
Antes de las 7:00 de la mañana de este miércoles 27 de diciembre, abrió sus puertas al pueblo santaclareño el recinto ferial Los Pilongos. Una vistosa obra constructiva que posibilita agrupar en sus 144 puestos destinados para la venta, lo que anteriormente estaba disperso por toda el área del Sandino cuando se hacían las tradicionales ferias dominicales.
La apertura del recinto ferial forma parte del programa Villa Clara con todos, que no se ha detenido, a pesar de los daños causados por el huracán «Irma » y las labores recuperativas posteriores.
Hermoso, y bien ordenado, en su inauguración dio posibilidades de adquirir los avituallamientos indispensables para la cena de fin de año. Esa tan propia, y característica, de los cubanos.


A saber: carne de cerdo, lo más codiciado, pero de manera afortunada, entre lo más abundante; las clásicas ensaladas; sobre todo de lechuga y en menor medida de tomate, y la sabrosa yuca. Sin que faltasen el arroz y los frijoles negros para el clásico congrí del 31.
Sobresalían entre las variadas ofertas las cebollas moradas, de excelente calidad y a precios asequibles. En menor medida había presencia del ajo y también de la malanga, del tipo guagí¼í, y de boniatos.
No faltaban tampoco entre los vegetales y hortalizas ni la zanahoria, ni la acelga. Tampoco los mazos de cilantro, tan usados en la cocina tradicional cubana.
Junto a la oferta de productos agrícolas, había varios puestos destinados al Comercio y la Gastronomía y a la empresa Labiofam. También la Apicultura disponía de su respectivo espacio de venta.
En el centro del amplio recinto estaban ubicadas varias balanzas digitales destinadas a verificar el peso de las mercancías, con un grupo de inspectores dispuestos a enfrentar cualquier alteración en peso y precio.
En su apertura, el recinto ferial Los Pilongos probó que dispone del espacio suficiente para que los concurrentes recorran sus diferentes puestos de venta sin interferencia alguna. Una preocupación de la población santaclareña habituada al espacioso, pero desordenado y antihigiénico Sandino, donde las mercancías estaban en el piso y dispuestas de cualquier manera.
En sus áreas exteriores, Pescavilla vendía sus tradicionales productos y aledaño estaban situadas cuatro carpas destinadas a la venta de mercancías y productos propios del Comercio.
Las bicicletas, motos, y triciclos, obstáculos que existían antes, al no poder circular por el cercado y protegido recinto dan mayores posibilidades a los concurrentes.
Con la apertura de «Los Pilongos » se da un paso de avance en el reordenamiento de la comercialización y venta de productos agropecuarios en Santa Clara, y se crea un complejo a su alrededor, pues en sus inmediaciones está el Mercado Estatal Agropecuario de Buenviaje, el mayor de Villa Clara, y el llamado Mercado de Oferta y Demanda.
A la inauguración acudieron las principales autoridades políticas y de gobierno de Villa Clara: Julio Ramiro Lima Corzo, miembro del Comité Central y primer secretario del Partido, y Alberto López Díaz, presidente del Poder Popular en el territorio.
Las ferias de fin de año se extenderán hasta el 31 de diciembre en horas del mediodía.