Los agroazucareros de Villa Clara están empeñados en revertir los atrasos acumulados durante la actual zafra, y con ese fin libran una batalla contra el tiempo, apresurando su andar, pese a la humedad residual aún presente en una buena parte de las plantaciones.
A tono con ese propósito, cada colectivo de las siete plantas moledoras en acción trabaja por lograr un mejor aprovechamiento de la jornada laboral. De igual manera se alistan para incorporarse a la contiendas los centrales José María Pérez, de Camajuaní, y Perucho Figueredo.
Según los pronósticos, el central camajuanense iniciará operaciones en las próximas horas, en tanto la fábrica de Encrucijada demorará unos días más hasta completar su alistamiento.
Aunque de forma gradual se ha ido completando la relación de los nueve ingenios villaclareños que intervendrán en la zafra 2017-2018, la humedad en los campos y los daños provocados por la lluvia en los caminos, afectan las labores de corte y tiro. Tales condiciones exigen extremar las medidas para minimizar la rotura de equipos y el tiempo perdido en la actividad, y potenciar la eficiencia.
Andrés Durán Fundora, director de la empresa provincial, calificó de complejo el panorama por el que transita en estos momentos el sector, e informó que el promedio de molida apenas supera el 35 % de lo planificado.
Ante tales circunstancias, explicó el directivo, se adoptan alternativas para mantener la entrega estable de materia prima a los ingenios, entre las cuales está la organización de pequeñas brigadas para el corte manual en toda la provincia, y la incorporación de carretas con tractores con el fin de asegurar la extracción de la caña en aquellos lugares donde la humedad impide la entrada de otros equipos.
Un tema al cual hizo referencia Durán Fundora es el pago a los trabajadores, por aun cuando se están buscado soluciones, los ingresos percibidos hasta la fecha distan mucho de lo que han recibido en las últimas zafras.
El panorama es difícil y complejo, puntualizó el directivo, ante lo cual se impone mantener el optimismo y la voluntad de cumplir la parte que a cada cual le corresponde. Habrá que acelerar las labores donde las condiciones lo permitan, porque el tiempo perdido ha alejado a la provincia del compromiso pactado para la actual zafra.