El asentamiento de Aguada de Moya, en el municipio villaclareño de Camajuaní, resultó el más afectado del sector cooperativo y campesino en Villa Clara, tras el paso del huracán Irma.
Sin embargo, a poco más de cinco meses del azote devastador del meteoro por la provincia, el Consejo Popular se transforma en una comunidad de nuevo tipo.
Ello lo confirma la culminación con el apoyo de sus propios pobladores y de brigadas estatales incorporadas a la tarea de 88 casas que fueron arrasadas completamente por la furia de los vientos.
Entre las familias que perdieron todo y agradecen a la Revolución haberles devuelto su vivienda, se encuentran Santa Morales y el campesino Melanio Ríos.
No quieren pensar en la «dama enfadada » que les llevó la casita de madera, ni en el momento en que retornaron al hogar donde prácticamente todo había desaparecido, pero sí recuerdan con agrado cuando llegó la ayuda.
Santa no olvida ese día en que le entregaron un ajuar de cama, colchón y otros artículos de forma gratuita. Melanio mira a lo lejos y solo ve caras alegres entre los vecinos, pues ahora todo está más bonito.
También Gisela Ferrer y Domingo Ramos ya tienen casa. «Antes del huracán me habían otorgado un subsidio, pero se vino a consolidar con el ciclón », precisa Gisela.
«Una brigada del central José María Pérez levantó las paredes, compuso el techo de zinc, y regresarán pronto para darle los toques finales a la vivienda. Sin embargo, lo importante es tener una casa ,y gratis, ¿qué más puedo pedir? ».
La ceremonia con motivo del cumplimiento de la tarea encomendada, efectuada en áreas aledañas al círculo social, contó con la presencia del General de División (r) Ramón Pardo Guerra, jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, quien elogió el optimismo del pueblo agradecido.
Por su parte, Mirtha González, a nombre de los vecinos, manifestó que en Aguada de Moya hubo una Revolución dentro de la Revolución, por el fuerte movimiento constructivo imperante. Fue ella una de las que perdió todo, pero no se amilanó y brindó su ayuda a los necesitados.
En tanto, Neisy Santos, presidenta de la ANAP (Asociación Nacional de Agricultores Pequeños) en la provincia, señaló que tras el llamamiento de Raúl Castro al pueblo después del paso del huracán Irma, la organización que dirige, la Agricultura y otras entidades, convocaron a familias y asociados para resarcir los daños.
Señaló que la respuesta fue inmediata y el poblado comenzó a cambiar con la reparación de la bodega, escuela, punto de venta de CIMEX, farmacia y consultorio médico, que elevan la calidad de vida de sus habitantes.
Aquí también fueron reconocidos por el apoyo a la recuperación, los esfuerzos, compromisos y voluntad de acción: Isaac Moreno, presidente de la zona de Defensa, Yelany León y Luis Rodríguez, entre otros. También llegó la felicitación para las CCS Julio Antonio Mella, Abel Santamaría, El Vaquerito, Fructuoso Rodríguez e Isidro González, y las UBPC Juan Verdecia y Chiqui Gómez, además de Comercio, Transmet, la Empacadora Vega de Palma, Mantenimiento Constructivo y el Combinado Cubanacán.
Previo al encuentro, el General de División Ramón Pardo participó en una reunión en la sede del Gobierno en Camajuaní, para evaluar la marcha de la etapa recuperativa, cuyo plan de rehabilitación de viviendas con derrumbes totales se encuentra al 44,4 % de cumplimiento.
No obstante, instó a avanzar en la tarea, crear un sistema mejor organizado, pues en varios municipios, aun cuando tienen recursos disponibles en almacenes, existen retrasos en el programa constructivo para la culminación de viviendas con derrumbes totales. En ocasiones, a pesar de contar con la materia prima en puntos de venta, su distribución es lenta.
Pardo Guerra enfatizó que la prioridad del país está en la recuperación, pues los huracanes no se detendrán, y hay que continuar conviviendo con estos fenómenos y estar preparados.