Con un crecimiento continuo de un 9 % del total de la masa de búfalo ubicada desde hace tres décadas en la Empresa Pecuaria Macún, en Sagua la Grande, la producción de carne y leche se consolida en esa entidad agropecuaria, una de las más eficientes del país.
Los animales arribaron a ese territorio costero del norte de Villa Clara el 26 de septiembre de 1989, fecha que fue recordada días atrás cuando por entonces se recibieron aquellos 399 animales robustos, del tipo Carabao procedentes de Australia, y otro lote de 25 ejemplares entregados por la Empresa Genética Los Naranjos, en La Habana.
Constituyó el inicio de un programa de fomento-desarrollo de animales caracterizados por espíritu gregario, de permanencia en grupo, así como de fácil retención y adaptación a un área específica para sus explotaciones en lecherías, ceba y crecimiento del volumen en existencia a partir de la monta directa o inseminación artificial.
Al cierre de agosto en Sagua la Grande se cuantificaron 5467 búfalos ubicados en 11 lecherías, 7 centros de desarrollo y 1 de promoción de sementales, para destinarlos al mejoramiento racial y de incremento de la masa según los destinos.
Durante ese período se produjeron más de 230 000 litros de leche con destino a la industria de esa localidad, líquido que según pruebas de laboratorio tiene un 40 % de sólidos totales, así como un 95,9 de grasa y 25,6 de proteína, parámetros superiores a los obtenidos en vacas en ordeño.
El Dr. Marcelo Dulzaides Jove, jefe de Desarrollo, en un recuento de los 30 años de la presencia de búfalos en Villa Clara, precisó que se labora en un programa, viejo anhelo de la entidad, destinado a la producción de queso industrial con destino al turismo en fronteras.
También anunció el amansamiento de animales machos para emplearlos en el desbroce de marabuzales y el acarreo de madera dirigida a la fabricación de carbón vegetal, renglón fundamental para la exportación.
La ocasión fue propicia, además, para estimular a monteros, jefes de fincas y trabajadores que intervinieron en el arribo de aquellos búfalos que se ubicaron en los ocho pastoreos que existieron entonces en la Pecuaria Macún, en Sagua la Grande.