
Cursar estudios universitarios en Cuba es un derecho al que pueden acceder las personas invidentes o con discapacidades visuales. La inclusión educativa en Cuba constituye uno de los principios más humanos y sensibles en la formación de nuestros niños, adolescentes y jóvenes. Ni siquiera el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos a la isla ha impedido cumplir con este objetivo.
A mi mente llega ahora Adán. El joven ya debe ser todo un profesional de la Psicología, pues era alumno de esa especialidad cuando yo estudiaba Comunicación Social, hace más de veinte años. Siempre lo veía sonriente, alegre… feliz. Con su grabadora bajo el brazo o una máquina Braille. Con ambos equipos lograba apropiarse de los contenidos impartidos en las conferencias. También sus compañeros de aula lo ayudaban.
En la actualidad, suman cientos los que como Adán han podido sortear esas limitaciones físicas para convertirse en universitarios. De cerca tenemos a la colega Enma Rodríguez Aguilera, periodista del sistema informativo de la emisora provincial CMHW. Por eso no me asombra saber que hoy las universidades del país tengan en su rol de formación profesional el precepto de lograr una armonía entre las exigencias docentes y académicas y las necesidades educativas de personas ciegas o con cualquier otro tipo de discapacidad.

Es bueno conocer que en la Universidad Central «Marta Abreu » de Las Villas se realicen actividades de superación dentro y fuera del centro, teniendo las precisas orientaciones en la adecuación de estrategias educativas. Me reconforta saber que en el Departamento de Educación Especial se cuente con un proyecto que se dedica a la capacitación de profesores que atienden a personas con necesidades educativas especiales. Pero el hecho tiene lugar desde hace muchos años, como puedo ejemplificar con los casos de Adán y Enma.
Lo anterior demuestra que en Cuba están creadas las condiciones para que todo maestro pueda ofrecer atención diferenciada a estudiantes invidentes o con discapacidad visual. Además, todos los niveles educacionales están diseñados con los ajustes necesarios para asegurar el aprendizaje de una persona con limitaciones físicas. Ellos pueden llegar a convertirse en universitarios felices, a pesar del bloqueo.