
Durante los últimos seis años, de manera consecutiva, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) en Villa Clara ejecuta valores superiores a los treinta millones de pesos en inversiones y mantenimientos a embalses, diques, conductoras de agua y el saneamiento adecuado, un derecho inalienable de todos los seres humanos.
Antes, apenas se invertían unos quince millones de pesos en actividades similares, dijo Tomás Díaz Pérez en la celebración del acto por el aniversario 57 de constituido ese organismo, el 10 de agosto de 1962. Entonces el país abrió perspectivas únicas para impulsar programas en la construcción de presas que permiten el acceso de la población a partir de acueductos, y la utilización del líquido en tareas agropecuarias e industriales.
Por esa fecha existían en las antiguas seis provincias cubanas unas 13 presas y alrededor de cuarenta y ocho millones de metros cúbicos de agua acumuladas en los acuíferos. En la actualidad se cuenta con unos 9 128 millones de m3 en 242 embalses y otras 700 micropresas, señaló el delegado del INRH en el territorio.
La central provincial contaba solo con la pequeña presa Agabama-Gramal, y ahora dispone de grandes embalses entre los que destacan Hanabanilla-Jibacoa, concluida a principios de los años 60 del pasado siglo, así como Palma Sola, Alacranes, Minerva, La Quinta y Palmarito, las cuales completan una decena de depósitos para garantizar los abastos previstos aun cuando ocurra sequía hidrológica, como pasó hace dos años.
De los objetivos de Desarrollo Sostenible contemplado en la Agenda 2030 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), de Naciones Unidas, los trabajadores villaclareños del ramo consolidan acciones productivas y de servicios que ponen freno a la «escasez de recursos hídricos, la mala calidad del agua y el saneamiento inadecuado », según reclama ese texto.
Díaz Pérez señaló que con tales propósitos se trabaja en la conclusión el año entrante de la inversión iniciada para el desarrollo del turismo en Cayo Santamaría, lugar el cual instalan puntos de tratamiento de residuales, una planta desalinizadora de agua y mantenimientos adecuados a redes conductoras.
También afianzan la recuperación de diques de la Costa Norte, desde Sagua la Grande a Piñón, en unos 100 kilómetros de extensión, el repaso de abrevaderos y zonas protectoras que rodean 40 000 hectáreas de siembra estatales.
El delegado de Recursos Hidráulicos señaló de igual modo que trabajan en canales ubicados en esa zona norte de la provincia, y en caminos de acceso a los embalses de Agabama y Palma Sola y de las redes conductoras, a cielo abierto, en Armonía, vitales en irrigación de agua.
Apuntó que en la ciudad de Sagua la Grande hicieron una inversión que superó los seis millones de pesos, necesaria en la estabilidad de suministro de agua a la población, mientras en Caibarién rehabilitan tramos de tuberías desde las zonas del hospital local a la playa.
Díaz Pérez precisó que a la salida de la Minerva se adecuó casi un kilómetro de conductora, y otros 900 metros en Palmarito, fundamentales en los abastos de agua a Santa Clara. Recalcó que en la última presa ubicada en Ranchuelo preparan otros 600 m de tuberías, cuando antes solo la provincia tenía posibilidades de reparar unos 2 Kms anuales.
Con insatisfacciones por limitaciones en equipamientos, alertó que continúan en la limpieza de alcantarillados y fosas, acciones que atenúan la contaminación y el vertimiento de residuales.