
Andrés Durán Fundora, director de AZCUBA en Villa Clara, está consciente que la venidera contienda representará un gran reto para los agroazucareros villaclareños, en un territorio históricamente considerado el mayor productor de azúcar de Cuba y que en la pasada molienda produjo 272 732 mil toneladas.
Entrevistado por Vanguardia, Durán Fundora calificó de diferente la zafra del 2017-2018, pues estará marcada por los efectos negativos dejados por el huracán Irma a su paso por la provincia; en particular, en los siete centrales azucareros ubicados en la costa norte; por un atraso en las reparaciones acumulado entre los meses de septiembre y octubre; y un área cañera disminuida en rendimientos por el propio fenómeno meteorológico, con un 19,4 % de las plantaciones dañadas y un estimado entre los 250 mil a las 300 mil toneladas de la dulce gramínea por debajo, según los últimos estimados.
Hay que adicionar, significó el directivo, la intensa sequía que impidió durante unos 10 meses regar la caña en la costa norte y generó atrasos en el plan de siembra.
No obstante, la experiencia azucarera del territorio y las medidas organizativas llevadas adelante hacen que estos impedimentos objetivos puedan ser minimizados por los hombres y mujeres que hacen zafra, y si el tiempo acompaña tener moliendas altas y estables, con el menor índice de impurezas en el proceso fabril y un ahorro significativo de portadores energéticos.
Serán nueve los centrales que harán zafra en Villa Clara. Por el orden que iniciarán la molienda están: «Quintín Bandera », de Corralillo, que comenzará el 14 de diciembre; »Panchito Gómez Toro », la joya de Quemado de Gí¼ines, el día 17; y «Carlos Baliño », de Santo Domingo; el 20 de diciembre. Será la triada villaclareña en la llamada zafra chica.
En la primera decena de enero deberán sumarse: «Ifraín Alfonso », de Ranchuelo; y el «Heriberto Duquesne », de Remedios. Este ultimo ingenio con una reposición de su caldera, por otra de 60 toneladas, lo que asegurará una mayor eficiencia fabril.
Antes de finalizar el primer mes del año estarán haciendo azúcar en Villa Clara las cuatro fábricas restantes: «Héctor Rodríguez », de Sagua la Grande; «José María Pérez », de Camajuaní, y los encrucijadenses «Abel Santamaría » y «Perucho Figueredo ».
De acuerdo a lo manifestado por el director del grupo AZCUBA se prevé una contienda no tan extendida en el tiempo como la anterior, sino ajustada a los meses óptimos para la obtención del máximo de azúcar a la caña, con cálculos de conclusión que no rebase el 15 de abril.
Reiteró Durán Fundora que la falta de caña sigue siendo el principal problema en el territorio, con mayores afectaciones este año debido a las circunstancias climatológicas vividas. Aunque no se renuncia a sembrar las 22 009 hectáreas planificadas; faltando hasta este momento unas 2 500 h. para completar la cifra acordada.
En positivo resalta que de las 19 450 h. plantadas, el 70 %; o sea, 14 500 h. son en surcos de base ancha, una técnica que permite una mayor germinación y reduce la presencia de plantas invasoras.
No obstante, la siembra está requerida de un esfuerzo grande: «Si el clima se muestra aceptable resulta factible concluir antes del cierre de diciembre. Hay 1900 h. en movimiento y se cuenta con todo el equipamiento para hacerlo con eficiencia y productividad », aseveró Durán Fundora.
Villa Clara tendrá su prueba de puesta en marcha el día 24 de noviembre en el central Quintín Bandera, el primero que echará a andar sus máquinas y hará sonar el clásico pitazo, en señal inequívoca que allí ya se hace zafra.