Un grupo de jóvenes se reunieron para hablar sobre un arma de agresión contra Cuba conocida simplemente como «el bloqueo », aunque abarca las esferas económica, comercial y financiera, lo que significa estar extendido a toda la vida de la Mayor de las Antillas.
No citaron cifras de las tantas que hay sobre los daños ocasionados por esa guerra que en nada se relaciona con un embargo, pues trasciende las relaciones entre Cuba y EE. UU. y adquiere carácter extraterritorial por imposiciones del gobierno imperialista.
Tampoco usaron el lenguaje diplomático del canciller Bruno Rodríguez Parrilla, y salvo el caso del angolano Domingos Vento, estudiante de Derecho en la Universidad Central «Marta Abreu »de Las Villas, que utilizó términos jurídicos, los demás contaron cómo son afectados en su vida estudiantil y familiar.
El representante del continente africano se refirió a las violaciones del derecho internacional y los derechos humanos por parte del gobierno norteamericano, que intenta rendir por hambre, enfermedades y todo género de privaciones a todo un pueblo.
Por supuesto que expresó su solidaridad con los cubanos entre los cuales convive y dice conocer muy bien su capacidad de resistencia y de respuestas creativas para sortear las dificultades y encontrar alternativas.
Este encuentro juvenil fue convocado por la Sociedad Científica de Solidaridad del instituto preuniversitario Capitán Roberto Rodríguez, de Santa Clara. Unos con fluidez y otros con las características de las intervenciones espontáneas, lanzaron su voz acusadora contra los impedimentos creados por EE. UU. para causar escasez.
En cuanto a las dificultades para la enseñanza, Miguel Garcés Vázquez hizo un recuento de faltantes de medios, de los cuales dijo que no solo era porque impiden que Cuba los compre, sino también porque sus precios se elevan al tener que adquirirlos en mercados lejanos, o por tener que convertir el dinero en otra divisa que no sea el dólar USA porque el Departamento del Tesoro lo prohíbe.
Melisa Zamora alzó su voz para expresar que las actuales generaciones, como las de sus padres y abuelos, también están preparadas para resistir, estudiar y prepararse para desarrollar el país y elevar la calidad de vida.
Las intervenciones de los jóvenes motivaron a que los colegas Enrique Moreno Gimeránez, Norelys Morales, Bolivia Tamara Cruz y Dalia Reyes Perera, además de recoger las intervenciones, aceptaran la invitación de la delegada del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos en Villa Clara, y se sumaran al diálogo con los estudiantes.
Intercambiaron sobre el aislamiento del gobierno de EE. UU. en el tema del bloqueo, el clamor mundial por eliminarlo, así como los reiterados aplausos recibidos por el canciller cubano, y las expresiones de Cuba sí, bloqueo no, que corearon entre todos para terminar otra de las manifestaciones de rechazo y condena a la política genocida reiterada por el actual inquilino de la Casa Blanca.