
Wimbledon 2025 fue una fiesta para los sentidos. Para quienes vibramos con el tenis de élite y también disfrutamos del desfile silencioso de estilo que lo rodea, este torneo ofreció una doble dosis de satisfacción. En la cancha se vivieron finales intensas, históricas y emotivas. En las gradas, el glamour se paseó entre celebridades, royals y diseñadores, como si el All England Club fuera también una pasarela de verano. Pero lo que realmente quedó grabado fue el dominio absoluto de Iga Swiatek y la consagración de Jannik Sinner, dos campeones que dejaron huella en la hierba londinense.
La final femenina fue breve, pero inolvidable. Iga Swiatek, número cuatro del mundo, arrasó a Amanda Anisimova con un doble 6-0 en apenas 57 minutos, logrando su primer título en Wimbledon y el sexto Grand Slam de su carrera. La polaca, que venía de una temporada irregular, encontró en Londres el escenario perfecto para reivindicarse. «Nunca había soñado con esto porque nunca pensé que llegaría aquí», confesó emocionada tras recibir el trofeo (tomado de AS). Anisimova, por su parte, debutaba en una final de Grand Slam y no pudo contener las lágrimas al dedicarle el momento a su madre (tomado de Mundo Deportivo).
Y mientras Swiatek celebraba con la serenidad de quien ha luchado en silencio, Wimbledon también fue testigo de una de las declaraciones más crudas del torneo. Tras caer en semifinales, Aryna Sabalenka dejó al descubierto una sensibilidad que sorprendió a todos: «Perder es una m... Siempre sientes que quieres morir, que ya no quieres existir y que este es el final de tu vida» (tomado de Marca). La número uno del mundo confesó tener «una relación de odio con Wimbledon», reconociendo que las derrotas en Londres le pesan más que en cualquier otro lugar (tomado de Eurosport). Su transparencia conmovió a unos y generó debate entre otros, pero dejó claro que detrás del poderío físico hay una atleta que también se enfrenta a sus propios fantasmas.
En la final masculina, Jannik Sinner se impuso a Carlos Alcaraz en cuatro sets (4-6, 6-4, 6-4, 6-4), demostrando madurez, temple y una lectura táctica impecable. El italiano, que ya había vencido a Djokovic en semifinales, se convirtió en el primer campeón de Wimbledon de su país. Su revés cruzado y su servicio sólido fueron claves para neutralizar a un Alcaraz que nunca encontró el ritmo. El partido fue una batalla de estilos, con ráfagas de genialidad y momentos de tensión que mantuvieron al público al borde del asiento.
Y mientras los puntos se disputaban con intensidad, en las gradas se vivía otro espectáculo. La Princesa Catalina reapareció con elegancia en azul, presidiendo la ceremonia tras superar su tratamiento médico. Nicole Kidman, Anna Wintour, Keira Knightley y Olivia Rodrigo fueron algunas de las figuras que aportaron brillo al evento, cada una con su sello de estilo. El blanco, como dicta la tradición, reinó en las elecciones de vestuario, pero este año se vio reinterpretado con cortes modernos, texturas ligeras y accesorios discretos.
Wimbledon 2025 fue más que un torneo. Fue una celebración del talento, la resiliencia y la estética. Swiatek y Sinner brillaron en la cancha, Sabalenka nos recordó la vulnerabilidad de quien lo entrega todo, y fuera de ella, la moda y la presencia de los famosos completaron una postal que quedará en la memoria de quienes amamos el deporte... y todo lo que lo rodea.