Pilonga hasta que la nube blanca lo decida

Eraida Campos Maura, una hija orgullosa de Santa Clara, habla de cuánto ha querido a la ciudad desde su infancia y cómo le gustaría verla en el futuro.

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Profesora universitaria Eraida Campos Maura recibe la condición de Hija Ilustre de Santa Clara.
En el aniversario 334 de la fundación de la ciudad, Eraida Campos Maura recibió la condición de Hija Ilustre de Santa Clara. (Foto: Cortesía de la entrevistada)
ean Carlos Santana Rodríguez (estudiante de Periodismo)
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13 Julio 2025

Pilonga de pura cepa es Eraida Campos Maura, y cuando le preguntan por Santa Clara, un brillo especial adorna sus ojos. Nacida en la capital villaclareña y sin haberse movido de la casa que la vio dar sus primeros pasos, cuenta la peculiaridad de que su familia no es nativa de Santa Clara, y ella, junto a sus padres e hija, es la única que ha vivido en la ciudad.

Atesora cada memoria desde su infancia hasta los días de hoy. Todavía recuerda el bullicio, las tradiciones y la historia que esconde el centro de Cuba, y lo disfruta. Hija de una historiadora, sigue de cerca cada detalle de la ciudad, los hechos que la marcan desde su fundación, y se llena de orgullo cuando habla de ellos, pues siente como si los estuviera viviendo de nuevo.

Guarda muchas anécdotas de la ciudad. La emociona tan solo mencionar la vez que se pidió bronce para la estatua del Che que se ubicaría en el Complejo Escultórico que honra su memoria, y la familia donó cada pedazo que había en la casa para cumplir con la ciudad. «Ver cómo mi abuela se desprendía de todo y demostraba así su amor por Santa Clara me conmovió mucho».

Profesora Eraida Campos Maura.
(Foto: Cortesía de la entrevistada)

Compara la urbe con una parábola y sitúa en la cima su crecimiento, el desarrollo que ha alcanzado. Menciona cómo la propia villa cuenta una historia a través de cada edificación y las transformaciones que ha sufrido con el tiempo. Aunque es consciente de que quedan muchas cosas en el fondo de esa parábola que necesitan salir.

Se enorgullece cuando va a otras ciudades y la reconocen como santaclareña o cuando le hablan de El Mejunje, porque sabe que se trata de un referente para Cuba y el mundo.

Eraida defiende su ciudad y no le gusta que la maltraten. Movida por la vocación pedagógica, aconseja a las nuevas generaciones que velen por el cuidado de Santa Clara, ya que en sus manos está la tarea de conservarla, de hacer que eleve el vuelo.

Cuando se imagina a la urbe en el futuro, cierra los ojos y solo pide verla como la de su infancia, y pide, también, que mejoren las condiciones de vida de aquellos que desandan sus calles. Ve a Santa Clara abierta hacia otros mundos, hermanada con otras ciudades.

No en vano, Campos Maura tiene el privilegio de ser Hija Ilustre de Santa Clara, pues lleva décadas sirviendo a este pedazo de suelo: «Esta ciudad es mi vida».

Eraida solo quiere verla más firme, que los ríos se mantengan con agua, que sigan floreciendo los framboyanes y que los pájaros sigan cantando en los árboles del parque Vidal. «Deseo, de corazón, todo lo mejor para ella, quiero que se mantenga como es: santa y clara».

Ser Hija Ilustre representa para ella el reconocimiento por toda una vida al servicio de su ciudad y ello la llena de orgullo. «Pilongos somos todos, muchos han hecho por Santa Clara; pero cada logro que alcancé desde mi niñez se lo aporté a mi ciudad. Soy incansable con ella y el no haberme ido nunca me satisface. Sé que en otros lugares me hubiera ido mejor, pero aquí nací y aquí voy a estar hasta que la nube blanca lo decida».

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Eraida

Lunes, 14 Julio 2025 21:00

Gracias, JeC