Costuras para la vida

Grupos de creación del municipio Camajuaní­, pertenecientes al Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), confeccionan nasobucos de forma gratuita para el pueblo.

Compartir

Costureras confeccionan nasobucos para el pueblo de Villa Clara.
La costureras de los grupos de creación de Camajuaní aportan a la producción de nasobucos de manera voluntaria. (Foto: Francisnet Díaz Rondón)
Francisnet Dí­az Rondón
Francisnet Dí­az Rondón
2873
28 Marzo 2020
Produccion de nasobucos en Villa Clara.
Los artesanos confeccionan los nasobucos y ropas sanitarias con sus propias materias primas. (Foto: Francisnet Dí­az Rondón)

Los trabajadores de varios grupos de creación del sector no estatal del municipio de Camajuaní­, pertenecientes al Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), no lo pensaron dos veces para dar su aporte a la lucha contra el coronavirus llevada a cabo en todo el paí­s. Sin importar horarios extras ni descansos, se volcaron en la confección de nasobucos, de vital importancia para protegernos de la pandemia.

Los talleres del Grupo D’Osvel, Bernardo, Triple A y Diamante se encuentran entre los consagrados a tan noble tarea. Decenas de costureras y personal de apoyo han confeccionado miles de mascarillas en pocas semanas, las cuales se reparten gratuitamente a instituciones y al pueblo.

Osvel Estrada, coordinador del grupo de creación D’ Osvel.
Osvel Estrada, coordinador del grupo de creación D’ Osvel, muestra uno de los nasobucos para niños. (Foto: Francisnet Dí­az Rondón)

El grupo D’Osvel, bajo la coordinación de Osvel Estrada Mena, ha brindado su aporte para proveer a varios organismos con su propia materia prima y recursos.

«A raí­z de la situación surgida por la COVID-19 les hicimos un llamado a los trabajadores ante la necesidad que tiene el paí­s de nasobucos. La respuesta fue inmediata. Aquí­ hay personal de territorios lejanos como Manicaragua, Calabazar de Sagua, Encrucijada, Buena Vista… y dieron el paso al frente. Lo más admirable es que lo hacen voluntariamente y sin cobrar un centavo, y apenas se levantan a almorzar o merendar antes de terminar », dijo Estrada Mena.    

Producción de nasobucos en Villa Clara.
Los nasobucos son totalmente gratuitos.  (Foto: Francisnet Dí­az Rondón)

Además de confeccionarlos para adultos, el taller también lo hace para los más pequeños, así­ como ropa sanitaria. Las costureras trabajan con tal dedicación que en apenas dos horas y media fabrican unos 2100 ejemplares.

Oneida Oramas, costurera de Villa Clara confecciona nasobucos.
Para Oneida Oramas son momentos en que se necesita el aporte de todos. (Foto: Francisnet Dí­az Rondón)

Asimismo, el taller del grupo dirigido por Bernardo Pedro Dí­az Gutiérrez no se queda atrás, y sus veinte trabajadoras se esmeran durante varias horas de labor para cumplir con el plan.  

Oneida Oramas Suárez es una de esas mujeres incansables que dí­a a dí­a activan su máquina de coser para salvaguardar vidas.

«El nuestro es un aporte importante. Estamos en una situación en la cual todos debemos apoyar al paí­s; en este momento se trata de compartir con todos y lo tomamos con mucha seriedad. Con esta producción ayudamos a hogares de ancianos, personal de salud, y a quienes lo necesiten », manifiesta.

Con un compromiso de 2500 nasobucos, el grupo   Bernardo no cesa de entregar sus valiosas donaciones al FCBC para que se encargue de distribuirlas. Otras instituciones, organismos y vecinos de Camajuaní­ acuden directamente al taller para adquirirlos.

Costurera de Villa Clara confecciona nasobucos.
Costurera de Villa Clara confecciona nasobucos.
Costureras en plena faena en la producción de nasobucos para el pueblo. (Foto: Francisnet Dí­az Rondón)

Por su parte, el taller Tripe A, bajo la guí­a de Domingo Pérez Rojas, ya ha entregado unos 6000 a la Aduana General de la República, al Partido, el Gobierno, Salud, hospitales, fábricas, entre otras entidades.  

Según Pérez Rojas, el diseño adquiere una forma cóncava la cual se ajusta más al rostro de la persona. Todas se hacen con los requerimientos de tres capas que le otorga mayor seguridad, y con cada metro de tela se fabrican cinco ejemplares.  

Costurera de Villa Clara confecciona nasobucos.
Melisa Hernández se siente útil al aportar a la campaña contra el coronavirus. (Foto: Francisnet Dí­az Rondón)

La joven costurera Melisa Hernández Ruiz manifiesta que con la confección de los nasobucos los trabajadores se sienten más útiles y contentos de aportar a la batalla contra el coronavirus.    

Hasta el momento los grupos de creación han donado más de 50 000 nasobucos con sus propios recursos, los cuales ya se van agotando. De ahí­, el llamado a todas las instituciones o empresas que puedan aportar materias primas para que no se detenga tan noble tarea por el bien de todos y para todos.

Comentar