
El 15 de julio de 1689 quedó fundada la Gloriosa Santa Clara y oficiada la primera misa, al pie de un frondoso tamarindo en el actual parque de El Carmen.

Las razones que llevaron a las 18 familias remedianas a construir una nueva villa en el centro de Cuba fueron estrictamente de índole económica, más allá de las versiones novelescas de un San Juan de los Remedios endemoniado o la más romántica de los ataques de corsarios y piratas.
La población, fundada entre dos ríos, creció con rapidez, y la laboriosidad de sus habitantes la convirtió en una de las más prospera de Cuba.
En esos primeros siglos coloniales resaltó el apoyo santaclareño a La Habana durante el asedio inglés en 1762, con el envío de milicias para defender el suelo habanero en una clara muestra de rebeldía y oposición a las casacas rojas del rey de Inglaterra, Jorge III.
Ya en 1867, para ser exacto, el 12 de mayo, la reina regente de España, Isabel II, le concedió a Santa Clara la condición de ciudad, y con tal rango, se sumó a la gesta independentista contra el colonialismo español y lideró el levantamiento armado en las inquietas villas; con destaque para Miguel Gerónimo Gutiérrez y Eduardo Machado Gómez, dos de sus más preclaros hijos.
Todavía no contaba con escudo propio. La primera mención oficial para disponer de ese símbolo identitario de la cual existe certidumbre histórica data de 1887; aunque en el 1878 se estuviese hablando, desde las filas del integrismo español, de un escudo local que contara, entre sus emblemas, con el león identificativo del poder colonial de España.

En el Eco de Villaclara, en 1867, se reseña la creación del primer escudo, obra de José Machado, conocido como Pepe, que lo mandó a esculpir en mármol de Carrara, pero sin aprobación oficial alguna. Dicho blasón está dividido en dos partes, una superior alusiva a la Patria (tierra y árboles) y a la Religión (la cruz); y la parte inferior, infiere la Familia como tercera divisa (bohío, árbol y sembrados).
Luego sobrevinieron nuevas propuestas de escudos, con mayores o menores cambios. Vale hacer mención cronológica a la realizada en 1889 por Francisco Hernández, Pancho, para la Exposición de París; otro en 1892 atribuido a Camilo Valdés y el último de la colonia, obra de Catalá, que sirvió para la moción en 1894, meses antes del reinicio de la guerra de independencia, y otra en 1918, ya en la República, de los concejales del Ayuntamiento Alejandro J. Ruíz y Miguel A. Torrens.
Este escudo de Catalá es bastante parecido al primero de Pepe Machado, y las divisas de Patria, Religión y Familia son legibles sobre la cinta que lo envuelve. Según informa el periódico La Opinión, del 11 de marzo de 1918, el Ayuntamiento «consideró que dicho escudo se ajusta a la historia de la ciudad ».
Después de 1959, sin arraigo en la población, como realmente tampoco lo tuvieron el Himno de Villaclara ni la Bandera, la Asamblea Municipal del Poder Popular solicitó la creación de una comisión de especialistas para que trabajaran en función de un nuevo escudo de la ciudad, atemperado a los tiempos que corrían en un país en Revolución. En 1988 se aprobó el Reglamento para el uso del escudo de armas de Santa Clara y se le hicieron varias modificaciones.

La más significativa de las variaciones en el actual escudo estuvo relacionada con el cambio de la divisa Religión por la de Prosperidad, al ser una aspiración que animó siempre a los santaclareños en el orden económico, histórico, social y cultural.

También fue sustituida la cruz que acompañaba al anterior en su cuartel superior, por una llave de púrpura con el anillo a la diestra y el paletón hacia abajo. La llave, en alusión desde el punto de vista de la heráldica a la condición de ciudad de Santa Clara. Con posterioridad, la llave fue instituida como símbolo de la capital de Villa Clara.
Por acuerdo de la excepción de la propia Asamblea Municipal, que data de 1988, en siete lugares de la ciudad se mantiene el antiguo escudo de Santa Clara, sitios sagrados para los santaclareños que datan de antes de la adopción del nuevo blasón.
Hoy, el escudo de Santa Clara sigue desconocido para las nuevas generaciones, necesitadas de que la escuela les enseñe los orígenes gloriosos de donde proceden y que, lamentablemente, como en este caso, y en otros muchos otros más, desconocen. Una deuda histórica a saldar en aras del peligro en acecho de la desmemoria y la pérdida de la identidad.
Lugares de la ciudad con el antiguo escudo de armas:
- Placa conmemorativa donde cayó José Ramón León Acosta, Dinamo, en la calle Maceo.
- Monumento a Miguel Gerónimo Gutiérrez, en el parque La Pastora.
- Monumento a las familias fundadoras de la villa, en el Parque del Carmen.
- Puerta de la entrada principal de la iglesia Santa Clara de Asís, en la calle Marta Abreu.
- Antiguo Salón de los Consejos del Gobierno Provincial, hoy Sala Caturla, de la Biblioteca Provincial Martí.
- Puente de Misioneros y Maceo.
- Puente de Central y 1.a, del reparto Osvaldo Herrera, conocido como Dobarganes.