Recorrer los caminos de la Historia

El Archivo Histórico Provincial de Villa Clara, el próximo 16 de agosto, llegará a su medio siglo de existencia. Fondos y Colecciones todaví­a aguardan por la mirada ávida y sistemática de investigadores y estudiosos del contexto regional y nacional cubanos. 

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Luis Machado Ordetx
Luis Machado Ordetx
@MOrdetx
1943
12 Agosto 2019

La trascendencia documental de los Fondos y Colecciones del Archivo Histórico Provincial de Villa Clara, uno de los más completos de la región, adquiere mayor envergadura por estos dí­as durante la celebración del medio siglo de la institución y en tiempos de urgencia para la conservación y difusión de la memoria que allí­ protegen.

cta Capitular del Cabildo de Santa Clara de 1831 que recoge acuerdos derivados de los litigios territoriales de la jurisdicción. (Fotocopia: Luis Machado Ordetx)

Decisivo en el servicio de la investigación y la cultura, el centro llegará el próximo 16 de agosto a los 50 años de existencia en la preservación de un patrimonio adquirido a partir de donación, depósito, transferencia y adquisición, necesarios en la comprensión de una localidad, un territorio y el paí­s, tal como promueven los especialistas adscriptos al Ministerio de Ciencia, Tecnologí­a y Medio Ambiente (Citma) en Villa Clara.

Dentro de las documentaciones destaca el Fondo del Ayuntamiento de Santa Clara (Actas Capitulares) originales desde la creación del cabildo el 1.o  de enero de 1690, apenas unos meses después de fundado el nuevo asentamiento poblacional en tierra adentro.

Con 68 tomos y 9 copias, resaltan los originales manuscritos que ofrecen un juicio certero de la historia económica, polí­tica, social y cultural de la antigua jurisdicción. Destacan, asimismo, papelerí­as del Ejército Libertador Cubano, un caudal valioso relacionado con apuntes, acopios de informaciones, cartas e instrucciones del general José Braulio Alemán Urquí­a, el Centro de Veteranos de la Independencia de Santa Clara y el Registro de Asociaciones, entre otros fondos.

También resalta el Juzgado de Primera Instancia (1740-1964), así­ como el contenido en la Audiencia de Las Villas (1934-1958), decisivos para la interpretación de hechos relacionados con los Tribunales de Urgencia, y de los denominados Revolucionarios surgidos con posterioridad. Completan la riqueza informativa el perteneciente a Agrimensura Jacobo Ledón Uribe, con valiosos materiales originales y copias impresas de planos de fincas rústicas, memorias y mediciones de terrenos de ingenios azucareros, cafetales, ví­as ferroviarias, haciendas y viviendas edificadas en la región.

Croquis elaborado por agentes insurrectos de la Brigada de Sagua la Grande para ataque a posiciones enemigas en la Guerra de 1895. (Fotocopia: Luis Machado Ordetx)

El valor y desarrollo ulterior de la historia de una región y un paí­s no se conocerí­a sin la interpretación de datos y valoraciones e interpretaciones de esos y otros fondos guardados y socializados por la institución villaclareña, una de los 19 de su tipo diseminados en todas las provincias y algunas municipalidades cubanas.

Carta de la Tesorerí­a del Partido Revolucionario Cubano, firmada por Bejanmí­n Guerra, dirigida a la patriota villaclareña Carolina Rodrí­guez, el «Alma de Cuba », como la nombró Martí­. (Fotocopia; Luis Machado Ordetx)

Carlos Santiago Coll Ruiz, director del Archivo Histórico Provincial, destacó que aún se tropieza con el criterio de considerar esas instituciones como «reservorios de documentos para ser conservados en el tiempo sin el debido reconocimiento social y la cuantí­a que tiene en la formación general integral de estudiantes de los diferentes tipos de enseñanza », lo cual se traduce en una debilidad académica para difundir épocas pasadas en las que trascienden orí­genes de regiones y pueblos.

En ocasiones, precisó, desde las carreras universitarias afines con las Ciencias Sociales «se demanda poco de la sistematicidad del conocimiento de los Fondos y Colecciones que protegen y hasta de los servicios que allí­ se brindan », hecho que redunda en vací­os historiográficos, económicos y culturales sin la adecuada integración entre lo local, lo regional y nacional.

«No se trata de cambiar el objeto social de los Archivos, sino de convertir los documentos en construcciones sociales de la nación, y alejarse de conceptos de informaciones pasivas reiteradas en escenarios académicos y públicos », acotó Coll Ruiz.

Hoja de servicios militares prestados por el General José Braulio Alemán a la causa independentista. (Fotocopia: Luis Machado Ordetx). (Fotocopia: Luis Machado Ordetx)
Inventario de armamentos militares en fuerzas insurrectas. (Fotocopia: Luis Machado Ordetx)

Destacó que la Archiví­stica, como Ciencia Auxiliar e Interdisciplinaria de la Historia, en el plano investigativo adquiere realce en la institución, a veces muy inexploradas en labores cientí­ficas.

Convenio del Zanjón, 1878:  Texto histórico del Mayor General Máximo Gómez y las causas que llevaron a un pacto sin independencia. (Fotocopia: Luis Machado Ordetx)

Dentro de los retos perspectivos, apuntó Coll Ruiz, están la edición impresa del Convenio del Zanjón: Relatos de los últimos sucesos de Cuba, original firmado en Kingston, Jamaica, 1878, por el Mayor General Máximo Gómez Báez, así­ como la digitalización de la novela Agua mansa, del periodista e historiador Florentino Martí­nez Rodrí­guez, texto inédito relacionado con sucesos reales ocurridos a partir de la reconcentración ordenada por Valeriano Weyler en Santa Clara.

Esos materiales, manuscritos, y otros en proceso digital, están alojados en el Fondo personal de Manuel Garcí­a-Garófalo, uno de los más amplios, variados y valiosos que guarda el Archivo.

De igual modo añadió que tienen sostenidos retos en la divulgación de informaciones dispuestas en los Fondos especiales, entre los que resaltó los contenidos de Mapoteca, Fototeca, Protocolos Notariales y la Colección Rafael Dí­az-Canell Herrera (1849-1980), fundamental en el conocimiento de la Agrimensura y los valores topográficos surgidos con la división polí­tico-administrativa de 1878 y los partidos judiciales que comprendí­an   entonces la provincia. Desde ahí­ se abren muchos caminos investigativos para  desandar el conocimiento y socialización de nuestra historia.

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