
Aunque su formación es ortopédica, al Dr. Ernesto Emilio Fleites Marrero siempre le inquietó el complejo mundo de la columna vertebral, explorar las 33 vértebras que conforman su anatomía, y aplicar las técnicas quirúrgicas más novedosas en favor del bienestar humano.
Un día la vida le concedió ese beneplácito que, a través del tiempo, lo ha convertido en un notable cirujano de esa especialidad en la Clínica General Cira García, de La Habana y de Cuba, no sin antes desplegar sus actividades en otras instituciones hospitalarias.
Hace unos días estuvo en Villa Clara como organizador del primer curso de Cirugía Espinal que sale de los predios habaneros para llegar a la región central, y al evaluar la selección del territorio lo atribuye a razones, por un lado sentimentales, y a la vez de reconocimiento profesional a su terruño porque le satisface decir que el poblado de Vueltas lo vio crecer y en su provincia estudió en la Universidad Médica villaclareña.
«Es emprender un nuevo viaje a la semilla. Aquí me formé, y constituye una tierra con mucha cultura en las ciencias médicas, una universidad con galenos prestigiosos que han salido de aquí o aún siguen reverenciando sus saberes».
Y adiciona otras fortalezas. A su entender «la provincia tiene para la cirugía, la neurocirugía y los procederes dirigidos a los procesos traumáticos un aval ganado, además de detalles circunstanciales al estar en el centro del país, sin descartar la cantidad de traumas que recibe, no solo de lugareños, también de casos fuera de la demarcación».
En intercambios de experiencias reconoce que el territorio exige preparación para eventos que puedan ocurrir. «No podemos olvidar la influencia en la formación de neurocirujanos y ortopédicos jóvenes que han modernizado la enseñanza y el quehacer de las especialidades, y están con esas ganas de aprender y de enseñar».
Aquí realizan cirugías que no se hacen en todas las provincias del país, y el Dr. José Enrique Vaquer Fernández, del hospital universitario Arnaldo Milián Castro, mostró trabajos que reafirman el aval de Villa Clara. En mi opinión veo muy robusto y sólidos el potencial juvenil y los impulsos propios de la edad.
— ¿Un evento solidario y de apoyo?
— Sí. Era un compromiso particular que tenía de traer experiencias a Santa Clara con la presencia de prestigiosos académicos, docentes, cirujanos, investigadores deseosos de compartir el inagotable universo de los conocimientos.
¿Quién es el profesor Fleites?
El villaclareño que salió de su tierra hacia la capital hace 32 años con su equipaje cargado de sueños para aprender y ser útil. El que ha brindado su sabiduría a otras provincias y en escenarios internacionales.
En el Cira García comenzó en 2003, luego de ejercer en el hospital Ameijeiras durante una década, y no puede olvidar las experiencias del Dr. René Rubinos Ruiz, una institución de columna en el país e iniciador en Cuba de muchas técnicas quirúrgicas.
— ¿De los imprescindibles en su ejercicio de profesión?
— Sin dudas. Hay reconocer, a pesar de su edad, que nunca se cansó de enseñar e, incluso, ante técnicas modernas y nuevos avances prefería que la juventud ocupara primeros planos, a pesar de ser él una personalidad.
Fue mi profesor en el Ameijeiras, y cuando pasa a formar un servicio de Ortopedia y Neurocirugía en el «Cira García» al año nos llamó junto a otros profesionales para desarrollar este nuevo capítulo. Ese gesto no podré olvidarlo.
— ¿En torno a los cursos de cirugía espinal?
— Hicimos el primero entre 1999 y 2000, solamente en la pandemia dejamos de hacerlo.
— ¿Pudiéramos decir que resulta un curso perseverante?
— Contra vientos y mareas. Ha garantizado que muchos extranjeros hayan venido a Cuba, al tiempo de suscribir convenios con importantes instituciones del mundo. Muchos de los galenos que están en esta experiencia en Villa Clara han asistido a entrenamientos en Alemania, Italia, México, a la vez que han incluido maestrías y diplomados al propiciar el intercambio con nuestros profesores en interrelación con otros centros.
— ¿En su caso es la utilidad del especialista lo que debe primar por encima de escalar y tener prioritarias las categorías científicas?
— Cada quien traza su línea. Soy un médico de piyama, como me autodenomino: Es importante la superación, los doctorados, mas por encima de todo, y que quede claro, está el compromiso con el ser humano, con el paciente, mas que el ego y todo lo que llegue a la vida personal.
Estudio todos los días, me supero todo lo que puedo, publico varios trabajos, pero no soy de los gallardetes y diplomas, porque el paciente sigue siendo lo supremo, nuestra razón de ser, y el que nos propicia las mayores alegrías.
— ¿Cuáles son esas alegrías, doctor?
— Lo más lindo es que alguien te vea por la calle y te diga Ud. me operó hace tantos años, y comience su relatoría de lo que ha logrado en su vida. Eso provoca una satisfacción inmensa.
Entre tantas ramas es interesante conocer por qué se inclinó hacia la cirugía de columna. Entonces recuerda que su formación como residente en Santa Clara fue en un grupo de microcirugía y cirugía de manos con el profesor Isidoro Padilla y Pedro Valdés, entre otros
Va a una misión a Yemén, conoce a la que actualmente es su esposa y, al parecer, la fuerza del amor pudo más y marchó a vivir a La Habana. Allá optó por una plaza en el Ameijeiras en la que hacía falta Un profesional para integrar el grupo de columna…
«Así empecé lo que le llamo mi segunda residencia porque mi formación de columna era muy básica, y mis profesores me hicieron enamorar de esta, entre ellos los eminentes profesores Raúl Candebat y Rene Rubinos».
— ¿Algo tan impactante?
— Es que comienzas a descubrir cosas interesantes dentro de una rama muy compleja y a la vez temida por las complicaciones que pueda derivar. Una vez en ese mundo siempre encuentras algo nuevo y en más de 20 años digo que mi formación es ortopédica, pero soy un cirujano a tiempo completo de columna vertebral y sobre todo me encanta la dedicada a la infancia.
— ¿Y no va a existir divorcio de esta su pasión?
— No lo creo.
— ¿Y Vueltas en el recuerdo?
— Vengo cada vez que pueda. Tengo allí parte de la familia, mi madre, una hija, una nieta.
De nuevo en La Habana, en esta oportunidad, su hija menor discutía la especialidad con su examen estatal de cirugía pediátrica y resultados que lo hacen un padre sumamente feliz, por lo que el mundo del bisturí también ocupa una parte de la tradición familiar.
Lo que desconoce el Dr. Emilio Fleites que luego de esta entrevista conversamos con algunos de sus colegas que compartieron aulas y experiencias en la Universidad Médica villaclareña. Destacaron, entre otras cualidades, su inteligencia ante cualquier reto y esa capacidad de asumir tareas profesionales por difíciles que hayan sido, por lo que el «cirujano de columna vertebral a tiempo completo», como se autodefine, también posee el distingo preciado de un servidor de la vida, un villaclareño de ciencia y alma limpia.