Laura Rodrí­guez Fuentes
Laura Rodrí­guez Fuentes
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16 Abril 2015

«Allí­ me impresionó una historia: La de un niño llamado Abel, de solo 6 años, internado en un hospital sin que pudieran operarlo por faltar el dinero. Se pedí­an donaciones para la causa en lugares públicos. Tení­a un problema grave en el corazón », narra Marí­a Consuelo Baeza Martí­n, secretaria provincial de la CTC, quien asistió en representación de los trabajadores cubanos a la VII Cumbre de las Américas.

mariaMarí­a Consuelo Baeza Martí­n. (Foto: Tomada del periódico Trabajadores) «Hasta que no aparecieran 10 000 dólares, no podrí­an realizarle el procedimiento. Recuerdo que habí­a una cajita con su foto y su cara triste. El cartel decí­a: Abel necesita un corazón, sus padres no tienen dinero para salvarlo... el padre de Abel es un constructor de ese paí­s ».

Esta lí­der sindical pudo constatar en Panamá que aunque no acreditaron al movimiento social cubano para el Foro, sí­ existió una amplia representación de la Sociedad Civil Cubana, entre ellos, jóvenes, mujeres, artistas, trabajadores de diferentes sectores y representantes religiosos.

Sin embargo, para ella resultó inadmisible compartir con personajes de «tan baja calaña moral » como los mercenarios pagados que sí­ acreditaron y que estaban vinculados públicamente con conocidos terroristas como Luis Posada Carriles.

«Nuestra delegación protestó con energí­a, apoyada por organizaciones progresistas de otros paí­sesseñala. El escenario fue hostil porque no estaban acreditados los verdaderos representantes de la Sociedad Civil de nuestros pueblos de América. No podemos olvidar que estos foros son paralelos a la Cumbre de las Américas y que son organizados y auspiciados por la OEA.

«Fue impresionante que, a pesar que se reconoce nuestra región como una de las que más ha disminuido en estos años la desigualdad, todaví­a existen asuntos muy sensibles por resolver y allí­ fueron denunciados por los pueblos ».

¿Cuáles son estos problemas que aún continúan sin solución?

Los millones de niños ocupados en la economí­a y explotados como fuerza de trabajo infantil. Miles de infantes mueren cada año en la región producto de la falta de asistencia médica o del trabajo al que están expuestos. Por suerte, ninguno de estos niños son cubanos. Cuba mostró sus indicadores de salud y educación con logros reconocidos en el mundo.

«Además, millones de trabajadores son excluidos del sistema de protección social, al contrario de lo que está pasando en nuestro paí­s, donde acabamos de aprobar una ley del trabajo, revolucionaria, y por mayorí­a en el Parlamento. Fue consultada con más de 3 millones de trabajadores y protege tanto al estatal como al no estatal ».

Delegación cubana denuncia a mercenarios en Foro de la Sociedad Civil, Panamá. «Nuestra delegación protestó con energí­a ante la presencia de mercenarios, apoyada por organizaciones progresistas de otros paí­ses », señaló Baeza Martí­n. (Foto: Ismael Francisco/Cubadebate)

Impresiones...

Nos alarmó la desigualdad que hoy existe en muchos lugares de nuestro continente y la discriminación contra la mujer. En algunos lugares les pagan menos por la mera condición de fémina.

«Fui testigo de la desesperación de padres que pedí­an justicia por el asesinato de su hija de 21 años a manos de un soldado americano, hecho aún impune.

«Pudimos comparar, fue una experiencia única, y en Cuba la salud y la educación no son derechos virtuales. No aparecen decenas de cadáveres cocidos a balazos y tirados en las calles. No existen matanzas escolares. No se tortura. No se matan o secuestran a periodistas y sindicalistas. No se ponen en libertad a terroristas.

«Cuba salió victoriosa en la Cumbre como un Girón, vencimos, en el combate contra la infamia », concluyó Consuelo.

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