorológica compleja. Primero, una intensa sequí­a con bajos niveles de agua en el embalse Hanabanilla y la ocurrencia de incendios forestales en la montaña por esta causa.

«El huracán Denis, y luego el Gustav, Ike y Paloma, afectaron al territorio en esa época. La cohesión y espí­ritu de trabajo de los presidentes de los consejos de defensa fue una de las fortalezas. Yo no estaba tranquila hasta que toda la población vulnerable estuviera protegida en los centros de evacuación. Después, trabajar en la recuperación resultó también una enseñanza.

«Por otra parte, los conocimientos adquiridos en el Colegio de Defensa Nacional y en los ejercicios de la Operación Caguairán aportaron a mi preparación ante estos escenarios ».

¿En esta etapa se convierte en mamá?

Sí­, tuve mi hijo en Manicaragua, casualmente fui madre el dí­a 23 de diciembre, fecha de la liberación de este municipio por las tropas del Comandante Ernesto Guevara.

«Mi hijo es fruto de la ciencia, por eso, defiendo mucho los tratamientos existentes en Cuba para las parejas infértiles. Desde pequeño, recibió el cariño de mis compañeros yo muchas veces estaba ocupada en las funciones propias del Partido y traté de educarlo para que fuera un hombre de bien en el futuro. Hoy, Fabio estudia Derecho en la Universidad Central de Las Villas.

De ahí­ a Sagua la Grande, como primera secretaria del Partido...

Tengo que confesarles que disfruté mucho trabajar en Sagua. Lo hice con mucho amor y sentí­ la gratitud y el acompañamiento del pueblo sagí¼ero. Era también la primera mujer en asumir esta responsabilidad en ese municipio, donde no conocí­a prácticamente a nadie. Me fui de allí­ con el deseo de haber querido hacer más y de estar más tiempo.

Yudí­ Rodrí­guez Hernández y Julio Lima Corzo.
Yudí­ Rodrí­guez Hernández se desempeñó al frente de la esfera Ideológica en el Comité Provincial del PCC, que hasta el 31 de mayo encabezó Julio Lima Corzo, quien aparece junto a ella en la foto. (Foto: Narciso Fernández Ramí­rez)

«Fueron muy útiles las experiencias que traí­a de Manicaragua, aunque eran territorios con caracterí­sticas diferentes: fue el paso de uno agrí­cola a otro industrial. Disfrutaba mucho dialogar con las personas, recorrer todo el territorio y los centros productivos.

«Dejé muy buenas amistades allí­. Además, agradezco que hayan sido los sagí¼eros quienes me hayan propuesto a la candidatura para integrar el Comité Central del Partido en el año 2011 elegido en el VI Congreso ».

¿Tus experiencias como polí­tica-ideológica en el Comité Provincial del Partido en Villa Clara?

En estos ochos años con esta responsabilidad he vivido momentos trascendentales de la historia del paí­s. Hacer cumplir los acuerdos del VI Congreso del Partido, la Primera Conferencia Nacional y el VII Congreso, especialmente los Lineamientos concernientes al sector jurí­dico, la cultura, los medios de comunicación y la vida interna del Partido. Ha sido una época de mucha consagración y horas dedicadas a trabajar.

«Vivimos también en esta etapa procesos eleccionarios y el de la Reforma Constitucional, las transformaciones al interior de las propias organizaciones, etc. Ha implicado mucho esfuerzo de todos los compañeros. El momento del homenaje póstumo al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz siempre será inolvidable ».

¿Qué estrategia seguirá ahora como primera secretaria del Partido en Villa Clara?

Vamos a consagrarnos a la nueva labor, a trabajar unidos, en equipo. Contamos con la experiencia necesaria para esta tarea y con nuestro pueblo. Los villaclareños son muy exigentes y eso nos compromete. Que las personas nos aporten sus opiniones y vivencias resulta un elemento positivo para nosotros. Además, que la gente enfrente los problemas, que participe en cada uno de los procesos.

«El trabajo en el Partido tenemos que materializarlo en los núcleos, allí­ están nuestras fortalezas. Tenemos importantes misiones hoy: la economí­a del paí­s, la defensa de la Patria y la lucha ideológica. Villa Clara tiene el reto de incrementar la producción de alimentos, sustituir importaciones y lograr mejores encadenamientos productivos. Hay desafí­os por delante, pero contamos con nuestro pueblo para vencerlos ».

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