
Raúl Andrés Panaco Sosa llegó con 16 años al Instituto Politécnico Industrial (IPI) General Lázaro Cárdenas del Río. Lo hizo con el propósito de estudiar la especialidad de Técnico Medio en Organización y Planificación de la Industria Mecánica.
Por sus resultados docentes y necesidad del centro le pidieron integrara el claustro, y desde entonces, hace 36 años, labora como profesor de este instituto. Aquí, su único centro laboral, ha impartido diversas materias, pero ahora se especializa en las económicas. Le imparte clases a los alumnos que se preparan como futuros profesores de Economía.
«Mi mayor satisfacción es ver a los estudiantes ya graduados. Que me llamen profe, tanto en la escuela como en la calle. Durante 14 años fui Vanguardia Nacional del sindicato y recientemente recibí el Premio Especial del Ministerio de Educación ».
Panaco se levanta diariamente a las 5:30 a.m. Tiene dos hijos que asisten a la secundaria básica, y junto a su esposa los prepara para la vida. Comienza su jornada laboral a las 7:30 a.m. hasta las 4:45 p.m.
«Si estoy en el sector es porque me siento bien. Tengo un título universitario de Licenciado en Economía, con el cual puedo trabajar en alguna empresa, pero prefiero mantenerme frente al aula. Vengo a trabajar, a aprovechar el tiempo », dice.
Para sus clases se prepara mediante las intervenciones de los máximos dirigentes del país. También con los libros, que, como bien afirma, no pueden olvidarse nunca, a pesar de las nuevas tecnologías.
Entre sus actuales responsabilidades se encuentra la de profesor guía de un grupo de Enseñanza Técnica Profesional, al cual le imparte las asignaturas de Gestión del Capital Humano, Formación Ciudadana para la Defensa, Elementos de la Economía y Planificación.
Se considera un guajirito de Manacas al que siempre le gustó estudiar, leer el periódico y ver la Mesa Redonda. Con el ejemplo de quienes fueron sus profesores y del máximo líder de la Revolución cubana, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, asegura que mientras tenga condiciones para tener una tiza en la mano se mantendrá en la escuela.