
No exenta de sobresaltos por limitaciones económicas, concluyen los ejercicios de zafra en los ocho ingenios villaclareños, y a partir del domingo entrante tres industrias, casi al unísono, darán el pitazo de arrancada en una contienda que vaticina consagración en las fuerzas que intervendrán en la fabricación de azúcar crudo, refino y derivados.
El acto inaugural de la zafra acontecerá mañana viernes en el central José María Pérez (Camajuaní), una de las tres fábricas que satisfizo el pasado año su compromiso de producción, tal como hicieron también «Panchito Gómez Toro » (Quemado de Gí¼ines) y «Heriberto Duquesne » (Remedios), entidades azucareras que, como las restantes, luego de concluir reparaciones, mantenimientos de la maquinaria de corte y tiro, así como de caminos, irán por más azúcar con índices de eficiencia que demuestren el prestigio fabril que los distingue.
El domingo entrante, simultáneo según se anuncia, arrancarán sus molidas los ingenios ubicados en Quemado de Gí¼ines y Camajuaní, acontecimiento al que se unirá el «Abel Santamaría », en Encrucijada. En el transcurso de días posteriores se sumarán «Quintín Bandera » (Corralillo), «Héctor Rodríguez » (Sagua la Grande), «Carlos Baliño » (Santo Domingo), «Ifraín Alfonso » (Ranchuelo) y el enclavado en Remedios.

Así se completan los ocho ingenios villaclareños que al cierre de diciembre, con la zafra chica, están comprometidos en elaborar más de 19 000 toneladas métricas de azúcar, cifra inferior a lo alcanzado en la temporada anterior, incluidas en las 177 000 asignadas al plan de producción.
En ese empeño hay que destacar a los azucareros del «Perucho Figueredo », en Encrucijada, ingenio que este año no hará azúcar de un modo directo, pero aportará su concurso en entrega de caña para el cercano «Abel Santamaría », mientras fuerzas especializadas irán a «José María Pérez » para garantizar experiencia laboral y eficiencia en las operaciones industriales.
La provincia también está enfrascada estos días en reducir los atrasos de plantación de caña en la etapa invernal, período en la cual faltan por sembrar unas 6000 hectáreas, de 19 000 planificadas en el año. Sin embargo, las energías productivas ahora se concentran en alistar suelos para, al menos, concluir diciembre con el completamiento de un 70 % de la superficie cubierta de la gramínea en germinación, actividad que posibilitará más azúcar en contiendas futuras.
Los retos están trazados, y las fórmulas de trascender en la zafra convergen hacia sistemáticos esfuerzos individuales y colectivos para producir azúcar con eficiencia y calidad, disminuir costos de fabricación y lograr mayores índices de generación eléctrica.