La escuela como centro de la comunidad

Belkis Jiménez Sánchez habla con pasión de la labor que realiza. Está preparada para asumir la responsabilidad de monitora cuando otras escuelas del territorio se sumen al proceso del tercer perfeccionamiento.

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Belkis Jiménez Sánchez educadora de Ranchuelo
Belkis se hace acompañar de dos niñas de la Colmenita de la escuela, a la izquierda con Arena Reicino Cuéllar (Cucarachita Martina) y Chenih Ledón Pérez (Caperucita Roja). (Foto: Osmaira González Consuegra)
Osmaira González Consuegra
Osmaira González Consuegra
@oglezc
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16 Junio 2019

Una maestra devenida promotora cultural. Se trata de Belkis Jiménez Sánchez, quien durante 15 años ha fungido como directora del seminternado Javier Calvo Formoso, en el poblado La Esperanza, del municipio de Ranchuelo.

Con anterioridad desempeñó distintas responsabilidades, la más sobresaliente fue la de jefa del Departamento de Enseñanza Primaria a nivel municipal. Pero su quehacer fundamental ha sido promover la cultura entre los alumnos y los profesores que dirige. Por eso ha recibido la condición de Guí­a Reparadora de Sueños durante varios cursos consecutivos.

Ahora, inmersa en el proceso del tercer perfeccionamiento de la educación, se siente más motivada con la labor que realiza y dice:

«La clave del éxito está en cómo se ha podido transformar el sistema de dirección. De manera tal que se han incrementado con eficiencia los resultados en el aprendizaje escolar ».

La escuela cuenta con una matrí­cula de 679 alumnos, así­ como 79 trabajadores; de ellos, 56 educadores. Presenta déficit en la cobertura docente, pero como alternativa la estructura de dirección se encuentra vinculada al aula a tiempo completo.

Para Belkis, el tercer perfeccionamiento ha significado un vuelco enorme en los educandos. Poseí­an muchas carencias y dificultades en el rendimiento educativo.

«La utilización de métodos y estilos de trabajo novedosos, según las posibilidades de cada escuela y a partir del diagnóstico individual de los estudiantes, nos ha permitido alcanzar logros significativos, siempre con la participación del claustro, la familia y la comunidad », afirma la directora.

Añade que para la formación integral del alumnado cuenta con proyectos institucionales, en los cuales es fundamental el ví­nculo con la familia. Entre ellos se encuentra una Colmenita que involucra a 60 alumnos; la banda rí­tmica de 89 niños, incluidos seis con necesidades educativas especiales; un coro de 79 niños y una cantorí­a que agrupa a todos los alumnos del segundo ciclo.

Con agentes externos a la escuela se realizan otros proyectos de artesaní­a y tabaquerí­a.

Belkis Jiménez Sánchez habla con pasión de la labor que realiza. Está preparada para asumir la responsabilidad de monitora cuando otras escuelas del territorio se sumen al proceso del tercer perfeccionamiento.

«Poder transmitirles a mis colegas lo aprendido en este proceso, cuyo fin esencial es convertir la escuela en el centro de la comunidad, será una hermosa experiencia ».

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