
A pesar de la distancia marcada por el inmenso océano Atlántico, dos tierras se unen por la historia, la cultura y la solidaridad. Desde la entrañable Cataluña, ocho almas cargadas de amor y humanismo llegaron hasta la capital villaclareña para compartir no solo lo material, sino también sus corazones.
Al frente de la brigada se halla Xavier Barreda Cortiella, Xavi para sus muchos amigos y compañeros, quien preside la ONG catalana Alkaria, que desde hace años no ceja en el empeño de romper barreras y obstáculos para extender las manos solidarias de decenas de amigos que se niegan a dejar a Cuba sola en la dura batalla contra el bloqueo estadounidense.

En esta ocasión, con Xavi vinieron Roser Riera Arias, Eva Font, José López, Sandra Molina, Joan Travé, Mariona Rabassa y Marta Herrera, la mayoría viviendo su primera experiencia en la isla. Acerca de la labor en la Ciudad de Marta Abreu y el Che, nos cuenta el líder de Alkaria:
«Traemos ya la consolidación de nuestro proyecto con Santa Clara, aún en desarrollo, en contacto con el periódico Vanguardia y el suplemento Melaíto, y con la ilusión de empezar. Estamos abiertos a que nos soliciten materiales, ayudas que puedan mejorar la calidad de las publicaciones de aquí. Hemos traído productos de dibujo y de difusión como un rolab (especie de cartel con fines propagandísticos) para el periódico, cuyo diseño se hizo aquí y se nos hizo llegar. Y con esa dinámica estamos dispuestos a que nos lleguen peticiones.
«No somos un proyecto de ayuda, descartamos esa palabra, sino de acompañamiento, de compañeros. Y, al mismo tiempo, nos nutrimos de exposiciones y de compartir experiencias con nuestros voluntarios. El proyecto ya está en marcha y hasta el 2026 vamos a estar aquí. En cada viaje vamos a compartir experiencias y contribuir con lo que podamos», explica.
Según Xavi, en la etapa planificada tienen como objetivo traer materiales en cada viaje, con un período de cuatro meses entre uno y otro. Por lo pronto, se aprestan a regresar en diciembre, en el marco del Salón Internacional de Humor Gráfico Santa Clara y el aniversario de la fundación de Melaíto, para una muestra gráfica y realizar intercambios entre los artistas catalanes y los de la reconocida publicación villaclareña.

«En la actual visita de julio-agosto hemos trasladado casi 400 kilos de material sanitario destinados al Ministerio de Salud (Minsap) de Villa Clara. Todos los medicamentos e insumos están valorados en alrededor de 50 000 euros, y han sido recopilados durante los primeros meses del año en curso, empaquetados y trasladados por los voluntarios en el vuelo de Barcelona hasta La Habana.
«En la anterior visita, en diciembre pasado, Alkaria contribuyó con tabletas digitales. Ahora, para Vanguardia y Melaíto aportamos insumos que, lamentablemente, por la situación del bloqueo cuesta mucho conseguir en Cuba, como tinta china, pinturas acrílicas, cartulinas, etcétera, lo cual representa una forma de contrarrestar esa injusta guerra económica. Además, es una manera de apoyar también a nuestros compañeros de la prensa cubana, en concreto en Santa Clara», argumentó Xavi.


Una montaña rusa de emociones
La brigada de amigos catalanes no solo llegó para entregar la valiosa carga, sino para compartir e intercambiar con los cubanos. Durante esta semana, en la Galería Provincial de Arte han desarrollado un conjunto de actividades y talleres con niños de la escuela primaria Fernando Cuesta Piloto y de la secundaria básica Capitán Roberto Rodríguez. Allí acudieron maestros y directivos de ambas instituciones, del sector educacional, el Gobierno villaclareño y el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP).
Los talleres consistieron en pintar, confeccionar figuras en papier maché y otras manualidades. De esa manera se intentó complementar acciones que se realizan durante el curso escolar en Cataluña, con el objetivo final de acercar ambas culturas a través de los brigadistas y los propios niños, para así establecer un intercambio humano y acercar la tierra catalana y Cuba.

Vale destacar que este resultado no sería posible sin el apoyo de los municipios de Santa Perpètua de Mogoda, Mollet del Vallès y L' Hospitalet de Llobregat, pertenecientes a la provincia de Barcelona. Tres territorios comprometidos con la cooperación y que han aprobado proyectos con Cuba. Asimismo, los hermanos solidarios de Cataluña aportaron productos escolares para entregar a ambas instituciones docentes participantes en los talleres, como pinturas, instrumentos para dibujar y balones para la práctica de baloncesto y fútbol.
Para Roser, quien visita Cuba por vez primera, la experiencia ha sido una montaña rusa de emociones. Por un lado, pudo ver las dificultades que atraviesa el país, y por otro, apreciar la unidad del pueblo, la ayuda mutua y las redes de apoyo, lo cual nos motiva a seguir avanzando en nuestro proyecto.
Respecto a los talleres, destacó que ver a los chicos con un nivel formativo muy superior, muy entusiastas, con muchas motivaciones artísticas, hace que sea un placer estar aquí», dijo.
Por su parte, José, miembro de la ONG Alkaria y de otra organización de solidaridad con Cuba en su municipio Mollet del Vallès, manifiesta estar muy contento con su primera vivencia en Villa Clara.
«Estoy muy contento. Había hecho mucha labor de hermanamiento de pueblos, envío de medicamentos, recaudaciones, pero nunca había estado en Cuba, así que estoy muy emocionado de venir. Más con este proyecto de niños —porque soy profesor y estoy con los pequeños normalmente, así que disfruto ver dos realidades educativas diferentes y similares a la vez, porque los infantes tienen gustos creativos, son sociables, cariñosos.
«Este intercambio cultural ha permitido traer una representación de nuestro pueblo Mollet del Vallès, que es la Dona d'aigua, en catalán, que significa Mujer de agua, una figura de la suerte, de la abundancia del agua. Allá hay un proyecto social que se hace con discapacitados, quienes confeccionan ejemplares de la Dona y las venden a la población. Y traerla desde mi municipio a esta otra parte del mundo, y lo hagan los niños cubanos, es muy emotivo y bonito».

Mientras Mariona manifiesta: «Llevamos pocos días. pero muy intensos. Ya había colaborado con Alkaria otras veces en voluntariados, pero nunca había estado en Cuba y la verdad es que me ha sorprendido muchísimo la acogida que hemos tenido, la gente, el calor del pueblo, los niños. Me lo estoy pasando superbién y con mucha emoción».

Y así, Cataluña y Villa Clara se unen en esta batalla. A pesar de su dureza y duración en el tiempo, se siente menos pesada cuando tantos amigos, sin importar la lejanía, extienden sus manos y ofrecen sus corazones. En estos tiempos de injusticias y egoísmos, siempre alivia y reconforta saber que estamos acompañados.