En la actual corrida contra el mosquito Aedes aegypti y ante la proliferación de focos del dañino insecto en Santa Clara municipio más comprometido, directivos de Salud, acompañados por autoridades del Partido y el Gobierno en Villa Clara, realizan un sistemático control en cada área de Salud, para verificar el cumplimiento de las acciones emprendidas en la campaña intensiva que trasciende en la provincia y el país.

La imperiosa tarea ha requerido del empleo eficiente de los recursos del Estado en tiempos de contingencia energética, el apoyo del personal médico y trabajadores de otros sectores, así como de estudiantes de Ciencias Médicas, en los empeños por erradicar el agente trasmisor del dengue y otras enfermedades.
A pesar de los esfuerzos desplegados, el policlínico Marta Abreu, en la capital provincial, reportaba la semana pasada un alto índice de infestación.
Una mirada al «Marta Abreu »

Sobre las causas que dificultan cerrar el ciclo con resultados favorables en esta área de Salud, Nelsa Hardy González, al frente del Departamento de la Campaña Antivectorial, explicó que el mayor problema radica en el número de casas cerradas.
Más de 13 000 núcleos familiares divididos en los consejos populares José Martí y Antón Díaz, y parte de Virginia, pertenecen a ese policlínico.
«Virginia es una zona que históricamente ha estado complicada. De ahí que en estos momentos reciba acciones intensivas ».
Hardy González insistió en la necesidad de que la población coopere, y el día que corresponda fumigar, el trabajador pida permiso en su centro laboral como está estipulado para que abra su vivienda y se pueda llevar a cabo la fumigación. «De no hacerlo en todas por igual, seguiremos con la proliferación del Aedes aegypti ».
Manifiesta que otra situación que atenta contra los éxitos de la campaña tiene que ver con los tanques bajos, pues la cuestión no está en dejar de almacenar agua para el consumo o uso doméstico, sino en proteger los depósitos, limpiarlos con sistematicidad y mantenerlos tapados.
«Hay personas que retiran el abate de los tanques después que pasa el operario. Ello incide en que se reiteren manzanas con focos. Aun cuando la calidad en la revisión es fundamental ».
Numerosas son las multas impuestas en esa área de Salud, cuando las personas no mantienen la vigilancia en sus hogares y se detectan focos. Igual proceder se realiza en los centros de trabajo.


Lian Liset Manso Guadarrama, directora del policlínico Marta Abreu, enfatizó en que para tener buenos resultados en la lucha antivectorial, hay que hacer bien el tratamiento focal y adulticida.
«Unos 25 técnicos propios de nuestro centro, entre ellos, enfermeros y licenciados, han apoyado la campaña intensiva, luego de pasar un curso de habilitación, pero no tienen el conocimiento propio de cómo ejecutar las acciones en todas las manzanas, así como en las más complicadas.

«Hay operarios que actúan de manera formal, firman la hoja de constancia de visita a la vivienda y no realizan el tratamiento focal como está establecido. Esta manera de actuar no se puede permitir.
«En estos momentos contamos con una fuerza estable para el manejo de las bazucas integrada por trabajadores de distintas entidades; sin embargo, continúan las casas cerradas, como sucede en el Consejo Popular José Martí, donde hay un alto crecimiento poblacional ».
Coincide en que el tema casa cerrada es complicado. Y se trabaja en aquellas donde viven médicos que actualmente colaboran en otros países, para que sus familiares abran sus viviendas.
Otras situaciones preocupantes tienen que ver con la demora en la recogida de la basura, y en casos de personas infestadas que se quedan en sus casas y no ingresan en los centros de aislamiento.
En cuanto al tema bloqueo de febriles que consiste en hacer el tratamiento focal y adulticida, y el perifocal en moradas reportadas con dengue, explicó que aún no llegan a todos por falta de transporte, aunque resulta un asunto de máxima prioridad, por ser una de las acciones más eficaces.
Los operarios opinan
Carlos González Llano, jefe del Departamento de Recursos Humanos de la Delegación de la Agricultura, dirige aquí unos 22 hombres procedentes de esa entidad, quienes bien temprano arriban al policlínico Marta Abreu para recibir orientaciones, comprobar el estado de las bazucas y emprender el camino hacia los consejos populares. Una fuerza experimentada que desde junio anda por estas barriadas.

Al preguntar por las limitaciones del trabajo en las viviendas, todos coincidieron en el número de casas cerradas, específicamente en José Martí. También se refirieron a la importancia de la calidad con que se realice el tratamiento focal y adulticida. Si se hace mal, hay que empezar de nuevo.
Tampoco las 15 máquinas disponibles son suficientes para los 52 hombres de apoyo, procedentes también de la Empresa Azucarera Azcuba, obligados a rotar con los equipos.
«Cada consejo popular tiene un día fijo para la fumigación. Como siempre, les pedimos a los vecinos que deben mantener cerrada la casa por espacio de 35 o 40 minutos, para que el saneamiento surta efecto ».
Desde hace un mes el joven mecánico Yaydel íguila Rodríguez, de la UEB Transmec, se incorporó a la campaña intensiva.
Cuenta que desde que le dieron la bazuca, la cuida como si fuera suya, luego de repararla y engrasarla.
Al preguntar por los obstáculos encontrados, levantó la vista preocupado ante la cantidad de basureros que abundan en estos repartos.
«Muchos tienen conciencia acerca de la situación epidemiológica por la que transita el municipio, pero otros no interiorizan acerca del peligro a que se expone la comunidad de no colaborar ».
¿Por cuánto tiempo más apoyará la campaña?
Hasta el cierre de esta etapa, aunque estoy dispuesto a seguir si es necesario.
En tanto, José Cuellar Barrueta, de la Empresa Azucarera Azcuba, otro de los que permanecen aquí desde el mes de julio, insistió en que las casas cerradas resultan una limitación para hacer bien su trabajo, como sucede con el apartamento 13 del Edificio 5 en Brisas del Oeste, donde nunca le han abierto la puerta.
Este lunes 7 de octubre se espera la reincorporación de una fuerza de Labiofam integrada por 32 hombres que laboró en agosto en Virginia con buenos resultados.

Este aval los trae de vuelta ahora a las barriadas de La Gomera y Las Minas, en los empeños por poner fin a la trasmisión de dengue.
Contener la compleja situación epidemiológica del territorio deviene tarea común y prioritaria.
En Villa Clara, y en especial en Santa Clara, se han destinado cuantiosos recursos materiales y humanos a la campaña, mas aún preocupan los índices de infestación. No pueden cantar victoria aquellos policlínicos que han disminuido su focalidad, pues el mosquito sigue al acecho y la situación climatológica lo ampara como hospedero de la enfermedad.
De nada valen las estrategias trazadas por las autoridades sanitarias y la solidaridad de los trabajadores de otros sectores, si muchas puertas siguen cerradas al tratamiento adulticida, y en el interior de los hogares el vector se reproduce y prolifera.
Resulta imprescindible que el pueblo apoye y sea el principal garante de la salud, que abran las casas, atiendan a los fumigadores, a los compañeros de vectores; y denuncien a nivel de cuadra los vecinos que hoy no están concientizados de la situación y no favorecen la actividad. Muchos ciudadanos no tienen percepción de riesgo y el dengue mata.