Vegetales en ventas al turismo

La recolección de vegetales para el comercio con instalaciones del turismo y la arrancada de la campaña de frí­o caracterizan las labores de las casas de cultivo en la empresa agropecuaria Valle del Yabú, en Santa Clara.

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Luis Machado Ordetx
Luis Machado Ordetx
@MOrdetx
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24 Julio 2019

Las cosechas de hortalizas selectas destinadas a la comercialización con el turismo en fronteras se afianzan a partir de producciones que salen de las casas de cultivo protegido y semiprotegido radicados en la empresa agropecuaria Valle del Yabú, una de las instalaciones más destacadas de Villa Clara en la sustitución de importaciones.

Preparación de suelos en el Yabú, Santa Clara, Villa Clara
Con la utilización de tractores se prepara la tierra en casas de cultivos para en septiembre comenzar la campaña de frí­o. (Foto: Arelys Marí­a Echavarrí­a de la ACN)

En la actualidad unos 70 trabajadores vinculados al área acometen la preparación de suelos con el propósito de comenzar la campaña de frí­o a partir de septiembre, momento en el cual incluirán posturas de tomate, pimiento y pepino, luego de obtener las posturas a partir de simientes adquiridas en mercados foráneos.

La liberación de suelos ya cosechados se adecua con tractores, al tiempo que la tierra es desinfestada por medio del calor generado que pasa por las mallas plásticas que antes protegí­an el fomento de los cultivos.

La acción, previo el montaje de canteros, atenúa la presencia de patógenos y malas hierbas, y ofrece mayor durabilidad a las posturas plantadas, dijo Jorge Luis Rodrí­guez Alonso,   especialista en Sanidad Vegetal.

Afirmó que unas 30 000 posturas de tomate y pimiento sembrarán durante la etapa invernal para garantizar durante todo el año los abastecimientos de esos renglones a la infraestructura hotelera ubicada en el territorio.

Recogida de pepino
Unas 150 toneladas de pepino selecto recogen por hectárea para el comercio con el turismo en fronteras. (Foto: Luis Machado Ordetx)

En las 36 casas de cultivo, cada una atendida por un trabajador agrí­cola vinculado a los resultados finales del área, se obtienen, de acuerdo con la aplicación del riego por goteo, el fértil riego y calidad de las semillas, rendimientos que en el caso del pepino (cada unidad con unos 250 gramos de peso) rebasa las 150 toneladas por hectárea.

Las acciones productivas, en más de un 60 %, están automatizadas, hecho que humaniza el trabajo en la irrigación y protección fitosanitaria directa de las plantas. También el uso de tractores adquiridos a partir de una donación de la India contribuye a adecuar los suelos con prontitud y lograr mayores volúmenes de acopios por temporada.

Ahora solo mantienen en producción seis casas dedicadas a la recolección de pepino de las variedades Ya-9005 y Paraí­so, de elevados rendimientos, añadió Rodrí­guez Alonso durante un recorrido por esas dependencias agrí­colas.

Otras 192 cámaras o canteros ubicados en módulos semiprotegidos están plantados con habichuela, quimbombó, espinaca, ajo puerro, acelga, remolacha, zanahoria, lechuga y rábano, muy reclamados por las instalaciones hoteleras. La comercialización directa de esos renglones, entre otros surtidos,  permite a la empresa agropecuaria de Santa Clara ampliar los ingresos monetarios en divisa y contribuir al reemplazo de compras de alimentos en el extranjero.

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