Fernando Pérez: «He podido hacer el cine que he querido »

El destacado cineasta estuvo de visita en Santa Clara donde presentó su más reciente filme: íšltimos dí­as en La Habana.

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Fernando Pérez, cineasta cubano
Fernando Pérez participó, en horas de la tarde, en un intercambio que tuvo lugar en la sala Margarita Casallas, de El Mejunje. (Foto: Tomada de Internet).
Leslie Díaz Monserrat
Leslie Dí­az Monserrat
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30 Abril 2017

A través de los ojos de Fernando Pérez, Cuba se convierte en una especie de metáfora presente en cada uno de sus filmes. Al contar los avatares de sus personajes también se erige en cronista de un paí­s que le nace entre planos y movimientos de cámaras.

Si esta fuera una obra cinematográfica, serí­a un cortometraje (no de ficción) de uno de los grandes del cine cubano. Un monólogo donde se suprime el sonido ambiente para que solo hable el padre de importantes filmes como Clandestinos y La vida es Silbar, para ponerlo a él frente a la mirada de los lectores y decirle: acción.

Toma 1: Las obsesiones de Fernando

«Son muchas. Cada pelí­cula es un reto y plantea problemas distintos. A mí­ me interesa no hacer siempre la misma pelí­cula. Me muevo en estilos diferentes. De un cine simbólico, metafórico a otro más narrativo. En el proceso de creación busco expresar una mirada que no reduzca la realidad, los personajes a prejuicios. Intento identificarme con la complejidad que nos define como individuos.

«A la hora de analizar la vida existen muchos discursos: el filosófico, el polí­tico, el histórico… estos van, justamente, hacia lo general. Pienso que el discurso artí­stico debe enfocarse más en lo individual, expresar los grandes acontecimientos a través de las individualidades. Tratar de recrear  las complejidades de cada uno de nosotros ha sido una obsesión, tratar de mostrarnos como somos, porque tenemos luces y sombras.

«Estudié Literatura Hispanoamericana. Una de mis profesoras fundamentales fue la doctora Beatriz Maggi, que es especialista en la obra de Shakespeare. Recuerdo que Suite Habana provocó miradas polémicas. Algunos la veí­an como la reafirmación de los cubanos ante las carencias y otros como todo lo contrario. Eran criterios extremos. La doctora fue a verla, luego me llamó y me dijo: “Fernando, vi su pelí­cula y es tan polémica porque logra ser ambivalente”. (Que no es lo mismo que ambigua, porque la ambigí¼edad busca la mirada oblicua, decir las cosas desde perspectivas desviadas). “Tu pelí­cula enfrenta la realidad en todos sus contrastes y por eso, en ella cada espectador puede reconocer su subjetividad”. Ese concepto de ambivalencia, que lo pensaba y no lo tení­a consciente, desde ese momento va conmigo ».

El cineasta se encuentra enfrascado en una cinta sobre Enriqueta Faber, la primera mujer que ejerció la medicina en Cuba disfrazada de hombre. En la foto se ve al director durante el rodaje de La pared de las palabras. (Foto: Tomada de Internet).

Toma 2: De sueños y pelí­culas

« ¡Ojalá pudiera hacer un musical! Es mi sueño. Cuando estaba en el Noticiero ICAIC,   trabajando como realizador con Santiago ílvarez, siempre que podí­a le incluí­a algo de música. Recuerdo una vez que le hice un homenaje a Rita Montaner.

«Clandestinos es una pelí­cula que va conmigo. Fue la primera. Estuvo naciendo y creciendo en mí­ desde que triunfó la Revolución. Muchos de los que lucharon en la Sierra y en la ciudad tení­an mi edad, o eran, incluso, más jóvenes. La idea siempre me atrajo y dije: “mi primera pelí­cula tiene que contar esa historia”. No se me olvida la reacción del público. Aún hoy la ponen en la televisión y las nuevas generaciones la siguen, la ven.

«Quiero a cada una de las pelí­culas que he hecho y me reconozco en ellas, independientemente de la relación que hayan tenido o no con el público. Siempre pienso que he podido hacer el cine que he querido. He tenido esa posibilidad y eso no significa que todas estén logradas. Si   tuviera que escoger, por su conexión con el público, las que más me han aportado han sido Clandestino y Suite Habana.

«Una historia tiene que emocionarme, motivarme a pensar que la debo narrar a partir de mi subjetividad. Es así­ que nacen mis pelí­culas ».

Toma 3: Lo simbólico

«El lenguaje metafórico y simbólico siempre me ha atraí­do muchí­simo. Cuando encuentro o pienso que el camino de narrar una historia tiene que ser por la ví­a metafórica, no es una decisión que tomo desde antes, lo hago porque siento que la historia me lo exige. Mi primer paso fue un mediometraje, Madagascar. Lo hice en el año 93. Recuerdo que hasta ahí­ habí­a dirigido dos pelí­culas: Clandestinos y Hello Hemingway que tocaban temas del pasado reciente, pero no contemporáneo. Habí­a empezado el Perí­odo Especial, una etapa muy dura. Sentí­a necesidad de contarlo, pero no encontraba la historia. Un dí­a crucé el túnel de La Habana (iba a ver a mis padres) en bicicleta, caminaba al lado de ella para no resbalar. Estaba oscurí­simo y habí­a un ruido debajo del mar que parecí­a una banda sonora expresionista. No se veí­a la salida y me dije: “esto es una metáfora de lo que estamos viviendo”. Esa es la manera que siento se deben tratar los sí­mbolos, no de una forma deliberada. Tiene que existir una conexión emotiva que luego se abra a las interpretaciones ».

Toma 4: íšltimos dí­as en La Habana

Fernando Pérez junto a Jorge Martí­nez y Patricio Wood, protagonistas de íšltimos dí­as en La Habana. (Foto: Tomada de Internet).

«Es una pelí­cula que trata de dialogar sobre el valor de la amistad por encima de las diferencias. Les digo que se preparen para ver una realidad fuerte. ¿Cómo surgió esta cinta? En mi casa tocó Abelito Rodrí­guez, un hombre como de 40 años y me dijo: “Mire Fernando, usted no me conoce, me dieron su dirección. Trabajo en un banco, pero a mí­ lo que me gusta es escribir guiones y le traigo uno”. Me interesé, lo leí­ y no lo acepté. No era el guion de esta cinta, pero me  gustó la manera en que trabajaba los personajes. Me dijo: “tengo otros diez más” y por fin vino con el núcleo de la historia actual.

Toma 5: La orquesta

«Hace poco hice la presentación de una telenovela. Va a salir en julio, creo. Ernesto Fiallo me llamó, me la propuso y le dije: “Sí­, por qué no”.

«Cada oportunidad es un reto creativo. No importa que sea un largometraje o una presentación. Esta vez me motivaba mucho que era una canción de Raúl Paz. La letra me impactó cuando la escuché. Hice la presentación con la colaboración de dos jóvenes: Carlos Paifer y Leandro de la Rosa. Fue un trabajo colectivo y me gustó la experiencia.

«Trato de mantener el equipo técnico y al mismo tiempo incorporar nuevas participaciones para oxigenar y dinamizar el proceso de creación. Si tuviera que definir mi trabajo como director de cine, el ejemplo que podrí­a poner es que uno es como el director de orquesta. Uno lleva la batuta y la emoción, pero los que hacen sonar la orquesta son los virtuosos y yo he tenido el privilegio de trabajar con muchos de ellos »

* Este trabajo periodí­stico nace tras la entrevista colectiva que se le realizara a Fernando Pérez durante el programa radial En 3D que transmite, cada sábado, la CMHW.

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