
La siembra de caña durante el período invernal incrementa sus atrasos en Villa Clara en zonas de la costa norte, donde los persistentes volúmenes de precipitaciones impiden desde la preparación de suelos hasta la plantación de la gramínea.
A partir de julio, fecha en la cual arrancó para el sector agroazucarero la campaña de frío, apenas hay sembradas unas 2300 hectáreas de las 11 000 planificadas en ese período, lo cual sitúa a la provincia entre las más rezagadas del país.
No obstante, se dispone de hombres y medios de trabajo, así como de los fertilizantes requeridos y de unas 488 yuntas de bueyes, para suplir el déficit de petróleo y otros insumos que limitan las maniobras de la maquinaria agrícola, lejos todavía de un ascenso en la productividad, dijo Amado López Cordero, especialista del ramo.
Las sistemáticas lluvias dejan encharcamientos en los campos, pero las fuerzas se afanan en el drenaje y plantan las simientes en aquellos lugares con un rango de humedad permitida, con el propósito de lograr adecuadas germinaciones, apuntó.
De las unidades productoras, añadió, sobresalen Carlos Baliño (Santo Domingo) y Heriberto Duquesne (Remedios), ya próximas a satisfacer sus plantaciones del año, mientras Ifraín Alfonso (Ranchuelo) y Héctor Rodríguez (Sagua la Grande) tienen los mayores atrasos en los respectivos programas de siembra.
Destacó que no descuidan las plantaciones en fomento, con la aplicación de fertilizantes, herbicidas y el bioestimulante Fitomás-E, entre otros productos que favorecen el crecimiento de la gramínea.
Durante la campaña de primavera se sembraron unas 9000 hectáreas, y si adicionamos las que ahora se fomentan, solo hay plantadas unas 11 300. Ello obliga a redoblar los esfuerzos para llegar a las 19 000 comprometidas por la central provincia, empeñada en garantizar la producción de crudo en zafras venideras.