
Sobre San Juan de los Remedios se conoce mucho; aunque, quizás, no todo. Famosa por sus parrandas, su gente, o por esa plaza singular donde confluyen dos iglesias católicas, la octava (mara)villa de Cuba ostenta privilegios que la hacen única. Pero, a veces, lo extraordinario no resulta visible a los ojos. Hay una historia rica y latente cubierta con gruesos sobres de papel y cartón. Existe un patrimonio documental que, desde lo más alto de un estante de hierro, custodia el paso de los días, a la espera de tornarse más abundante, más legendario.

En la calle Andrés del Río No.16 se erige una casa colonial de extensas y enrejadas persianas. Allí radica el Archivo Histórico Municipal José Andrés Martínez-Fortún y Foyo, institución que, este 23 de julio, arriba a sus 48 años de fundada. Acerca del quehacer diario y las proyecciones de esta entidad, Vanguardia conversó con su directora Estela Maritza Rodríguez Estupiñán:
«Pertenecemos a la Red de Archivos del país y al CITMA como organismo rector del trabajo de esos centros a nivel nacional. El Programa Nacional de Conservación y Preservación de la Memoria Histórica−el más importante para la archivística cubana− tiene en cuenta las funciones elementales de un archivo histórico: procesar, preservar, conservar y difundir la memoria histórica; en nuestro caso, de San Juan de los Remedios y su antigua jurisdicción».

Explicó Rodríguez Estupiñán que cuentan con un registro estatal de archivo, donde se inscriben los fondos y colecciones fundamentales. El sitio atesora más de 91 000 ejemplares de documentación, los cuales abarcan otros formatos como fotografías, mapas o planos.
«Dentro del Fondo de protocolos notariales se sitúan los documentos más antiguos. Algunos, incluso, datan de 1695. También tenemos la colección Hemeroteca, que comprende la prensa antigua. En dicho apartado, conservamos ediciones del periódico El boletín, el primero que hubo en Remedios. Aunque se fundó en 1952, de los primeros años no poseemos muestras; solamente a partir de 1858 y hasta 1958, cercano al triunfo de la Revolución.
«Ya lo mencionaba al inicio. Acá no preservamos únicamente documentos históricos de San Juan de los Remedios. La antigua jurisdicción de la villa incluía territorios como Caibarién, Camajuaní, Vueltas, Yaguajay y Mayajigua (los dos últimos pertenecientes a Sancti Spíritus en la actualidad). Varias zonas que hoy constituyen municipios independientes, formaron parte de nuestra antigua jurisdicción», aclaró la especialista.
Estela Rodríguez Estupiñán resaltó, de manera especial, los fondos personales que alberga el archivo, entre ellos, el nombrado José Andrés Martínez-Fortún y Foyo, tal y como se denomina la propia entidad:
«Esta era su casa. Sus descendientes la entregaron al Estado después de hacer algunas conexiones con el director del Archivo Provincial, fundado el 16 de agosto de 1969. Ya en la década del 70 se empiezan a dar los primeros pasos para fundar este, pues había muchos documentos históricos dispersos por toda la ciudad. Entonces, se dan a la tarea de unirlos en un lugar y, precisamente, los familiares de José Andrés ofrecieron *esta casa y aquí se instituyó el Archivo, el 23 de julio de 1977.
«Martínez-Fortún y Foyo no nació en Remedios, sino en Placetas, pero dedicó gran parte de su vida a esta ciudad. Se estableció aquí. Era doctor de profesión, sin embargo, en una ocasión mencionó que le gustaba más la historia que la propia Medicina y, por ello, le regaló mucho tiempo. En ese fondo personal tenemos su obra cumbre: Anales y Efemérides de San Juan de los Remedios y su antigua jurisdicción».
A decir de Rodríguez Estupiñán, se incluyen, además, fondos de otras personalidades como Daniel Acosta Valle, quien, a pesar de haber nacido en Sagua La Grande vivió, igualmente, varios años en Remedios. Otra figura comentada por la directora fue Julián Pérez Guevara, quien se desempeñaba como director de Cultura en el municipio durante la época de fundación del Archivo.
Sobre la colección Biblioteca, refirió que contempla diversos libros e investigaciones. Por otra parte, la Fototeca atesora imágenes de los distintos períodos históricos: Colonia, Neocolonia y Revolución en el poder, mientras que la Mapoteca engloba representaciones cartográficas.
De la digitalización y otros retos
«Lo más importante que tenemos nosotros en este momento es la digitalización y la inscripción en el fondo estatal de archivos. Se han inscrito todos los fondos y colecciones que tenemos procesados aquí», declaró Rodríguez Estupiñán.

«Tributamos al Programa de Conservación de la Memoria Histórica mediante la digitalización del fondo Audiencia de Las Villas, en lo referente a las causas revolucionarias de 1952 a 1958. Ese proceso comenzó en 2023 y, en el presente año, hemos continuado digitalizando.
«Aspiramos también a los documentos más importantes de tres museos remedianos: el Museo de las Parrandas, el Museo de la Música Alejandro García Caturla y el Museo Municipal Francisco Javier Balmaseda. Asimismo, trabajamos con el objetivo de incluir documentación de personalidades históricas relevantes, tanto del territorio como de municipios aledaños (Caibarién, Camajuaní). En ese aspecto, no hemos logrado mucho, puesto que se trata de una acción voluntaria, depende de que las personas deseen o no».
A propósito de esa última finalidad, la directiva expresó que la información puede inscribirse en el libro, pero no necesariamente deben donarse los documentos. No obstante, la entidad ha recibido, de manos de varias personas, donaciones que hoy forman parte de los 39 fondos de colección.
A disposición del pueblo
Recientemente, en el contexto de las celebraciones con motivo de los 510 años de San Juan de los Remedios, el Archivo sirvió de sede a la realización del XVII Taller de Historia y Cultura de la antigua provincia de Las Villas. Desarrollado cada dos años, constituye el evento más significativo de la institución. La más reciente cita se dedicó también al 48º aniversario del local anfitrión.
«Se presentan ponencias de corte histórico, cultural y archivístico; aunque, este año las 15 ponencias presentadas tuvieron solo un carácter histórico o cultural. Se trata de uno de los mayores aportes que tenemos.
Según Rodríguez Estupiñán, el colectivo mantiene estrechos vínculos con la sede universitaria. Además, sostiene un convenio de trabajo con la Oficina del Conservador de la Ciudad, organismo con el que colaboran en una conservación curativa a los documentos más antiguos a partir de 1695.
«El acceso al archivo es público. Pueden venir investigadores o historiadores, pero, también, el pueblo en general. En el caso de los investigadores, si desean tener acceso al Fondo de protocolos notariales (uno de los más significativos), sí deben presentar una carta de autorización del lugar, centro de trabajo u organismo para el cual tributan con el estudio o, incluso, si se trata de una indagación personal. Más allá de eso, lo demás es público. Todo el que desea, puede venir a informarse.
«Por otro lado, tenemos lazos con las escuelas de la localidad, sobre todo con la Escuela Primaria Frank País, donde efectuamos un Círculo de Interés de Conservación de Documentos, que atiende el especialista José Eduardo Camacho Gómez. Desde 2015 lo realizamos, y alternamos con grupos de quinto y sexto grado».
−¿Por qué deben existir lugares como este?
«Trabajo aquí desde 2004; primero, como especialista; hace 11 años, en el rol de directora. Imagine el amor que le tengo al Archivo Histórico. Claro que resulta útil para la sociedad, porque los archivos históricos asumen esa tarea de preservar y conservar la documentación histórica más importante de cada territorio o del país en general, no solo para las generaciones presentes, sino para las futuras. Los archivos, además de salvaguardar la memoria histórica, también contribuyen a mantener vivos los valores identitarios de ese lugar donde están enclavados».
Independientemente del Archivo Histórico Provincial de Villa Clara, Remedios se enorgullece al ser el único municipio con un archivo independiente, propio, dispuesto a escoltar la riqueza de ese breve pedacito de país.
Inmerso en continuar la digitalización de sus fondos, fomentar la ciencia y abrir las puertas a la ciudadanía curiosa e interesada, este templo, cuyas paredes huelen a pasado, apuesta por la eficaz gestión documental de cada línea, párrafo o imagen que han construido a la villa remediana. Pasarán los años, habrá otros episodios, pero allí todo se junta y espera, con la callada ambición de ser descubierto.