
A partir del 5 de noviembre regirá en toda Cuba el horario normal, que permitirá hacer un mayor uso de la luz natural.
Hariam Martín Suárez, especialista principal de regulación de la carga de la Oficina Nacional para el Uso Racional de la Energía (ONURE) en Villa Clara, informó a Vanguardia que con su puesta en vigor oscurecerá más temprano y se hará un mayor uso de la luz artificial. Ello implicará un crecimiento de la demanda de electricidad en el horario comprendido entre las 5:00 de la tarde y las 7:00 de la noche.
Teniendo en cuenta el incremento del consumo, la ONURE hace un llamado a los sectores residencial y estatal, a adoptar medidas encaminadas a utilizar en esas horas solo los equipos electrodomésticos e iluminación necesarios.
Se sugiere, además, realizar la cocción de los alimentos con gas licuado, en momentos que un mayor número de clientes de la ciudad de Santa Clara disfrutan de sus bondades.
«Ello contribuiría dijo a reducir la demanda de electricidad y que la familia economice el dinero invertido en el pago de la factura eléctrica ».
Precisó Martín Suárez, que gracias al programa de gasificación, aun cuando sigue en aumento el número de clientes residenciales, se observa una reducción del consumo eléctrico, lo que no sucedí en etapas anteriores.
Como en otros países, en la isla la modificación del horario se lleva a cabo dos veces al año para adaptar la actividad humana al ciclo de luz solar, y lograr una mayor independencia de la electricidad.
El cambio de horarios se aplicó por primera vez en el mundo en abril de 1916, durante la Primera Guerra Mundial con el propósito de ahorrar carbón.
Cuba estableció el horario de verano mucho antes de 1959, aunque como dato curioso, en 2004 y 2005, por dificultades en la generación de energía, se decidió no retornar al horario normal.