Cada curso escolar le depara a Maribi Adela Rivero Camacho un reto y el compromiso con la formación de las nuevas generaciones. Su carisma y alegría la hacen sobresalir entre los demás profesores del Preuniversitario Capitán Roberto Rodríguez en Santa Clara.
Pudiera decirse que esta joven lleva la vocación por el magisterio en cada átomo de su cuerpo, que le corre por las venas y que contiene en cada genotipo de su ADN el amor por la Física, pues sus padres: Maribel y Wilfredo, también son profesores de esta especialidad.
«Desde muy pequeña sabía que de alguna manera quería ser maestra. Era lo que veía también en la casa, tenía el ejemplo de mis padres. Esa vocación se reforzó cuando llegué al IPVCE Ernesto Guevara y tuve a mi mamá como mi profesora guía durante tres cursos escolares. El ejemplo de ellos ha sido mi inspiración ».
Maribi siente alegría cuando se encuentra con uno de sus alumnos en la calle y le dice «usted fue mi profesora de Física », ese es uno de sus mayores premios.
«Concluí con un promedio de 100 puntos en la Vocacional y para asombro de muchos opté por el pedagógico en la especialidad Matemática-Física. Realmente no me veía en otra carrera, visitamos todas las facultades de la Universidad Central y cada vez que salía de una, decía, “no me veo en esa, este no es mi perfil, esta no es mi profesión, yo quiero ser maestra, quiero enseñarâ€.
Maribi recuerda que en sus inicios le era muy difícil, pero logró superar barreras con la ayuda de los magníficos profesores que tiene, sus padres.
«El profesor continuamente tiene que estarse superando. A los jóvenes les recomendaría que escojan aquella carrera por la que sienten pasión. Cuando uno ama lo que hace, lo hace bien, y con gusto. Y sí sienten amor por las carreras pedagógicas, que elijan ese camino, que es un camino difícil, pero muy gratificante ».
Los profesores de Física, generalmente, son inolvidables por lo complicada que es la asignatura, pero Maribi prefiere hacer las clases más dinámicas y atractivas.
«Cada educador posee sus propias destrezas. Me gusta ir de la contemplación viva al pensamiento abstracto y de ahí, a la práctica. El reto consiste en superar la teoría y realizar más experimentos. Mi papá me ayuda a reparar equipos que aparentemente no sirven, buscamos piezas en desuso para ejemplificar las leyes de la termodinámica o del movimiento de los cuerpos. Depende del tema de la clase. También me auxilio de los alumnos. Les oriento tareas en colectivo e individuales para que confeccionen maquetas. No me detengo a esperar medios de enseñanza importados. Mi esposo es un gran apoyo, y mis hijos complementan mis días ».
Maribi prefiere continuar resolviendo cálculos y aplicando leyes fiscas en las aulas. La ayuda de sus padres la considera indispensable y afirma que parafraseando al físico y matemático británico Isaac Newton «si consigo ver más lejos es porque he conseguido auparme a hombros de gigantes ».