
« ¿Qué tengo que decirle a la Universidad como artículo primero, como función esencial de su vida en esta Cuba Nueva? Le tengo que decir que se pinte de negro, que se pinte de mulato, no solo entre los alumnos, sino también entre profesores; que se pinte de obrero y de campesino, que se pinte de pueblo, porque la Universidad no es el patrimonio de nadie y pertenece al pueblo de Cuba (…) »

Ese fue el principal reclamo del comandante Ernesto Guevara de la Serna, Che, cuando el 28 de diciembre de 1959, la Universidad Central «Marta Abreu » de Las Villas lo invistió como Doctor honoris causa de la Facultad de Pedagogía, hecho inédito que a seis décadas conserva plena vigencia, tal como afirmó la rectora Dra. Osana Molerio, en el acto de recordación efectuado en el propio lugar de la investidura: el Teatro Universitario.
Un acto solemne que tuvo el honor de contar con la presencia del Comandante de la Revolución e Hijo Ilustre de Villa Clara, Ramiro Valdés Menéndez, segundo de la Columna Invasora nro. 8 Ciro Redondo, amigo incondicional y fiel soldado del guerrillero argentino-cubano.
Aquella noche de diciembre de 1959, primer año de la libertad, el Teatro Universitario estaba repleto de estudiantes y profesores, quienes, ávidos de ver y escuchar al héroe de la Batalla de Santa Clara, no se perdieron ni un segundo del acto de investidura, llevado a cabo por las autoridades universitarias, que presidía su rector el Dr. Mariano Rodríguez Solveira, y mucho menos, aquel contundente discurso, en que el jefe revolucionario aceptó tan alto honor, en nombre del Ejército Rebelde, a quien se dignaba representar.
« (…) y cómo podría aceptar yo personalmente, a título de Ernesto Guevara, el grado de Doctor honoris causa de la Facultad de Pedagogía, si toda la pedagogía que he ejercido ha sido la pedagogía de los campamentos guerreros, de las malas palabras, del ejemplo feroz y creo que eso no se puede convertir de ninguna manera en una toga; por eso sigo con mi uniforme del Ejército Rebelde aunque puedo venir a sentirme aquí, a nombre y representación de nuestro ejército, dentro del Claustro de Profesores. Pero al aceptar esta designación, que es un honor para todos nosotros, quería también venir a dar nuestro homenaje, nuestro mensaje de ejército de pueblo, de ejército victorioso ».

Esas elocuentes palabras del Che fueron recordadas esta mañana por un testigo excepcional de aquellos hechos: Juan Virgilio López Palacio, entonces estudiante de la carrera de Pedagogía y hoy Profesor Emérito y también honoris causa de la propia Universidad Central.
López Palacio, embargado por la emoción, rememoró aquellos sucesos de tanta trascendencia, y a las nuevas generaciones de estudiantes y profesores les dijo: «Por primera vez en la enseñanza superior en Cuba, una universidad confería tan elevado reconocimiento a un luchador revolucionario, y ¿quién lo hacía?, nada menos que la Universidad Central «Marta Abreu » de Las Villas; (…) un claro presagio de las múltiples transformaciones revolucionarias que vendrían ».
Luego, la rectora Osana Molerio Pérez, al decir las palabras centrales, hizo un recuento de entonces a la fecha, y afirmó: «La Universidad hizo suyas las palabras del Che como plataforma programática institucional y se vistió de pueblo, y hoy es un baluarte de pensamiento y acción de nuestra Patria ».
Al abundar en datos de los últimos sesenta años, la primera mujer que dirige la casa de altos estudios villaclareña, recordó la apertura del primer edificio de becarios en 1964, como parte del Plan de Becas de Fidel, y afirmó que hoy sobrepasan los 22 edificios.
También hizo alusión a las 54 carreras que allí se estudian, que convierten a la Universidad Central «Marta Abreu » de Las Villas en la más multidisciplinaria del país, e, igualmente, reveló que 110 480 estudiantes se han graduado en dicha institución formativa; de ellos, más de 2098 procedentes de 91 países del mundo.

Aunque, como afirmara la doctora Osana Molerio, resta camino en el hacer y perfeccionar: «Aún queda mucho que aportar desde esta universidad de pueblo a la construcción del socialismo próspero y sostenible al que aspiramos, pero podemos asegurar que seguirá siendo un baluarte de la Revolución, comprometida con el presente y enfocada al futuro ».
Igualmente hizo uso de la palabra el presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) en la casa de altos estudios de Villa Clara, Alexis González Campanioni.
La Revolución cumplió los reclamos del Che, quien al despedirse del claustro universitario, pidió: «Y a los señores profesores, mis colegas, tengo que decirles algo parecido: hay que pintarse de negro, de mulato, de obrero y de campesino: hay que bajar al pueblo, hay que vibrar con el pueblo, es decir, las necesidades todas de Cuba entera. Cuando esto se logre nadie habrá perdido, todos habremos ganado y Cuba podrá seguir su marcha hacia el futuro con un paso más vigoroso y no tendrá necesidad de incluir en su claustro a este médico, comandante, presidente de banco y hoy profesor de Pedagogía que se despide de todos ».
La canción Hasta Siempre, Comandante, de Carlos Puebla, interpretada por Ernestina Trimiño y el Quinteto Criollo, selló con broche de oro el hermoso recuento histórico.
En el solemne acto por los 60 años del honoris causa al Che, participaron, además, Osnay Miguel Colina y Lien Duardo, miembros del Buró Provincial del Partido; Carlos Manuel Cepero, primer secretario del Partido en Santa Clara; Alberto López Díaz, presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular, y la viceministra de Educación Superior, doctora Alicia Alonso Becerra, entre otros invitados.